100 dirigentes  del PSUV visitarán China para recibir formación política de los cuadros del PCCH.

 

Este año se cumple el 20 aniversario de la caída de la URRS. La caída de los regímenes estalinistas del este de Europa  fue utilizada por la burguesía para lanzar una campaña ideológica sin precedentes contra las ideas del socialismo en todo el mundo.  Este aniversario ha quedado empañado para los apóstoles del capitalismo por la  crisis del capitalismo internacional ha puesto de manifiesto que la propiedad de la tierra, la banca y la industria este bajo control de un puñado de empresarios es un obstáculo para el desarrollo de la humanidad. El desempleo masivo, que es un reflejo de la destrucción de fuerzas productivas muestra el impasse del sistema capitalista. La caída del estalinismo en la Rusia y Europa del este sólo ha sido el preludio de otra caída mayor: la  del sistema capitalista mundial. Si bien ahora los capitalistas y sus acólitos no pueden repetir semejante campaña, hace 20 años,  la misma tuvo un profundo efecto en el seno de las organizaciones obreras y revolucionarias que en todo el mundo quedaron desconcertadas ante el ignominioso colapso de la URRS y la campaña ideológica que lanzó la burguesía acompañada del coro socialdemócrata.


china_show.jpgEsta campaña  tuvo un efecto  muy importante  en las direcciones  de los partidos estalinistas. Muchos de los  dirigentes  de estos partidos renegaron abiertamente  de  la lucha revolucionaria y se pasaron al campo de la burguesía.  De la noche a la mañana, ex revolucionarios  de todo tipo empezaron a dar foros y escribir libros acerca de lo equivocado de lo utópico de las ideas del socialismo, señalando los déficits  y limitaciones del marxismo. La apostasía estaba a la orden del día. Particularmente  furiosa fue  la fe de  converso  al credo capitalista de los  exestalinistas, luchando por  borrar de su pasado sus pecados revolucionarios, abrazando en el mejor de los casos la causa de la socialdemocracia y en el peor el capitalismo de Reagan y Thatcher.  

 

En este contexto hay que señalar el enorme mérito de  la revolución cubana que se mantuvo firme en la defensa de las conquistas sociales y  de la economía planificada. Todo ello pese a las dificultades extraordinarias que supusieron el periodo especial y el recrudecimiento de  los efectos del bloqueo sin la ayuda de la URRS. Pese a estos desafíos  la revolución pudo seguir manteniéndose.  Sin duda el papel de Fidel Castro en mantener las conquistas de la revolución fue clave frente a las presiones por iniciar una transición al capitalismo en Cuba que hubiera tenido consecuencias terribles para el pueblo cubano, de magnitud igual y superior al efecto que tuvo la caída del estalinismo en Europa del este y Rusia.


El destino de la revolución cubana ligado a la revolución Venezolana.

 

La revolución  venezolana  a finales de los 90 supuso un soplo revitalizante para la revolución cubana. A parte de la ayuda económica mutua, con el aporte de petróleo (cerca de 96.000 barriles de petróleo diarios)  a precios preferenciales a cambio de servicios médicos, lo más importante que  la revolución venezolana aportó a la revolución  en Cuba fue el fin del  aislamiento que ha sufrido durante décadas y se viera una referencia de lucha y esperanza en la construcción del socialismo en el continente americano.  Ambas revoluciones se hayan ahora mismo en la encrucijada buscando como avanzar en la construcción del socialismo y en un debate acerca de cómo completar la revolución en Venezuela y de cómo consolidar y  hacer avanzar las conquistas revolucionarias en Cuba. El presidente Chávez al ser el primer jefe de estado tras la caída de URRS en plantear el socialismo jugo un enorme papel progresista en reivindicar de nuevo la lucha por el socialismo como alternativa a la crisis del sistema capitalista.

 

Ante los desafíos y los problemas que se enfrentan ambas revoluciones, cómo el burocratismo, los efectos de la crisis del capitalismo, la dependencia del mercado mundial, el sabotaje de los capitalistas e imperialistas  se está dando en el seno de ambas revoluciones un debate acerca de  cuál debe ser el modelo para la construcción del socialismo. En ese sentido hay sectores que plantean que los éxitos económicos de  China debe ser el modelo para la construcción del socialismo tanto en  Cuba y en Venezuela.  Próximamente  una delegación del PSUV  en número de 100 dirigentes  va viajar a China para  recibir formación política por parte de cuadros del Partido Comunista chino para luego revertir sus enseñanzas en Venezuela en el seno de las filas del  PSUV.

 

Muchos revolucionarios se hacen la pregunta:  ¿Es China  un modelo para la construcción del socialismo en Cuba y Venezuela? . Para responder a esta pregunta debe haber dentro del  movimiento revolucionario en Cuba y en Venezuela  un debate a fondo sobre el llamado modelo Chino, si este puede ser un punto de referencia o no para avanzar al socialismo y si  los trabajadores y campesinos cubanos y venezolanos pueden sacar algo provechoso de las enseñanzas políticas de los cuadros del PCCH.

 

Esperamos que este artículo contribuya  a ese debate  de cuáles  debe ser las ideas que sirven  para defender las revoluciones cubana y venezolana para  hacer avanzar las mismas hacia el socialismo.  El punto de vista del mismo, que es es que en China no existe el socialismo, que el modelo económico Chino lo que muestra  es la restauración del capitalismo durante más de dos décadas, proceso que se ha completado de las manos de la dirección del PCCH que ha sido el principal beneficiario de esa restauración  a costa de los trabajadores y los campesinos Chinos.  El modelo de socialismo chino esconde el saqueo de la economía  nacionalizada y  la explotación brutal de los trabajadores  a manos de la burocracia estalinista convertida en empresarios  en unidad  de acción con las multinacionales imperialistas.


china.jpgChina no es un país socialista  ni marcha hacia el socialismo.

 

  Durante las últimas décadas china ha sido uno de los países que mayor crecimiento económico ha tenido. En medio de las débiles tasas de crecimiento económico en los países capitalistas avanzado china llego a crecer un 9% anual. Eso ha permitido a China un enorme desarrollo económico. El mismo se ha realizado sobre la base de la introducción de de la económica de mercado en todo el país, la apertura a la inversión extranjera y el desmantelamiento de los logros sociales de la revolución.

 

 Los marxistas saludamos la revolución China de 1949  como uno de los acontecimientos más importantes de la historia de la humanidad. Por primera vez los trabajadores y campesinos chinos se sacudieron del yugo del capitalismo, el feudalismo y el imperialismo suponiendo un enorme paso adelante.  Sin embargo  la revolución China   empezó donde terminó la revolución rusa de 1917: con un régimen  estalinista controlado por una burocracia elevada por encima del pueblo.  Durante toda una época esta burocracia defendió la economía nacionalizada y planificada  como un medio de defender sus privilegios y su poder frente al caos del capitalismo y la dominación imperialista. Sin embargo la gestión burocrática de una economía nacionalizada y planificada conduce  a la parálisis de la misma y el burocratismo se convierte en  un obstáculo para el desarrollo de la misma. El socialismo necesita  de la democracia, como el cuerpo del oxigeno. No de la democracia burguesa que domina en Estados Unidos y Europa que sólo es la hoja de parra que sostienen los dirigentes reformistas, socialdemócratas del movimiento obrero  para ocultar el dominio brutal de los capitalistas y las multinacionales en las decisiones políticas importantes. La democracia burguesa es un engaño a los trabajadores para mantener la dominación  y la dictadura del capital financiero.

 

La autentica democracia revolucionaria, la democracia obrera se basa en las tesis que Lenin defendió en su libro “El estado y la revolución”  y que fueron la base en los primeros años de la Rusia soviética: Elegibilidad y revocabilidad en cualquier momento de cualquier cargo público por la base. Que ningún funcionario cobre más del salario medio de un obrero cualificado. Frente al ejercito permanente al margen del pueblo, el pueblo en armas. Y para terminar, la rotatividad de todos los cargos; si todos somos burócratas al mismo tiempo ninguno lo somos.

 

El impasse de la economía nacionalizada bajo control burocrático supuso una crisis enorme en los países estalinistas.  El intento de resolver la situación de estancamiento   en la URRS escapó del control de la burocracia que no sabía hacia donde iba y terminó en el ignominioso colapso de la URRS hace 20 años. Los burócratas chinos aprendieron de la experiencia  fueron gradualmente introduciendo el capitalismo en China y al mismo tiempo,  manteniendo el control político del país  para no repetir la experiencia de sus homólogos rusos.

 

En China en mayor medida que en Rusia los burócratas llevaron a la práctica la perspectiva que  Trotsky  postulaba en su libro “La revolución traicionada”: esto es  que  si los trabajadores de la URRS  no llevaban a cabo una revolución política que desalojara a la burocracia del poder y restauraba una autentica democracia obrera, la burocracia intentaría restaurar el capitalismo. Esa ha sido la situación en China.  Bajo el firme control político de la burocracia estalinista del PCCH, las últimas dos décadas se ha llevado  un proceso de restauración del capitalismo en China que ha tenido como base la inversión extranjera directa , las condiciones laborales que permiten la explotación de los trabajadores Chinos a niveles sin precedentes. En China no existe el derecho a Huelga ni a sindicatos independientes.  Si bien ha habido un crecimiento económico grande este se ha hecho sobre la base de la enorme plusvalía arrancada a la clase trabajadora China y la proletarización de millones de campesinos en condiciones paupérrimas.

 

China está en las antípodas de un régimen socialista y lo que predomina es el capitalismo que sobre todo golpea a los más pobres.   El gasto en salud pública  en China fue del 5,5% del PIB en 2007  mientras la media de los países de la OCDE es del 8,9% mientras en Venezuela en ese mismo año el gasto fue de un 12,4%. Esta caída del gasto  ha llevado a que sean las familias trabajadoras chinas las que tengan que pagarse la sanidad, una situación más parecida a la de Estados Unidos que a la de un país socialista; de 1980 a 2004 el porcentaje de  familias que tenían que pagarse la sanidad pasó de un 21,6% a un 53,6%. En 2003 el 45% de los residentes urbanos y el 80% de los rurales no tenían asistencia sanitaria pública (1).

 

El socialismo presupone la satisfacción de las necesidades básicas para la mayoría de la población y la atenuación de las desigualdades sociales sobre la base del aumento sin precedentes de la productividad del trabajo. El crecimiento económico en  China se ha realizado sobre la base del aumento desigualdades y la explotación, en beneficio de la elite del PCCH que se ha transformado en capitalista y se ha enriquecido a costa el pueblo y los trabajadores. El camino de China no es hacia el socialismo hacia la reducción de las desigualdades si no su agudización.

 

“Los efectos de la restauración capitalista en China han sido devastadores. Según datos del Banco Mundial, el cociente 20/20 (entre la parte de la renta nacional del 20% más rico de los hogares y la parte del 20% más pobre) ha aumentado de 6,5 en 1990 a 10,6 en 2001. China es la sociedad más desigual de Asia: el cociente es de aproximadamente 5 en India o Indonesia y es inferior a 10 en Filipinas. Esa evolución negativa se confirma con los datos disponibles del cociente 10/10: entre 1990 y 2001 la parte de la renta nacional del 10% más rico de los hogares ha pasado del 24,6% al 33,1%. Estas cifras permiten comprender por qué China es el mayor mercado asiático de marcas de lujo, como por ejemplo Ferrari, mientras más de 170 millones de sus ciudadanos viven con menos de un dólar al día.” (2)

 

 

El socialismo significa el control por parte de la clase trabajadora de los medios de producción que están nacionalizados para planificar la producción democráticamente con el fin de terminar con la anarquía de la producción capitalista. Los últimos años en China hemos asistido a un proceso de privatizaciones acelerado que ha liquidado la propiedad estatal. Según  la propia Federación de Industria y Comercio de China en 2007, el 65% del PIB procede de la empresa privada.


China fuertemente golpeada por la crisis capitalista y la caída del comercio mundial.

 

En reciente intervenciones de Fidel Castro y del Presidente Chávez se hacían eco de los éxitos económicos chinos de cara a sortear la crisis económica mundial. Fidel Castro en un artículo titulado, “China, gran potencia económica del futuro” señalaba  los avances económicos de China. Mientras el fin de semana pasado, el Presidente Chávez  en una reciente alocución  en el municipio de Guacara en Estado Carabobo en la cual inauguraba una fábrica de madera sintética, apuntaba  como China estaba sorteando exitosamente la crisis. También Raúl Castro en anteriores ocasiones mostró interés por los éxitos económicos de China.

 

Lenin decía que la verdad es siempre concreta. Y lo cierto es que los datos demuestran que  la crisis económica está golpeando fuertemente China. Desde que la crisis empezó se han destruido 20 millones de puestos de trabajo y se han cerrado 10.000 empresas.  China es un país  que depende de las exportaciones para mantener su crecimiento económico y con la caída del comercio mundial todas las debilidades de la economía de este enorme país  se ponen de manifiesto,  particularmente la enorme sobreproducción que genera su industria. En la medida que no se pueden colocar esas mercancías en el mercado mundial, el gobierno chino intenta aumentar el consumo interno. Para ello  en  marzo pasado el gobierno Chino aprobó un paquete de ayuda económico de 4 billones de yuanes (586.000 millones de dólares ó 464.000 millones de euros). Este plan contó con el aplauso de la burguesía mundial, que tiene la vana esperanza de que la economía China salve el capitalismo. Tras la aprobación del paquete económico por la asamblea nacional las bolsas de todo el mundo empezando por Wall Strett tuvieron importantes subidas.

 

¿Van a tener efecto las medidas keynesinas, de capitalismo de estado que está llevando el gobierno chino? Sobre la base del consumo de las enormes reservas internacionales de 1,95 billones de dólares,  la dirección del PCCH   está intentando mantener  artificialmente el crecimiento económico inflando  de nuevo  la burbuja bursátil e inmobiliaria. China se está comiendo las grasas acumuladas en los últimos años ante el agotamiento del modelo económico capitalista basado en las exportaciones y la sobreexplotacion de la fuerza de trabajo.

 

Con este aumento del gasto publico el gobierno chino trata de aumentar el consumo interno ampliando el mercado que supone el 37% del PIB frente al 70% del PIB que supone en EE.UU.  Ello como respuesta a la caída de las exportaciones en más de un 20% en el primer trimestre de 2009.  Pese a ello el consumo de las masas no despega. Un reflejo de ello fue  la caída de los precios  en el mes de febrero.  “y junto con las reducciones en los precios internacionales de las materias primas causaron la baja en los precios al consumidor”… “Los precios al consumidor en China se redujeron en febrero por vez primera en más de seis años y evidenciaron la debilidad de la tercera economía mundial, mientras las autoridades desestimaron el riesgo de una espiral deflacionaria pero dijeron que el panorama económico era “desalentador”. “”, dijo Jing Ulrich, presidenta de activos chinos en la firma JP Morgan, (3)

 

Sin embargo los últimos días parece que los efectos del paquete económico están empezando a tener algunos efectos. Sin embargo estos efectos, cómo señalan los mismos analistas capitalistas (que les encantaría que China salvara al capitalismo mundial) no parece que van a poder evitar la crisis golpee aún más a China. Las últimas semanas la prensa económica  burguesa se dedica a buscar signos en las estadísticas a falta de una comprensión cabal de las causas de la crisis capitalista (al igual que los antiguos miraban a los astros para determinar algún signo que presagiara el fin de la peste, o en las vísceras de los animales, sin entender los procesos reales)  que demuestren que la recesión está llegando a su fondo y que la “Gran Recesión” como la titulan ya, no se transforme en la “Gran Depresión” aún más profunda que la de los años 30. Buscan en China luz en el túnel para salir de la crisis capitalista. Aunque  no se sabe si es la luz del sol o la de la locomotora que se abalanza sobre nosotros.

 

Según un artículo de Bussiness Week del 22 de abril  titulado China's Stimulus Package Boosts Economy. “La bolsa de Shanghai subió un 35% desde comienzos de año uno de crecimientos más altos en todo el mundo, el Mercado inmobiliario que se hallaba  en caída da signos de resurrección , con un incremento de las ventas de un 29%  en siete de las ciudades Chinas mas grandes incluidas Beijing, , Shanghai, y  Chongqing  en los primeros dos meses, señaló Jing Ulrich presidenta para activos chinos de la firma JP Morgan Chase en Hong Kong,  a pesar de que los precios no se han recuperado. Y en marzo la venta de carros creció un 27,2% , como consecuencia del recorte de impuestos para vehículos pequeños que tuvo lugar el 20 de enero ayudando a crecer las ventas en el primer cuatrimestre un respetable 3,9 %”  (4)

 

Sin embargo las contradicciones en China siguen latentes. En ese mismo artículo se señala que  “A pesar de todos los signos de esperanza la preocupación de muchos economistas es que el gasto chino no ayude demasiado. Como en los años pasado la gran mayoría de los prestamos quedara atrapado en las  bien relacionadas empresas estatales más que las empresas medianas y pequeñas que tienen una mentalidad mas comercial y de creación de empleo, y dada  la velocidad a la que Pekin ha lanzado la nueva financiación , existe el miedo de que el dinero se pierda en los pequeños proyectos de los gobiernos locales. Muchos economistas piensan también que una gran porción del estimulo económico fluya a la bolsa y a la especulación inmobiliaria  más que en infraestructura y en los beneficios sociales necesarios para iniciar la recuperación económica” (4) 


cchina.jpgCapitalismo de estado en China no evitará la crisis.

 


Todos estos datos muestran que el desarrollo de la economía China  no lo marca el plan económico, si no la ley de la oferta y la demanda es decir, en China impera la economía capitalista, no la socialista. La medidas del gobierno chino ampliando  el consumo interno vía inversión publica son políticas del capitalismo de estado, Keynesianas, no socialistas. El gobierno Chino dirigido por el PCCH  no controla la inversión productiva, ni la distribución de mercancías, que está en manos privadas.  Estos planes de estímulo económico como señala el  artículo de Bussiness Week lo más probable es que consigan   hinchar de nuevo la burbuja especulativa tanto en la bolsa, como en el sector inmobiliario, preparando una nueva caída  más temprano que tarde.

 

Seguir el modelo Chino en Cuba y Venezuela sería un completo desastre. Al igual que en China, la restauración del capitalismo  en Cuba significaría desmantelar todas las conquistas fundamentales de la revolución. Esto haría retroceder la isla décadas. Evidentemente habrá una minoría en Cuba  que al igual que sucedió en  China se beneficiaria enormemente.  Este sector reformista y pro capitalista  es el que está empujando en Cuba a favor de la restauración capitalista y presionando para  llegar a un acuerdo cuanto antes.  Pensar que la única salida para la isla es la inversión extranjera,  que fue el principal motor para el desarrollo Chino, es entregar Cuba y su población a la explotación brutal del imperialismo. Esta fue la política que llevó  la dirección del PCCH con los campesinos y la clase trabajadora China.

 

El éxito económico de China reside en la explotación de los trabajadores y campesinos basada en la ausencia de derechos democráticos, (cómo el derecho a huelga que fue retirado de la constitución del 82))  que ha permitido durante más de dos décadas una acumulación capitalista enorme sobre la base de la extracción brutal de plusvalía de la clase obrera.  Ese es el modelo de crecimiento económico Chino, que está en las antípodas del socialismo. El PCCH se abrió al capital extranjero y a la restauración capitalista, pero aprendiendo de las lecciones de la URRS, lo hizo bajo su férreo control político. Los  burócratas estalinistas  se convirtieron prósperos hombres de negocios. Evidentemente, sólo podían hacer este cambio engañando a las masas, llevando la restauración capitalista bajo el prestigio y el estandarte del partido comunista para desconcertarlas y paralizarlas.

 

Bajo la anarquía capitalista no hay salida para Cuba, Venezuela o China. Frente a la anarquía capitalista, frente a la sobreproducción generalizada,  la destrucción de fuerzas productivas y de puestos de trabajo que conlleva sólo cabe sustituir el caos capitalista por  la planificación democrática de la economía en beneficio de los trabajadores y los pobres. Ello solo es posible si las palancas fundamentales de la económica, la banca, la tierra y las grandes industrias  están en manos de un estado revolucionario auténticamente revolucionario y democrático y no en la caricatura estalinista totalitaria que imperaba en la URRS o en China.

 

Del mismo modo es imposible construir el socialismo en un sólo país. Bajo la integración de todas las económicas del continente americano en una economía nacionalizada y planificada democráticamente se podría alcanzar tasas de crecimiento económico superior al 20% rápidamente disminuyendo las desigualdades sociales y en pocos años,  desterrando la pobreza de América Latina,  alcanzando con ello  niveles de vida muy superiores a los de los países capitalistas avanzados. Las ventajas de la  colaboración económica entre Cuba y Venezuela así cómo  entre todos los países del ALBA sólo es una pálida luz de lo que se podría ser una América Unida en una federación socialista de todos los estados  que terminara con la división arbitraria del continente por parte del imperialismo para dividir y  dominar mejor a las masas trabajadoras. Este es el modelo del autentico socialismo (que no es otro que el socialismo científico que planteaban Marx, Engels,  Lenin y Trotsky)  que sólo puede llevar la revolución socialista en  Cuba y Venezuela  a la victoria.


En Cuba y Venezuela es necesario reconquistar  las ideas del autentico socialismo,  las de Marx, Engels, Lenin y Trotsky.

 

De China los dirigentes del PSUV sólo podrán traer consejos de cómo engañar a las masas hablando del socialismo mientras se privatiza y se ataca las condiciones de vida de los trabajadores y campesinos en beneficio de las multinacionales y de los capitalistas. Y evidentemente eso no es lo que los militantes del PSUV buscamos. Los socialistas venezolanos debemos conocer la verdad de lo que sucede en China. Los reformistas en su intento desesperado de mantener la revolución venezolana  dentro de los límites del capitalismo, de no tocar la propiedad privada de los medios de producción tratan de hacer pasar el capitalismo por socialismo, intentando confundir a los trabajadores y al pueblo. Para ello la “via china  al socialismo” es una de las mejores maneras de desorientar a las masas y llevar la revolución al desastre.

Los cuadros del PSUV, la juventud, los trabajadores que están sedientos de ideas acerca de cómo hacer avanzar la revolución hacia el socialismo deben obtener esas ideas de las fuentes, de los escritos e ideas de Marx, Engels , Lenin y Trotsky. El camino es el que marcó la juventud del PSUV cuando en su propuesta para la formación política incluyo recientemente en su página web  como textos fundamentales los clásicos  del  marxismo junto a textos  de Alan Woods. (Ver en  http://juventud.psuv.org.ve/?page_id=1297 ) . De que  los cuadros del PSUV,  del partido comunista cubano y de la juventud revolucionaria tanto en Cuba como en Venezuela recuperen y se armen con  las autenticas ideas del socialismo científico frente a todo intento de distorsionar y desviar el curso socialista de ambas revoluciones depende el triunfo de ambas. Por tanto la lucha ideológica contra el reformismo en todas sus formas y camuflajes (incluido el modelo chino) es la primera línea de combate de los revolucionarios tanto en Cuba como en Venezuela.

Fuentes:
(1)    Healthcare in China - a victim of capitalist  restoration, Vincent Wallace, Octubre 2008 en www.marxist.com
(2)    Reconocimiento de la propiedad privada en China ,Bárbara Areal, Abril 2007 en www.elmilitante.org
(3)    Precios al consumidor en China bajan por primera vez en seis años,  AP , marzo 2009, en Yahoo noticias.
(4)    China's Stimulus Package Boosts Economy, Dexter Roberts, Abril 2009, en www.businessweek.com.

 


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