En reciente declaraciones el presidente de la reserva federal norteamericana Bernanke señalaba que la economía norteamericana "se enfrentaba a formidables vientos en contra". Parece que los 700.000 millones de dólares de ayuda para impedir el colapso del sistema financiero mundial tras la quiebra de Lehman Brothers en septiembre de 2008 por la cuales se cubrió el enorme hueco dejado por colapso de la burbuja inmobiliaria, la mayor de la historia del capitalismo, han sido insuficientes para conjurar el peligro de la crisis. Al contrario, la crisis se resolvió de un modo temporal, a costa de trasladar la enorme deuda impagada del sector privado al sector público. El endeudamiento público ha llegado a cotas desconocidas y representa un problema para la burguesía en todos los países del mundo.
Paul Kurgman , en un reciente artículo titulado "la misión inconclusa de Bernanke" señalaba la necesidad de continuar con la ayuda estatal. Este diciembre toca a su fin el paquete de ayuda de 700.000 millones. ¿Se renovará?. La presión de los republicanos y buena parte de la bancada demócrata, no está por la tarea. Krugman en su artículo argumentaba que aún era necesario un nuevo plan para estabilizar el sistema bancario que está tocado. También era necesario para terminar con el fuerte desempleo y el sufrimiento de millones de personas que no encuentran trabajo. Frente a la visión filantrópica de Krugman parece que buena parte de la burguesía se alineaba con la idea de recortar la enorme deuda contraída por el estado y que en caso de no reducirse podría conducir al impago a medio y largo plazo de los bonos de la deuda y a un rebotar de la inflación.
¿Qué va hacer Obama? En una entrevista a Fox News, Obama indicó "es importante reconocer que, si seguimos añadiendo deuda pública, en mitad de la recuperación, la gente puede perder su confianza en la economía de EEUU, lo que puede provocar una doble recesión". Actualmente el país posee una deuda pública de 12,03 billones de dólares (8,8 billones de euros), según las cifras oficiales del Departamento del Tesoro. Esta cifra, la más alta del mundo, representa el 83% del PIB (datos de 2008)". Expansion.18-11-00
Atrapados en un mar de contradicciones ....y de deuda.
Así la burguesía de la principal potencia imperialista está atrapada entre inyectar más dinero para estimular la economía y mantener el débil crecimiento económico y recortar desempleo o recortar la enorme deuda contraída que amenaza el futuro.
La estabilización económica tras la recesión más importante desde los años 30 está llena de incertidumbres. Cómo señalaba The Economist en su último número en el artículo titulado "La gran estabilización", "la mala noticia es que la estabilidad de hoy, es preocupantemente frágil, tanto porque la demanda mundial sigue dependiendo del apoyo gubernamental y por la generosidad pública que ha tapado viejos problemas, mientras que ha creado nuevas fuentes de inestabilidad. Los precios de las propiedades siguen cayendo en más lugares de los que están subiendo, y como muestra la nacionalización del grupo Hypo de Austria esta semana, la inestabilidad bancaria aún persiste. Los signos aparentes de éxito, como la devolución de capital público prestado de los megabancos norteamericanos, hacen que sea fácil olvidar que la recuperación aún depende del apoyo gubernamental. Apartando los efectos temporales de la recapitalización de las empresas, y que gran parte de la recuperación de la demanda mundial es gracias a las arcas públicas, derivada del aumento de la inversión inducida desde el gobierno en Chinas hasta el aumento del gasto en Estados Unidos. Esto es reactivando la recuperación en las grandes economías emergentes, mientras sólo se está aplazando una recaída en la recesión en la mayor parte del mundo rico" . "La gran estabilización, The economist"
El endeudamiento, el factor clave para el crecimiento de los últimos 20 años se ha transformado el dogal que amenaza con estrangular la economía capitalista. El imperialismo norteamericano ha combatido esto dejando caer el dólar 20% desde diciembre de 2008. Ahora la burguesía norteamericana buscan la salida a la crisis en el mercado mundial a través de esta depreciación del dólar lleva a colocar en el resto del mundo productos norteamericanos a bajos precios. Esto en la práctica significa que la burguesía norteamericana exporta desempleo.
A todo esto se suma que los tipos de interés, están a cero. Considerando la inflación, los tipos de interés verdaderamente son negativos. Aún así los bancos siguen sin prestar fondos. La idea de que regulando los tipos de interés se puede regular la economía capitalista se mostró como una cortina de humo para hinchar la burbuja especulativas de los últimos 20 años sobre la base de créditos baratos. Los tipos de interés tan bajos, la caída del comercio mundial este año 2009 en cerca del 10% la mayor desde la gran depresión, y los bancos siguen sin prestar dinero. ¿Dónde va a invertir capital la burguesía? No en bienes de equipo con la sobrecapacidad instalada en la industria.
Dominio del capital financiero y anarquía
Al igual que una plaga bíblica el capital financiero de nuevo está hinchando el precio de las materias primas y el oro. Esa es la explicación de que el petróleo no haya bajado pese a la caída del consumo mundial, también explica cómo los países atrasados que dependen de exportación de materias primas hayan conseguido salir de la crisis. Así una nueva burbuja, sobre la base de los bajos tipos de interés, la saturación de los mercados mundiales fruto de la sobrecapacidad y la caída del poder de consumo de las masas, está en ciernes. Cómo los Borbones la burguesía en su senilidad, ni aprende ni olvida de la crisis reciente. Esa burbuja caerá empujando de nuevo la economía mundial hacia abajo.
¿Tendrá de nuevo la burguesía capacidad de taponar la sangría de recursos que ocasiona la anarquía especulativa? Veremos, lo cierto es que el tamaño de la vía de agua del buque de la economía capitalista es muy grande. Se han puesto algunas tablas para que no entre tanta agua, aunque cada vez hay menos maderos en una embarcación tambaleante que amenaza con resquebrajarse en cualquier momento. Aún así los capitanes del barco, que no son ni Obama, ni Bernanke ni los gobiernos capitalistas, si no los especuladores internacionales, aceleran el paso de barco y lo llevan hacia otra tormenta espoleados por la búsqueda de beneficios.
Ese equilibrio inestable con el que se conduce la cadena de la economía mundial puede romperse por cualquier lado como se ha visto los últimos meses, hay muchos eslabones débiles: la posibilidad de quiebra de Dubai hizo tambalearse los mercados mundiales, la deuda total de Dubai se estima en unos 80.000 millones de dólares; Dubai World, el conglomerado controlado por el sector público que congeló sus compromisos de pago, concentra casi 60.000 millones comprometidos con la banca europea. O el temor de quiebra en Grecia debido al elevado de su deuda pública.
En la época de declive imperialista, como señalaba Lenin, es aplastante el dominio del capital financiero que marca el ritmo de la economía capitalista, un ritmo anárquico que profundiza en vez de atenuar los desequilibrios y lanza por la borda la ilusión ficticia de la regulación del mercado. La concentración de capital en pocas manos contradictoriamente agudiza la anarquía económica.
Recrudecimiento de la lucha de clases.
Los temblores en la estructura económica, se manifiestan como fuertes sacudidas en la superestructura de la sociedad capitalista. Las repercusiones en la lucha de clases son evidentes: la política de recorte del déficit se va a hacer a costa de la clase obrera en todo el mundo. Grecia es el espejo donde se puede mirar el resto de los países capitalistas avanzados. Se está preparando una huelga general contra las medidas fiscales del gobierno Papandreou que pretende recortar el déficit publico del 12,7% del PIB estimado para 2009 a menos del 3% del PIB en 2013, a un ritmo anual de -2% a partir de 2011. Entre las medidas para lograr esta reducción del gasto, Papandreou ha propuesto recortar en un 10% el gasto público, congelar los salarios superiores a 2.000 euros y frenar las contrataciones hasta 2010. Sin salir de la crisis, Europa y el resto del mundo se enfrentan a un recrudecimiento de la lucha de clases y del movimiento huelguístico contra los planes de la burguesía de hacer pagar la crisis a los trabajadores. Sí, soplan formidables vientos en contra, vientos que son el preludio de la nueva tormenta que se avecina.