“Si me matan, es porque me gustaba salir de noche y tomar mucha cerveza…”, escribía Mara el 5 de mayo en su cuenta de Twitter, como parte de la protesta realizada en dicha red social tras el feminicidio de Lesvy Osorio a manos de su ex pareja en Ciudad Universitaria. Uno de los motivos por los cuales el caso de Lesvy fue tan polémico y mediático es que, al principio, se catalogó como suicidio, e incluso se difundieron mensajes difamando a la víctima, señalando una presunta drogadicción y deserción escolar. Fue únicamente hasta que se realizaron movilizaciones y protestas que la fiscalía tuvo que investigar otros posibles motivos. Gracias a esto, finalmente se capturó a la ex-pareja de Lesvy, Jorge Luis Hernández González, y se le acusó de feminicidio.

Otro de los casos más visibilizados en este último año es precisamente el feminicidio de Mara Castilla, quien el pasado 8 de septiembre, tras abordar un vehículo de Cabify, fue violada, golpeada y estrangulada por el conductor, Ricardo Alexis “N”.

Mara, la universitaria de 19 años que se había mudado a Puebla con su hermana mayor para poder estudiar Ciencias Políticas en la Universidad Popular Autónoma del Estado de Puebla (UPAEP). Mara, descrita por su madre como “muy alegre”, “con muchas intenciones de vivir” y “sin enemigos”, fue una de las miles de víctimas de las más fuerte expresión de la violencia machista que se ha vuelto parte de nuestra realidad día con día.

Y una vez más, el sistema judicial se posiciona en nuestra contra y manifiesta su machismo.

El Primer Tribunal Colegiado en Materia Penal del Tercer Circuito resolvió tres amparos respecto al caso: el primer amparo validado decretó la nulidad de las pruebas de las autoridades ministeriales obtenidas mediante los celulares del acusado y de Mara (geolocalización en tiempo real y obtención de datos). El segundo, obliga al Tribunal Superior de Justicia a repetir la audiencia por el delito de privación ilegal de la libertad. En caso de fallar contra el feminicida, el Juez no podrá dictar prisión preventiva.

El tercer y más grave amparo invalida la acusación por el delito de feminicidio a favor de Ricardo Alexis. El proceso fue invalidado porque se determinó que existió vicio formal en la integración de pruebas, ya que la Fiscalía General del Estado inició una carpeta distinta a la del delito inicial (privación ilegal de la libertad) sin modificar las penas. Su abogado espera que, tras ganar los tres amparos, Ricardo pueda salir de la cárcel.

“Estamos a un paso de su libertad, es una realidad; el delito de feminicidio queda excluido y esperamos que nos citen a una nueva audiencia únicamente por el delito de privación ilegal de la libertad”, afirmó su abogado, Francisco Tlahuicole Hernández.

La Fiscalía General del Estado afirmó que el caso sigue firme, y que el delito de feminicidio continuará en un proceso alterno.

Ricardo Alexis, un hombre que ya había sido expulsado de la plataforma UBER en mayo de 2017 por “incurrir en comportamientos que van en contra de nuestros protocolos de seguridad para los usuarios y la aplicación”, podría salir libre por deficiencias en el proceso jurídico.

Desde septiembre del año pasado, el caso de Mara ha despertado indignación, organización y conciencia social. El 17 de dicho mes, se dieron a cabo manifestaciones en la CDMX, en Puebla, Guanajuato, Coahuila, Guadalajara y Cancún, en las que miles de mujeres protestaron por que haya justicia para las mujeres víctimas de violencia, exigiendo ser libres, que sus derechos sean garantizados, que no se vean obligadas a ser valientes ante la violencia machista. Frases como “vivas nos queremos”, “justicia para Mara” y “ni una más” destacaron en estas movilizaciones y ¿Cómo puede ser que, incluso en un caso tan mediático y denunciado como lo fue el feminicidio de Mara, el asesino pueda salir impune? ¿Cómo es posible que nuestro sistema judicial permita que una falla en cómo fueron presentadas las evidencias deje en libertad a un secuestrador, violador y asesino?

Porque los mismos que se preocupan más por la forma de presentar una denuncia que por que se haga justicia, son los que atribuyen nuestras muertes a que salgamos de noche o que tomemos cerveza.

Porque en nuestra realidad, denunciar una violación implica que el juez en turno pueda culparte por cómo ibas vestida, la forma en la que actuabas, o el estado en el que te encontrabas. Porque una cultura que propaga el machismo hasta en sus instituciones es el ambiente perfecto para que los feminicidas tengan impunidad.

¿Y por qué es importante que sigamos alzando la voz?

Sobran motivos. Porque los parámetros bajo los cuales se contratan choferes en servicios como Cabify o UBER son insuficientes, los reglamentos actuales permiten que pongamos en riesgo nuestras vidas en conductores violentos y asesinos.

Porque no que queremos ser valientes sino libres. Porque ejercer nuestras libertades no debería tener consecuencias en nuestra integridad física, psicológica y mucho menos cobrar nuestras vidas.

Porque nos están matando; porque por cada 7 mujeres que mueren diariamente en México, hay 7 asesinos que saben que la “justicia” está de su lado, que fácilmente pueden salir impunes o ni siquiera pasar por un juicio.

Porque en la primera mitad del 2017, se presentaron 6 mil 444 denuncias por violación sexual, y sabemos que la cifra real es mayor, pues son muchas las mujeres que no alzan la voz por miedo y porque el sistema no garantiza eficiencia y justicia.

Porque hoy, Puebla es un estado en el que hay al menos 824 mujeres desaparecidas, es urgente que estos casos sean investigados con perspectiva de género y se reconozca el vínculo con diversas ramificaciones de la violencia machista (prostitución, trata de blancas, feminicidio, vientres de alquiler, tráfico de órganos, tráfico de personas). Tan sólo en 2017, fueron registrados 83 feminicidios en el éste Estado, y no fue hasta el caso de Mara fue que se activó la Alerta de Violencia de Género. Bien dijo la madre de Mara que el nombre de su hija debe trascender, que desgraciadamente fue la gota que derramo el vaso peo, ¿Cuántas gotas más hasta que esto pare y que no exista impunidad?

Exigimos castigo a Ricardo Alexis, no más feminicidas en libertad. Exigimos una verdadera justicia, fuera los jueces machistas, sino cumplen estaremos ahí exigiendo también castigo a ellos. Nuestra lucha ya no es sólo contra los maltratadores y asesinos sino también contra los jueces que perpetúan esta violencia y dan confianza a estos individuos para que sigan actuando con abierta impunidad.

El caso de Mara así como el de todas nuestra compañeras arrebatadas por la violencia machista no debe de quedar impune ni en el olvido, nuestras movilizaciones las mantendremos y las vamos intensificar, que les quede claro, la lucha feminista llegó para quedarse y cambiar de raíz esta sociedad capitalista y patriarcal.  

¡Ni una más! ¡Justicia para Mara!

 


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