Uno de los pocos bastiones que le quedan al PRI en las contiendas electorales para 2024 está a pocos meses de desaparecer. El Estado de México tendrá elecciones para la gubernatura en este año, y Morena encabeza las encuestas a través de la candidatura de Delfina Gómez.

A pesar de que no es la primera vez que es candidata por Morena para la gubernatura de este Estado, es muy probable que ahora gane por un margen considerable y le arrebate al PRI las elecciones, y esto se debe a que en los últimos sexenios, el PRI ha dejado un estado sin condiciones para una vida digna, ha sumado muchas muertes y sobre todo, ha sido el epicentro del país respecto a la violencia en contra de las mujeres. Esta catástrofe que ha significado el priismo para las masas será capitalizada por Morena en las elecciones.

El Estado de México, gobernado por el priísta Alfredo del Mazo, es heredero de una tradición histórica que ha hecho que los municipios de Ecatepec, Chimalhuacán, Los Reyes, Chalco entre otros, sean lugares en los que ser mujer, caminar por las noches o ir a trabajar, sea un peligro latente; y es que el año 2022, se registraron más de 120 feminicidios, colocando a esta entidad en el primer lugar con mayor número de casos de mujeres asesinadas.

Sin embargo, esta violencia feminicida responde a la impunidad y la corrupción que el gobierno ha permitido, perpetuándolo en las instituciones dedicadas a la impartición de justicia. No olvidemos los casos que se han registrado en los que varios feminicidios son a manos de una sola persona, mismas que a pesar de contar con todos los indicios de culpabilidad, se les ha puesto en libertad permitiendo que continuaran cometiendo crímenes de odio en contra de las mujeres.

La permanencia del PRI en el poder durante más de 70 años en este Estado, permitió que la violencia sea una costumbre y que las personas que a diario transitan hacia la Ciudad de México, lo hagan en un transporte público que es de los más caros y más peligrosos del país, pues no olvidemos el caso de la menor que desapareció en Nezahualcóyotl, cuando su padre le pidió que abordara una combi para llegar a su casa.

Casos como este, o como los feminicidas de Ecatepec y Atizapán, son de los más indignantes, sin olvidar el reciente suceso de María Ángela, menor que fue sustraída en las inmediaciones del paradero de Indios Verdes, y que aún no se esclarece por qué fue localizada en una de las colonias más peligrosas de Nezahualcóyotl.

Así es la forma en cómo gobierna el PRI, sin políticas gubernamentales que aseguren a las mujeres el poder caminar solas por las calles, el salir de casa a trabajar sin que haya temor a que desaparezca. Es por ello la urgencia de poder generar un cambio en las condiciones estructurales del gobierno, en las formas de cómo se imparte la justicia, pues la sola voluntad y el discurso, no garantiza que las mujeres sigan siendo vulneradas en sus espacios de trabajo o incluso dentro de sus familias.

Pero esta preocupación, dolorosamente no ha sido parte de las estrategias de gobierno del partido que actualmente se encuentra en el poder mexiquense, pues basta con recordar los casos de sus dirigentes como Cuauhtémoc de la Torre o “Alito” Moreno que han usado sus cargos dentro del PRI para mantener redes de trata de personas, favorecer encuestas a mujeres aspirantes a cargos de elección popular, e incluso referirse a las mujeres de manera despectiva.

El riesgo latente de la permanencia del PRI en el poder para este año, debe enfrentarse a través de la movilización y la organización, con el fin de que exista en cambio y una transformación en la manera de generar políticas públicas en beneficio de las niñas y las mujeres que habitan en el Estado de México, pues la preocupación de regresar vivas a casa no tendría que ser nuestro día a día.