Según el citado informe, el desempleo juvenil se calcula en 12.6 % a nivel mundial que significa el desempleo de ¡73 millones de jóvenes! Pero incluso la situación es aún más escalofriante en los llamados países desarrollados donde el porcentaje alcanza al 24.9%, y se calcula que esta cifra no baje del 17% antes de 2016. Y eso considerando posibles las perspectivas de la burguesía sobre una recuperación de la economía mundial en los próximos años. Pero como en el caso de los llamados brotes verdes de 2009 y 2010, la realidad se presenta por mucho más lejana a los deseos de la burguesía internacional. Como la propia Christine Lagarde, directora del FMI, ha tenido que reconocer las expectativas para 2015 “pueden ser menor de lo esperado”. Es decir que conforme pasan los meses las expectativas decrecen, ratificando el análisis que los marxistas hemos hecho desde que ha estallado la crisis de que esta no será superada fácilmente por la burguesía.

El pasado 12 de agosto se conmemoro el Día Internacional de la Juventud que ha brillado por la absoluta ausencia de eventos o declaraciones importantes, que realmente ataquen los problemas importantes, de los representantes del capitalismo en el mundo entero. No es ninguna casualidad, por el contrario se explica por el desinterés y el consciente abandono de la juventud a su suerte. Esa es la política del capitalismo para la juventud, en el mejor de los casos. Pero por otra parte, y aún más importante, es el peligro que la juventud supone para el sistema en su conjunto. La estigmatización de la juventud de anárquica y alocada desarrollada por la burguesía en la última década de ningún modo respondía a una mera ocurrencia sino en el fondo a una intensión consciente por tatar de desprestigiarla de cara a los futuros acontecimientos. Incluso el cada vez más acentuado recorte de los derechos democráticos más básicos a nivel mundial, son el silencio complaciente de la burguesía que ahora poco le importa ser democrática cuando están más cosas en juego. Basta recordar la importante composición de jóvenes, trabajadores o estudiantes, en las luchas más importantes de los últimos años desde la primavera árabe hasta la guerra que ahora se libra en Ucrania.

Incluso más recientemente el asesinato de un joven negro en manos de la policía en la ciudad de Ferguson, Missouri, ha desatado la furia de la juventud norteamericana que ahora está protagonizando una lucha tenaz contra el recorte de los derechos políticos de aquel país desafiando abiertamente al imperialismo más poderoso. Las consignas levantadas, “Dont Shoot” (No disparen) y “Hands Up” (Manos arriba), son muy significativas en ese sentido. La amenaza de declaración de Estado de emergencia y toque de queda ¡en el país de la democracia y la libertad! Esta significando una abierta rebelión de miles de jóvenes norteamericanos golpeados por la crisis1.

En nuestro país la cosa no es muy distinta, basta señalar los cerca de 7.5 millones de jóvenes que no tiene la posibilidad de estudiar o trabajar o bien los más de cien mil aspirantes que cada año son rechazados de las universidades públicas del país. El temor de la burguesía se ha expresado en la machacona idea de que la juventud en nuestro país aspira a ser narcotraficante y otras mentiras tendenciosas con la intensión de desprestigiar la lucha de miles de jóvenes en defensa de sus condiciones de vida. Pero pese a la propaganda mentirosa de la burguesía, tildando a la juventud de apática e indiferente, en nuestro país como en el mundo entero somos testigos de luchas cada vez más significativas donde la juventud está jugando un papel de primer orden, estimulando y dando confianza al conjunto del movimiento. El ejemplo de las movilizaciones del 2012 son claras en ese sentido. Mientras la izquierda, encabezada por Andrés Manuel, planteó una política que eludió cualquier llamado serio para luchar contra el fraude que se fraguaba desde meses atrás, un aparente incidente desato las movilizaciones juveniles más importantes de las últimas décadas. El encierro de Peña Nieto en un baño, demostró no solo la debilidad del PRI sino con ello la furia de la juventud. Desde entonces el movimiento juvenil ha dado pasos importantes al frente, demostrando su vitalidad. Otro ejemplo significativo de ello fue la participación de la juventud estudiantil en la lucha contra la reforma educativa que se expresó concretamente en un paro impulsado en más de treinta escuelas el 19 y 20 de septiembre del 2013.

Los ejemplos recientes de la lucha juvenil, bastan para echar abajo todas las mentiras de la burguesía y es un llamado claro para los dirigentes de izquierda para romper con su política inmovilizadora. Lo que estas movilizaciones dejan claro es que existen todas las condiciones necesarias para que como en el pasado la lucha de pasos adelante, garantizando la defensa de nuestros derechos e incluso ampliándolos. Las reformas de Peña Nieto no se han consolidado por la debilidad del movimiento, ni mucho menos por la fortaleza del Estado ni del PRI sino exclusivamente por la actitud diletante de las direcciones del movimiento. De hecho sobre ellas aún no está dicha la última palabra y podrían echarse abajo en el próximo periodo a condición de plantear una estrategia y una táctica distinta a la hasta hora planteada.
La tarea de los jóvenes en ese contexto es construir una alternativa política que se plante la lucha consecuente contra los ataques a sus condiciones de vida. La fuerza existe, los ejemplos sobran, pero es necesario organizarla y convertirla en una fuerza coherente que se oriente como un solo hombre sobre los objetivos que se ha planteado. El capitalismo sólo puede ofrecer a la juventud miseria y hambre, pero este no es el único camino. Los jóvenes tenemos toda la capacidad y energía para construir una nueva sociedad, en donde el trabajo no se oponga al desarrollo pleno de nuestras capacidades. Eso es la lucha por el socialismo, la lucha por la defensa de las conquistas que nos han legado las generaciones pasadas así como la lucha contra el capitalismo que como hemos dicho sólo tiene miseria y muerte para los jóvenes. Pero es necesario construir una organización que esté preparado, fogueado, con una estrategia y una táctica clara que pueda ganar a más sectores a la lucha y que no claudique en los momentos decisivos.

Desde el periódico Militante, prensa de la Tendencia Marxista Militante, te invitamos a que nos conozcas y te organices con nosotros para construir la organización que necesita la juventud y la clase trabajadora en nuestro país para echar abajo las reformas y ataques de la burguesía. La lucha por el socialismo no es una utopía sino una necesidad, cuando la barbarie del capitalismo es cada vez mayor. Defendamos lo que nos pertenece y luchemos por una sociedad distinta.

¡La crisis del sistema no tiene solución, la única salida es la revolución!
¡Cada fábrica, cada escuela, la vamos sumando a la fuerza obrera!


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