Comienzan a moverse nuevos sectores de la clase trabajadora. Los trabajadores de los supermercados Target en Christiansburg, Virginia, se declararon en huelga durante cinco días en septiembre, consiguiendo su principal reivindicación relacionada con la discriminación sexual y racial. Estos trabajadores han comenzado a seguir el camino de sus abuelos y abuelas, aprendiendo que tienen un enorme poder cuando se unen y comienzan a luchar.
Pero aún más importante ha sido el comienzo de la lucha de los trabajadores en los gigantescos almacenes de Amazon. Los trabajadores de dichos almacenes y numerosos simpatizantes con esta causa protestaron por los bajos salarios y las condiciones brutales de trabajo en Manhattan, Nueva York, en diciembre. Por otro lado los trabajadores de los almacenes de Amazon se declararon en huelga en 2016 en el mayor almacén de esta empresa en Italia. Y ahora una campaña de organización sindical clandestina esta iniciándose en los almacenes de EE. UU.
Solo en los EE. UU., Amazon tiene más de 50 edificios gigantescos con más de 40.000 trabajadores a tiempo completo. La plantilla total de Amazon es superior a 450.000 empleados que trabajan en condiciones brutales.
Sin embargo, el Director Ejecutivo de Amazon Jeff Bezos es el hombre más rico del mundo, calculándosele una fortuna de más de 100 mil millones de dólares. Gana más dinero en un minuto que la media de un trabajador “millennial” en un año. Esto es consecuencia de que bajo el capitalismo los patrones controlan salarios y condiciones de trabajo, pudiendo pagar a sus trabajadores muy por debajo de la riqueza que estos mismos producen.
Condiciones Deplorables
Un periodista que se infiltró trabajando en secreto en un almacén de Amazon en Inglaterra escribió: "Solo en una jaula de metal cerrada, a 10 pies de distancia de mi compañero más cercano, un robot se acerca desde las sombras y empuja una torre de estantes hacia mí. Tengo nueve segundos para coger y procesar un artículo que se enviará para empacar: con un objetivo de 300 artículos por hora, hora tras hora de forma implacable. Aquellos que no podían cumplir cada día sus duros objetivos se enfrentaban a sanciones, y algunos que se rendían fruto de la tensión tuvieron que ser atendidos por los equipos médicos. Muchos de los relojes han sido cubiertos con cinta adhesiva por empleados desesperados para no recordar cuánto tiempo les queda aún de su turno." (Mirror, 25/11/2017).
Otro trabajador de Amazon explicó: "Si estás a punto de llegar a una punta del almacén y suena la llamada para el almuerzo, solo tendrás 30 minutos desde ese mismo momento para fichar tu salida, comer y regresar. Gastas la mitad de tu tiempo esperando a ser escaneado para asegurarse de que no estás robando nada, lo que te deja finalmente unos 10 minutos para comer." Un trabajador de un almacén de Amazon estimó que camina 13 millas por día en el almacén, (MentalFloss.com, 11/4/2015).
Los trabajadores se enfrentan a una campaña diaria de propaganda señalándoles que no pueden hacer nada en esta nueva “gig economy” y que los sindicatos son una reliquia del pasado. Sin embargo los empresarios sigue sin ganar dinero cuando los trabajadores deciden abandonar su puesto de trabajo, ¡eso no ha cambiado!
Sigue habiendo un poderoso sector industrial en los Estados Unidos. Los trabajadores del transporte, los trabajadores del sector de la energía, los trabajadores de almacenes, los trabajadores de supermercados y muchos otros tienen un enorme poder si los sindicatos decidieran dar un paso adelante y movilizar a todos los trabajadores sindicalizados.
La economía digital y de las nuevas tecnologías está creando nuevos sectores poderosos de clase trabajadora. Los trabajadores en los enormes almacenes de distribución de Amazon fuera de las grandes las ciudades tienen un enorme poder potencial. Se trata de centros masivos que distribuyen productos que representan un sector gigantesco de la economía, y que se basan en un sistema de distribución “justo a tiempo”. Si los trabajadores pararan dichos almacenes, Amazon se vería obligada a concederles mejores salarios y condiciones de trabajo o en caso contrario perder miles de millones de dólares.
Sacar a la luz las condiciones de trabajo brutales que hay en Amazon es un aspecto clave de cara a movilizar a la opinión pública del lado de los trabajadores. Pero aún más importante, y un aspecto crucial de cara a conseguir cambios duraderos, es que los propios trabajadores se organicen. La organización clandestina dentro de los propios almacenes es fundamental. Socialist Alternative anima a los trabajadores a llevar adelante este importante trabajo de autoorganización de los trabajadores en los almacenes de cara a que puedan establecerse los cimientos para construir importantes organizaciones sindicales el día de mañana.
¿Se puede salvar el pequeño comercio?
El pequeño comercio tal como la conocemos nunca volverá a ser igual. Es necesario que los trabajadores del pequeño comercio, tanto en las tiendas tradicionales como en los nuevos almacenes, se organicen junto con el resto de la clase trabajadora para exigir:
- Salario mínimo de 15 dólares. ¡Un salario digno para todos!
- Trabajos donde exista el derecho a sindicarse. Necesitamos sindicatos democráticos administrados por los propios trabajadores para luchar por mejores salarios, condiciones de trabajo dignas y servicios sociales, especialmente en el caso de los almacenes de Amazon.
- Hay que nacionalizar las principales multinacionales del comercio y la distribución baja el control democrático de la población. ¡Romper el poder de los patrones! La enorme riqueza e infraestructuras del sector deberían estar al servicio de todos.