La semana pasada, mediante herramientas tecnológicas y encuestas en línea, la Facultad de Química declaró un paro virtual, con más de 1800 votos a favor (cerca de un 75%), esto debido a las largas que el aparato administrativo daba para cesar de derechos universitarios y expulsar a un estudiante acusado de violación. Luego de dos días en paro virtual, las autoridades sacaron un comunicado en que expusieron el cumplimiento de la demanda estudiantil. ¡Una gran victoria del movimiento!

Días antes, Preparatoria 7 igualmente convocaba a realizar una asamblea virtual y votar por irse a paro, en este caso, debido a las irregularidades administrativas y complicaciones pedagógicas y emocionales que se desprenden de tomar clases en línea. Desde un principio, como Sindicato de Estudiantes nos posicionamos en contra de la modalidad en línea, pues sabíamos que era una medida que excluiría de educación a una parte importante de la población estudiantil. En septiembre, a pocos días de iniciar el semestre 2020-1, la misma UNAM señalaba que 20% del estudiantado estaba en riesgo de abandono escolar. Hoy, a un mes de haber iniciado el semestre, sabemos que ese porcentaje irá en aumento. Es necesario repensar y actuar sobre el modelo educativo en pandemia.

A pesar de que muchas escuelas y facultades han iniciado un programa de préstamo de equipo de cómputo, sabemos la insuficiencia que existe respecto a las condiciones pertinentes para tomar clases en línea; fallos en la calidad de internet, falta de espacios adecuados para tomar clases, agotamiento físico tras pasar entre 6 y 8 horas frente a la pantalla para tomar clases (sin contar el tiempo requerido para realizar tareas y trabajos), entre otras cosas. Igualmente, recordamos la crisis que estamos viviendo, la pérdida masiva de empleos que no ha cesado, así como contagios de covid por parte de las y los estudiantes o sus familiares.

Algo está claro: las condiciones para tomar clases en línea no son óptimas en lo más mínimo. Por ello, es necesario volver a poner el dedo en la necesidad de detener las clases en línea. ¿Cómo podríamos tomar clases en línea? Si existieran programas de cobertura amplia de equipo de cómputo entre las y los alumnos, si nos garantizan una conexión a internet, si recibiéramos un apoyo mensual que nos permita enfocar esfuerzos y tiempo a la actividad escolar, por mencionar algunos elementos. Mientras no tengamos las necesidades básicas cubiertas, el abandono escolar irá en aumento. Y esto sin contar que en realidad lo que tendría que hacerse es una inversión en infraestructura escolar para asegurar las clases presenciales con todas las seguridades sanitarias y la existencia de todas las opciones para seguir estudiando.

La UNAM, por su parte, ha dicho que ‘no se detiene’, dando a entender que la educación en este país es un servicio al que pueden acceder únicamente quienes tienen los medios para hacerlo. El restante, aquellas y aquellos que no podemos costearnos un equipo de cómputo, que debemos sopesar entre trabajar para aportar al ingreso de casa o estudiar, quienes en condiciones ‘normales’ ya corríamos peligro de abandono escolar, estamos condenadas y condenados al abandono institucional.

Defendamos la educación pública para todas y todos ¡qué nadie quede fuera!

Es importante retomar los ejemplos arriba mencionados, tanto en Química como en Prepa 7, esto con la finalidad de impulsar la reorganización estudiantil en las nuevas condiciones, movilizarnos para visibilizar la carencia de elementos básicos para estudiar. Impulsar un paro general en defensa de la educación pública, por exigir un aumento del 10% del PIB a la educación, por denunciar todas aquellas situaciones que nos hacen elegir entre estudiar o trabajar.

¡Sólo la lucha organizada nos hará conquistar nuestros derechos!

¡Únete al Sindicato de Estudiantes y llevemos adelante la batalla por nuestro derecho a la educación!


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