El PP obtiene el peor resultado de su historia, perdiendo más de 2,6 millones de votos (40% menos que los votos obtenidos en 2009). Si se mantiene como partido más votado es porque la debacle del PSOE es aún mayor, si tenemos en cuenta que es un partido que no gobierna. El PSOE pierde otros 2,5 millones de votos, otro 40% menos que lo obtenido en 2009. La socialdemocracia obtiene el peor resultado de su historia desde la caída de la dictadura en unas elecciones de tipo general, escenificando la crisis brutal que arrastra por su adaptación a la lógica del capitalismo, por su defensa del parlamentarismo burgués y por los constantes ofrecimientos a Pactos de Estado con la derecha. El hundimiento de la credibilidad de Rubalcaba y la actual dirección socialdemócrata entre amplios sectores de la clase obrera y la juventud es un hecho incontestable.
Aunque los medios de comunicación de la burguesía quieran ocultarlo, el avance de Izquierda Unida ha sido tremendo, pasando de medio millón de votos a más de un millón y medio en cifras redondas. El incremento del voto a IU refleja el giro a la izquierda que se ha producido entre amplias capas de la clase obrera y de la juventud y su rechazo frontal a la política de recortes y a las destructivas consecuencias de la crisis del sistema capitalista. Si IU adoptara de forma clara y consecuente un programa socialista revolucionario, si se desmarcara públicamente de las políticas de pacto social que defienden las cúpulas de CCOO y UGT, y defendiera con rotundidad una alternativa al capitalismo su apoyo podría incrementarse aún más. La irrupción de Podemos, que obtiene 1.214.156, situándose como cuarta fuerza política, refleja también con contundencia ese giro a la izquierda y la búsqueda, no solo por parte de los trabajadores, sino de amplios sectores de las capas medias y de la juventud, de una alternativa contrapuesta a la putrefacción de la política oficial burguesa.
Los votos de Izquierda Unida y Podemos sumados representan el 18% del total. En Madrid y muchas otras localidades y comunidades autónomas el porcentaje de ambas formaciones supera ampliamente el voto obtenido por el PSOE.
En los últimos años, los efectos de la crisis capitalista, la ofensiva salvaje de la burguesía contra los derechos sociales conquistados y la experiencia de la lucha de masas, han provocado un profundo cambio en la conciencia de millones de trabajadores, de jóvenes, de desempleados, de sectores de las capas medias empobrecidas. Estas elecciones reflejan que la posibilidad de derrotar a la derecha y detener su ofensiva, tanto en la calle como en las urnas, es perfectamente real. En las próximas horas publicaremos un análisis a fondo de estas elecciones que, sin duda, tienen una gran trascendencia para la izquierda y para todos aquellos que estamos comprometidos en la lucha contra el capitalismo y por la transformación socialista de la sociedad.
