Durante la jornada de lucha del 8M, día de la mujer trabajadora, mujeres e infancias que protestaban en contra de la violencia machista, la precariedad laboral y el genocidio en Gaza, fueron detenidas y/o brutalmente reprimidas por las fuerzas coercitivas del Estado en varias partes del territorio.

En Zacatecas, como indignante ejemplo, policías atacaron a las manifestantes gaseándolas y batiéndolas cruelmente, y en videos que han circulado por redes sociales hemos podido ver la manera en que estas personas semi-desnudaban a una adolescente mientras la arrastraban y golpeaban con la más absoluta violencia. Asimismo, en Monterrey, Nuevo León, hombres y mujeres infiltrados, sin uniforme, agredieron y llevaron arrastrando a varias compañeras hacia los contingentes policiacos. En Coahuila, una mujer uniformada que cubría su boca con un pañuelo morado (símbolo de la lucha feminista) fue grabada jaloneando del cabello a una adolescente, intentando llevársela mientras ésta pedía ayuda. Hay, igualmente, videos en los que se han dado a conocer los casos de niñas y niñxs que, en Colima, intentaban aliviar sus ojos que ardían luego de haber sido atacadxs con gases. En estos estados, además de otros como Puebla, Oaxaca, Yucatán, Durango y el Estado de México, lxs asistentes, incluidas infancias, fueron atacadas verbalmente, al igual que rociadxs con agua a presión y gases lacrimógenos si no golpeadxs a manos de los cuerpos armados que atestaban, quizá más que nunca, las calles.

Con todo esto, queda clara la intención del Estado que, con su vigoroso aparato policiaco, militar y penitenciario, ataca a las resistencias organizadas y, al mismo tiempo, busca provocar miedo en la población para con ello evitar que cada vez más personas se unan a las movilizaciones. Pero más miedo tienen ellxs, lxs poderosos, quienes, con toda su maquinaria propagandística, intentan disfrazarlo detrás de sentencias como que las feministas somos criminales que agitamos, vandalizamos y destruimos sus monumentos, edificios y ciudades, y así quieren hacer pensar a la gente que, si nos persiguen, apresan y reprimen es porque lo merecemos. Sus temores y estrategias no son para menos, el movimiento feminista que llena las calles con centenas de miles de mujeres y disidencias, y que tiene un carácter mayormente proletario y popular, se ha convertido en una amenaza y un desafío frontal para el capitalismo y sus instituciones colonialistas y patriarcales. Y lo cierto es que no sería la primera vez que se intenta frenar por la fuerza un movimiento, lo mismo que sembrar aversión, si no alarma o desesperanza en las sociedades.

Ahora bien, es necesario subrayar que, aunque estados como Nuevo León, Coahuila y Yucatán están siendo gobernados por la derecha que, históricamente, se ha encargado de censurar y someter violentamente a los sectores y movimientos populares, una parte importante de los lugares que ayer fueron reprimidos durante la jornada feminista son administrados por gobiernos que, al menos en el discurso, se dicen de izquierda, pero que continúan aplicando políticas y tácticas de derecha ¡Indignante! Esto, de cara a las elecciones, no puede menos que preocuparnos, teniendo como única opción en la izquierda electoral a una Claudia Sheinbaum que, además de renegar del feminismo de clase y anticapitalista, integra en sus filas a personajes asociados con las derechas o directamente con actos de persecución y represión de los movimientos y sectores populares y/o feministas todo a lo largo de la república mexicana.

El feminismo ha sido, y debe continuar siendo, una herramienta de lucha desde abajo, a la izquierda revolucionaria y anticapitalista. Las mujeres, disidencias y resistencias sólo pueden confrontar estas respuestas violentas atizadas desde arriba, con la organización y la movilización desde abajo. Nos queda claro que no podemos confiar en un Estado burgués que, en lugar de protegernos nos revictimiza, nos criminaliza, nos persigue, nos apresa, nos arrastra, nos ataca, nos azota o nos mata. Es así que solo nos queda continuar tomando las calles y recurrir a la autodefensa, comprender que, al final del día, solo nos tenemos nosotrxs.

Ayer, muchas pudimos marchar en espacios seguros, mano a mano con nuestras amigas y amigxs, con nuestrxs hijxs y familiares, con nuestras compañeras y compañerxs de lucha, pero tristemente solo fue, como casi siempre, una excepción, y muchas compañeras y compañerxs estaban siendo, al mismo tiempo, reprimidxs por el Estado.

Desde Libres y Combativas nos solidarizamos con todas las compañeras que han sufrido esta brutal represión y ¡exigimos la liberación de todas nuestras compañeras presas en esta jornada sin ningún tipo de cargo o represalia! ¡La rendición de cuentas del Estado, destitución y castigo a los represores responsables! El espacio público es nuestro, y si buscan quitárnoslo, van a encontrar nuestra resistencia. Nos atacan porque somos un movimiento anti sistémico claramente y porque somos fuertes pero ni la represión, ni la criminalización detendrán nuestra lucha y organización ¡No se va caer, lo vamos a tirar!

https://twitter.com/cos_loreaflores/status/1766263003190608229?t=OScO9zDAn2WzOErjxvfIxw&s=19

https://twitter.com/cesarmty/status/1766328784175657098?t=KVvbdXuICegVXarZ2Z_NyQ&s=08

https://www.youtube.com/watch?v=QU586kLl5dk


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