El partido de Calderón, en contubernio con la dirección del PRD encabezada por Jesús Ortega intentan una vez más que la enorme insatisfacción de las masas con el capitalismo no se exprese a través de las elecciones. Para ello siguen impulsando la política de alianzas entre los partidos de izquierda - especialmente del  PRD- con el PAN, como ocurrió en las elecciones del año pasado. Ello aderezado con la adopción de ex priistas para presentarlos como candidatos del PRD (Guerrero), o de ex perredistas que ahora son candidatos por el PAN (Baja California Sur), redunda en que para la clase trabajadora el terreno electoral se presenta como un complicado mosaico, donde votar por los partidos de izquierda es insuficiente, además  es necesario luchar contra el oportunismo y el arribismo dentro de estos partidos para contar con una alternativa que genuinamente represente los intereses de la clase trabajadora.

La burguesía se prepara para el 2012

A lo largo del 2011 se realizarán elecciones para elegir gobernador en los estados de Guerrero, Baja California Sur, Coahuila, Nayarit, Estado de México y Michoacán. Una vez más estas elecciones se realizarán en el marco de la crisis económica y política que se cierne  sobre las espaldas de la clase trabajadora como desempleo, carestía de la vida, asesinatos, etcétera. Por ser el antecedente electoral inmediato a las elecciones presidenciales del 2012 sus resultados adquieren especial relevancia.

La burguesía no quiere correr riesgos, es consciente de que la “fortaleza” del PRI y de su candidato para las elecciones presidenciales, Peña Nieto, es un producto propagandístico más que una fuerza basada en un apoyo de masas. Por ello mismo no pueden darse el lujo de que la verdadera correlación de fuerzas, entre la clase trabajadora y la burguesía, se exprese de forma clara en el terreno electoral y en ningún otro terreno. Pretenden evitar a toda costa que una victoria de la clase trabajadora pueda desencadenar un proceso como lo vivimos en el 2005, donde un movimiento de masas logró derrotar a la burguesía echando por tierra el desafuero de AMLO que le impediría ser candidato presidencial; fue  esta victoria la que revitalizó la lucha de los trabajadores en el terreno electora y sindical, demostrando las posibilidades concretas de triunfo para las elecciones de un año después.

Para la burguesía se ha vuelto una necesidad sabotear la lucha de  los trabajadores infiltrando la dirección de sus organizaciones, en este caso para evitar que el PRD saliera airoso de las elecciones del 2010 recurrieron  a los “chuchos” que pactaron las alianzas entre dicho partido de izquierda y el PAN con resultados desastrosos para el movimiento obrero, pero desde el punto de vista de la burguesía este era precisamente el objetivo; dividir, confundir, desmoralizar, dejar sin alternativa electoral al movimiento, poniendo ante los electores la siguiente disyuntiva: o votas por el PRI o por el PAN en alianza con el PRD e incluso también con el PT y Convergencia, en síntesis esto significó dejar sin una alternativa propia a millones de trabajadores en los estados de Oaxaca, Sinaloa y Puebla, donde los candidatos del PRD abandonaron los principios de la clase trabajadora para asumir los de la burguesía. Igual de trágica fue la alianza en Chihuahua entre el PT, Convergencia y el PRI. Por medio de esta política el ala de derechas del PRD ha evitado que el descontento contra el régimen de la burguesía se exprese de manera contundente en un voto masivo hacia el PRD.

Para los “chuchos”, es digno de presumir que en las pasadas elecciones la coalición de los partidos de izquierda con el PAN lograran ganar las elecciones al PRI en los estados de Puebla, Oaxaca y Sinaloa, sin embargo para la clase trabajadora esto no ha representado ningún triunfo ya que lo que ha cambiado es la fachada pero no el contenido pues la política del PRI, de la burguesía, de terratenientes, narcotraficantes y burócratas continúa y continuará rigiendo en estos estados. No se ha ganado nada, por el contrario se perdió una oportunidad para que emanaran gobiernos locales que representaran los intereses de los trabajadores, y cómo muestra. En Oaxaca, Puebla y Sinaloa no solo no se instalaron gobiernos que representen los intereses de la clase trabajadora, sino que ni siquiera dicha administraciones, por su política, se aproximan a las reformas implementadas por AMLO en su gobierno en el DF que han beneficiado a adultos mayores, a jóvenes, a madres solteras, etcétera.

No, las cosas siguen igual que con el PRI y no podía ser de otra manera, las “alianzas” con el PAN son en realidad una capitulación de los dirigentes del PRD ante la política de la burguesía.

La batalla por el  Estado de México

La burguesía intenta repetir la dosis, particularmente para las elecciones en el Estado de México, donde se encuentra el mayor número de electores a nivel nacional además de ser el estado que gobierna Peña Nieto, con lo cual el resultado electoral presupondría la fuerza con lo cuál contaría en el 2012.

El 13 de enero la dirección del PAN y el PRD comenzaron a negociar las condiciones de una posible alianza electoral para el Estado de México, pero sin llegar a acuerdo alguno; lo que les complicó la ecuación fue el hecho de que Alejandro Encinas aceptó contender por la gubernatura con el apoyo de Andrés Manuel López Obrador (AMLO) descartando de antemano la alianza con el PAN. Después se sucedieron todo tipo de declaraciones, unas negando la posibilidad de concretar la alianza si es que se postulaba a Encinas, otras que no la descartaban, el nerviosismo de la burguesía se percibía en sus contradictorias declaraciones. Finalmente la postura oficial del PAN fue dada por su presidente, Gustavo Madero. Así lo describía el diario El Informador de Guadalajara del 14 de enero: “El tema de las alianzas en el Estado de México dio un giro inesperado. El partido del gobierno en el poder convoca al político más crítico del Presidente Felipe Calderón”

“Ayer, Gustavo Madero, líder del PAN hizo un llamado a Andrés Manuel López Obrador para analizar la viabilidad de una alianza entre el blanquiazul y el PRD, con una visión democrática, a favor de los ciudadanos, y no sólo por los intereses de las fuerzas políticas”.


Esta Invitación a AMLO de parte del PAN tenía el objetivo de atizar a los sectores oportunistas y de derechas del PRD para que forzaran la alianza y obligar a Encinas a declinar su candidatura por el PRD. Inmediatamente el dirigente del PRD en el Estado de México, Sánchez Jiménez, miembro de la corriente de los “chuchos”, convocó  una reunión donde se acordó los lineamientos para definir sí se concretaría la alianza con el PAN, el acuerdo fue el siguiente: “armar una consulta ciudadana abierta para que sean los mexiquenses quienes definan la conformación de una amplia alianza e impulsar un PRD "incluyente." Pero, para no dejar lugar a dudas Sánchez Jiménez planteo el objetivo que tiene la consulta: "el objetivo de unir al PRD, de unir a la izquierda y decir que vamos a ir a la consulta ciudadana, vamos por ella, vamos a trabajar juntos todos nosotros por el sí en la consulta". (SDP noticias 16 de enero)

Pero el segundo hecho que sorprende es que Encinas haya aceptado participar en la “consulta”: “Voy a participar en la consulta (de una alianza) con las reglas que se establezcan, que espero sea plenamente democrática, y asumiré sus resultados”. (Vanguardia, 15 de enero). Por donde lo queramos ver esta “consulta” no será otra cosa más que una trampa para el movimiento de izquierda en el Estado de México, ¿Los  “chuchos” que avalaron la antidemocrática elección del 2006, pueden ellos organizar una consulta democrática? ¿Qué tipo de democracia pueden ofrecernos los “chuchos”, que fueron impuestos antidemocráticamente por el tribunal electoral en manos de Calderón, en contra de la decisión mayoritaria de las bases del partido, que justamente había votado por Encinas? Pero incluso, el fondo del asunto no son los métodos con los cuales se realice la consulta, sino el objetivo fundamental de la burguesía que es bloquear al movimiento obrero en su lucha por una transformación social. De ahí se desprende que tanto Encinas como AMLO deben de basarse en la movilización y aspiraciones de las masas, que si por algo se han mantenido organizadas ha sido precisamente por su rechazo a la política de los partidos de la burguesía, el PRI y el PAN. Esto le queda claro a todo el mundo, lo que realmente quieren demostrar los chuchos con su consulta es que están dispuestos a utilizar los medios más burdos para frenar las aspiraciones del proletariado, incluido el fraude para avalar la alianza con el PAN que obligaría a Encinas a postularse bajo el apoyo de otro partido, dividiendo la fuerza de la clase trabajadora.

Es posible ganar las elecciones con la movilización y un programa socialista

El Estado de México es emblema del control que durante décadas ha tenido el PRI sobre la clase trabajadora más pobre del país ¡En esta entidad el PRI lleva gobernando 81 años! Sin embargo este control se ha mostrado con pies de barro cuando las masas han juzgado que existe una alternativa consecuente, este fue el caso de las elecciones del 2006, donde las masas pobres del Estado de México dieron un puñetazo sobre el PRI impulsando al PRD a los cielos.

En esas elecciones AMLO ganó la mayoría de los votos en el Estado de México ni más ni menos que con el 43% de la votación, lo que significó 2 millones 469 mil 093 votos,  representado el doble de votos que obtuvo el candidato del PRI, Roberto Madrazo, el cual apenas llegó al millón 33 mil 110 votos. En esa misma elección conquistó 20 de los 75 escaños del parlamento local, con tan sólo un diputado menos que el PRI el cual obtuvo 21 diputaciones de las cuales dos fueron producto de su alianza con el Partido Verde Ecologista. De los tres senadores que corresponden a esta entidad el PRD ganó dos, el restante fue para el PAN. También logró 34 de los 125 ayuntamientos del estado, pero dado que fueron los más poblados estos representaban casi al 50% de la población del estado, que es por cierto la entidad más poblada del país.

No resulta raro que el PRD haya conseguido todo ese impulso si consideramos las condiciones de vida que priman en el estado, para ejemplificarlo tomaremos un artículo del 28 de diciembre del 2010  de Milenio, uno de los diarios que más rabia han soltado contra AMLO: “Poco más de la mitad de la población total de la entidad no cuentan con un ingreso suficiente para satisfacer sus necesidades de salud, educación, alimentación, vivienda, vestido y transporte público, según cifras oficiales proporcionadas por la Secretaría de Desarrollo Social del Estado de México.”

“A su vez, el legislador federal del PRI, Rodrigo Reina dijo que cifras oficiales muestran que el Estado de México es una de las entidades que se coloca en los primeros sitios en el ámbito nacional por los elevados indicadores de pobreza y marginación social, tras admitir que no existe una referencia precisa si los programas sociales han reducido el número de habitantes que vive bajo estas condiciones.”

Pero no solo ha sido esta situación material la que dio  una base de masas al PRD, además de ello fue que el programa de AMLO aplicado el en DF durante su mandato se mostraba como una alternativa claramente de izquierda, que se distanciaba significativamente de la política de los gobiernos del PRI y del PAN. ¿Qué ocurrió con toda esta base de apoyo? Todos aquellos que ahora pretenden una alianza con el PAN cómo único medio para derrotar al PRI la han dilapidado en los últimos años, ya en el 2009 gracias a su política de continuidad con la de los gobiernos del PRI perdieron el primero y tercer municipios más poblados del estado, Ecatepec y Ciudad Nezahualcóyotl tan solo por citar un par de ejemplos.

La base de apoyo potencial del PRD sigue siendo masiva en el estado de México, en este sentido resultan significativas las declaraciones del ultra conservador Obispo de Ecatepec Onésimo Cepeda, relatadas en el diario  Milenio del 17 de enero; “Hay que abrir los ojos y reflexionar pues la pobreza se está agudizando”, mas adelante describe el artículo: “Calificó de fundamental mantener un ambiente cordial en las campañas electorales “para que el próximo 3 de julio se lleve a cabo un proceso electoral limpio y sin chanchullos”. En otras palabras esta advirtiendo que el frágil equilibrio podría romperse si es que el PRI no hace bien sus “chanchullos”.

Encinas y AMLO cuentan con una potencial  base de masas en el Estado de México, una base que tiene muchas cuentas pendientes con el PRI y el PAN, pero para movilizar a esta base de apoyo es preciso plantearse como una alternativa decididamente de izquierdas y revolucionaria, que no esté dispuesta a hacer ningún pacto con la derecha, por el contrario que plantee una alternativa consecuente para con la clase trabajadora por medio de un programa socialista en el que claramente se llame al movimiento a luchar por la nacionalización bajo el control democrático de los trabajadores de la banca, la industria, la tierra y demás palancas fundamentales de la economía. Es por ello  que no tiene ningún sentido y sería un error que AMLO, Encinas y demás dirigentes del  “Movimiento de Regeneración Nacional”(Morena), cayeran en la trampa de la “consulta” que organizarán los “chuchos”; lejos de ello AMLO y Encinas deben de seguirse diferenciando no sólo de la política del PRI y del PAN, como correctamente lo hacen, también tienen que romper todo tipo de acuerdo con los “chuchos”, deben de denunciarles ante el movimiento como lo que son: infiltrados de la burguesía dentro del PRD; deben retomar el sentir de las bases perredistas para expulsar a todos estos oportunistas del partido. La mejor forma de luchar contra la política de los chuchos no es pactando con ellos, es combatiéndoles activamente.

¡No a las alianzas con el PAN! ¡Ningún pacto con los “chuchos”! ¡La candidatura de Encinas se tiene que defender con la movilización!


banner libres y combativas

banner

banner

banner libres y combativas

banner revolutionary left

banner sindicato de estudiantes

banner revolucion rusa