El mundo magisterial vive actualmente una nueva etapa de ascenso de la lucha. Desde los paros y manifestaciones del 5 de diciembre y el 26 de enero, mismos que han implicado debates entre compañeros, la organización interna en las escuelas y la unidad de los distintos niveles de la educación pública pues han salido a la lucha las secciones 9, 10, 11 y 60 de primaria, secundaria, educación preescolar y especial; demostrando que unidos somos más fuertes para salir a las calles a defender la mejora de las condiciones laborales y reivindicar la herencia de combatividad del magisterio nacional y la CNTE quien convoca las movilizaciones, pero también han tenido eco entre el profesorado más joven y de reciente ingreso. 

Según los datos de Estadísticas e indicadores educativos de la CDMX en la actualidad existen 4903 escuelas públicas, con una cobertura de 2 300 000 alumnos y 141 000 docentes de los cuales el 70% somos mujeres. En las manifestaciones del 5 de diciembre se tuvieron actas de paro parcial o total de casi 500 escuelas, lo cual es un dato que se puede analizar de manera cuantitativa como una mínima participación pero de manera cualitativa como un gran esfuerzo de organización en una buena cantidad de población magisterial, mismo que es un paso que además a ido en ascenso para el siguiente paro, el del 26 de enero, y que se aspira a que sea mayor en el próximo paro y marcha del 15 de abril. 

El magisterio nacional tiene una larga tradición de lucha y organización, como sector laboral que tiene presencia e influencia en todo el país hasta las zonas más alejadas y marginadas. En el año 1914 se realizó la primera huelga del magisterio precisamente por el aumento salarial, en el año 1943 se creó el SNTE (Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación) con el objetivo de tener una herramienta de lucha combativa pero que desde el inicio resultó ser un aliado del gobierno y enemigo de la lucha democrática. Es por eso que en el año 1979 se creó la CNTE (Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación) para luchar por la mejora de las condiciones laborales en general y por la democracia sindical, y el año 1989 fue una verdadera primavera para la lucha magisterial con manifestaciones masivas, nacionales, muy combativas y muchos logros para la educación pública y todos los actores involucrados.

En 2007 se implementó la Ley del ISSSTE que atenta contra todos los trabajadores gubernamentales entre ellos los maestros pues modifica el régimen de pensiones que, en resumen, significa negar una jubilación digna. Después la lucha contra la Reforma Educativa en el año 2013 - 2016 que modifica toda la estructura de la educación nacional, desde los planes de estudio, manejo administrativo en las escuelas, condiciones de ingreso y laborales.

Estos dos movimientos son el antecedente para las generaciones de mediana y joven temporalidad en el magisterio, incluso para los de nuevo ingreso pues están muy grabadas en la memoria colectiva y sobre todo en la forma de trabajo del día a día actual.

Con esta historia, estas tradiciones y estas vivencias recientes es que inicia la nueva ola de la lucha magisterial, que como distintivo es con maestros y sobre todo maestras jóvenes de edad y de pensamiento, frescura, fuerza y ánimo de que el futuro no puede seguir siendo la precariedad económica, la inestabilidad laboral con la carencia de bases, el autoritarismo, la competencia con la USICAMM y las afores. 

Estas son las principales demandas del movimiento, que el 5 de diciembre y el 26 de enero paró escuelas, organizó a los maestros y maestras, y llenó las calles de carteles, consignas y conciencia social y política de que urge una transformación revolucionaria en las condiciones del magisterio nacional. Urge un aumento salarial de emergencia, es decir inmediato y al 07, que cubra dignamente las necesidades económicas actuales, la petición concreta es del 100% de salarios vigentes de 10000  a 11000 pesos de tiempo completo en kinder y primaria y 20 horas de secundaria. Y que el PAAE tenga perfiles de acuerdo a sus funciones.

Acabar con el autoritarismo y control coercitivo de parte de autoridades de todas las escalas, la basificación a todas las horas de trabajo, el ingreso y crecimiento laboral no por concurso sino por necesidad en las escuelas y formación y desempeño, y sobre todo jubilaciones dignas con el 100% del salario. Todo esto y más merecemos los que sacamos adelante la educación de este país.

La Brigada Magisterial Feminista de Libres y Combativas reconocemos esta gran lucha que es una nueva ola de conciencia y combatividad, encabezada por maestros y sobre todo maestras que agregan una tarea más a su labor de trabajadoras y madres, nos sumamos y llamamos a fortalecer nuestra organización politica y en las escuelas, les invitamos a sumarse a nuestras reuniones, los sábados cada dos semanas en Belisario Dominguez.


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