La contrarreforma educativa arrancada a mediados de los años 80 por Miguel de la Madrid y continuada por todos sus sucesores, incluidos los gobiernos panistas y el actual de Peña Nieto, ha arrojado una serie de saldos negros para las familias trabajadoras a cambio de transformar al Sistema Educativo Nacional en una estupenda fuente de riquezas para los capitalistas. He aquí un breve recuento:

• Durante dos décadas seguidas el presupuesto educativo se contrajo a tal grado que transitó del 25% del gasto programable del Estado en 1992 al 20% en 2009.
• Debido a lo anterior, mientras entre 1960 y 1980 la cubertura de la educación superior en nuestro país creció en total un 3 mil 195%, a un ritmo anual del 167%, ya a partir de 1983 y hasta la fecha, ese crecimiento sólo fue de 7% anual.
• Otro resultado de esa política fue el que entre 1990 y 2001 la matrícula de las universidades publicas creciera 32.2% al lado de las privadas que lo hicieron al 164%.
• Peña Nieto ha impulsado entusiastamente esas tendencias pues en 2013 le recortó al presupuesto universitario unos 637 millones de pesos y en su plan de egresos presupuestales para 2014 propuso que ese recorte escalara hasta los 2 mil 200 millones.
• Es por ello que cada año a nivel nacional, las universidades públicas sólo pueden ofrecer en su conjunto un poco más de 36 mil lugares para nuevo ingreso, dando ello como resultado que cada año sean rechazados más de 308 mil aspirantes.
• También, de acuerdo a la SEP, sólo tres de cada 10 jóvenes llegan a la universidad y de esos tres, solo el 25% se gradúa.
• Por otro lado, entre 2000 y 2013 las escuelas normales pasaron de 655 a 465 centros de estudios y de las 30 normales rurales originales, en la actualidad solo quedan 17.
• Gracias a esa política la educación en México ahora es un negocio que pasó de los casi 5 mil 500 millones de pesos de ese año en ganancias para los empresarios, a los 15 mil 400 millones en 2009, registrado un crecimiento del 181%.
• Por su parte el CENEVAL, desde 1996 y tras los primeros 15 años del Examen Único Metropolitano, ha evaluado a cerca de 25 millones de jóvenes, registrando ingresos de 3 mil millones de pesos.
• Además se trata de un negocio fraudulento: en 2008 en México sólo 10 por ciento de las universidades privadas contaba con acreditación de calidad y nada más 37 escuelas tenían carreras reconocidas por el Consejo para la Acreditación de la Educación Superior, y sólo 49 posgrados eran válidos para la SEP y el Conacyt. Además, entre 2000 y 2008, a 432 instituciones privadas se les negó el Registro de Validez Oficial y a 99 se les retiró el reconocimiento de sus planes de estudio.
• Sobre los profundos estragos sociales, de acuerdo a la UNAM el siguiente es el recuento de las políticas privatizadoras de los gobiernos del PRI y del PAN: 32 millones de mexicanos mayores de 15 años están en condiciones de rezado educativo, de ellos 5.4 millones de son analfabetas, 10 millones no culminaron la primeria y 16.4 millones tampoco terminaron la secundaria. Y de cada 100 niños que ingresan a la primaria, 50 concluyen el nivel medio superior, 21 egresan de la universidad y 13 se titulan.
• Continuando con el saldo negro, la Encuesta ESRU de Movilidad Social 2011 destaca que la brecha de desigualdad de oportunidades entre pobres y ricos es muy marcada en lo relacionado a la realización del ingreso a la educación superior: de acuerdo a dicho estudio sólo 7% en el estrato bajo lo logran ingresar a alguna universidad, frente a 42.1% en el estrato alto que si lo logra.

Es por ello que los jóvenes que participamos en el Comité Estudiantil en Defensa de la Educación Pública (CEDEP) nos hemos organizado desde 1999 para luchar contra la política privatizadora de la educación, pues somos conscientes de que, tal como lo demostraron recientemente los estudiantes del IPN, sólo a través de la organización y la lucha podremos defender nuestros derechos.

Únete al CEDEP y lucha por una educación científica, de calidad y suficiente para todos los hijos de los trabajadores.