“Cuando Gaza quede completamente destruida, sus ciudadanos estén concentrados al sur del corredor de Morag y empiecen a marcharse en grupos grandes a terceros países”.[1] Así respondía el ministro de Finanzas israelí, Bezalel Smotrich, a la pregunta de cuándo terminará la Operación Carros de Gedeón, la nueva espiral de muerte y destrucción desatada por el Estado sionista en Gaza. El propio Netanyahu no ha dudado en definirla como la “solución final”. ¡El mismo término que utilizaron los nazis cuando mandaron a millones de judíos, comunistas y minorías étnicas y religiosas a los campos de exterminio de Auschwitz o Mauthausen!

“Cuando Gaza quede completamente destruida, sus ciudadanos estén concentrados al sur del corredor de Morag y empiecen a marcharse en grupos grandes a terceros países”.[1] Así respondía el ministro de Finanzas israelí, Bezalel Smotrich, a la pregunta de cuándo terminará la Operación Carros de Gedeón, la nueva espiral de muerte y destrucción desatada por el Estado sionista en Gaza. El propio Netanyahu no ha dudado en definirla como la “solución final”. ¡El mismo término que utilizaron los nazis cuando mandaron a millones de judíos, comunistas y minorías étnicas y religiosas a los campos de exterminio de Auschwitz o Mauthausen!

¡Como los nazis! Netanyahu, apoyado por Trump, organiza un holocausto en Palestina  

Y es que los métodos son los mismos: provocar un auténtico holocausto combinando el asesinato en masa con bombas y balas y el exterminio por sed, enfermedades y hambruna para forzar el éxodo de centenares de miles de palestinos y la reclusión de muchos de ellos en campos de concentración en terceros países.

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" Netanyahu define esta nueva etapa de la masacre contra los palestinos como la “solución final”. ¡Como los nazis cuando mandaron a millones de judíos, comunistas y minorías étnicas y religiosas a los campos de exterminio de Auschwitz o Mauthausen!  "

Las víctimas mortales directas superan las 70,000. Sumando las muertes por enfermedad, desnutrición, etc., distintas fuentes las elevan ya a más de 180,000. Esta masacre podría multiplicarse durante las próximas semanas con la decisión del Gobierno israelí de destruir la mayor parte de los sistemas de agua potable y red eléctrica y de paralizar los convoyes de ayuda humanitaria, impidiendo que llegue comida, agua, medicinas y otros productos de primera necesidad a centenares de miles de personas.

No hay pan en las panaderías, y el personal sanitario denuncia que debe reutilizar las jeringuillas y operar en condiciones insalubres. Funcionarios de la ONU advierten que en los próximos días y semanas podrían morir 14,000 bebés[2] y 65,000 niños y niñas.[3]

Animado por la complicidad occidental, los planes del Gobierno nazisionista para “borrar Gaza del mapa” mediante la Operación Carros de Gedeón se complementan con la puesta en marcha de la Operación Muro de Acero en Cisjordania.

Alguien tan poco sospechoso de radicalismo propalestino como la directora de Operaciones Globales de la Oficina del Alto Comisionado de la ONU para los Derechos Humanos, hace unos días, denunciaba que esta operación está suponiendo “la integración progresiva de la Cisjordania ocupada al Estado de Israel” en una “situación de apartheid” donde “la línea entre la violencia de los colonos y la violencia del Estado (israelí) se ha difuminado por completo, lo que facilita aún más la violencia y la impunidad”.[4]

Estamos ante un holocausto como el que organizaron Hitler y Goebbels contra los judíos, retransmitido en directo por televisión a todo el mundo y con apoyo total del Gobierno ultraderechista de Donald Trump (que sigue suministrando miles de millones de dólares y armas al Estado sionista) y la complicidad cínica del resto de Gobiernos occidentales, empezando por los de la Unión Europea.

Un holocausto contra el que aquellos Gobiernos que emiten declaraciones condenatorias se limitan a derramar lágrimas de cocodrilo mientras mantienen relaciones comerciales y diplomáticas con el régimen asesino de Netanyahu. Y la razón es muy sencilla: como ocurrió con el régimen nazi, esta masacre proporciona beneficios multimillonarios a los grandes bancos y empresas estadounidenses y europeas.

Un genocidio muy rentable

La maquinaria de destrucción y muerte del Estado sionista no podría sostenerse 24 horas sin la financiación, capitales, inversiones e intercambios comerciales que aporta el imperialismo occidental.

Los planes de Trump para convertir Gaza, una vez masacrados y expulsados los palestinos, en un resort de lujo no son delirios. Es un proyecto acariciado desde hace tiempo por especuladores inmobiliarios, bancos y empresas constructoras israelíes, estadounidenses y europeas. A este lucrativo negocio que se levantará con la sangre del pueblo palestino se une la explotación de yacimientos de gas y petróleo, del sector agroalimentario y las inversiones en la propia industria militar y el sector tecnológico vinculado a la producción armamentística y el espionaje.

Los fabricantes de las bombas, aviones y tanques que arrasan Gaza baten récords en Bolsa, repartiendo dividendos millonarios a bancos y empresas de todo el mundo. 

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" Los Gobiernos derraman lágrimas de cocodrilo mientras mantienen relaciones comerciales y diplomáticas con Israel, incluso el de Claudia Sheinbaum pese al reconocimiento de la embajadora de Palestina en México. Como ocurrió con el régimen nazi, esta masacre proporciona pingües beneficios a los grandes bancos y empresas estadounidenses y europeas.  "

Entre 2019 y 2023, veinte bancos europeos proporcionaron 36,100 millones de euros en préstamos y garantías a los mayores proveedores internacionales de armas de Israel. Empezando por el francés BNP Paribas y siguiendo por Crédit Agricole, Deutsche Bank, Barclays o el Citigroup neoyorquino, líder del consorcio que financió la compra de los super aviones F-35, los más costosos y destructivos del mercado. En esta macabra lista no podían faltar bancos españoles con presencia en México como el Santander y BBVA.[5]

Además, empresas como CEMEX ha participado en proyectos de infraestructura en zonas ocupadas por Israel y opera plantas de producción de concreto en asentamientos israelí sobre suelo palestino. México es actualmente el segundo socio comercial de Israel en latinoamerica e Israel es el primer socio comecial de México en Oriente Medio.

Desde enero de 2020 a agosto de 2023 fueron 776 bancos europeos los que brindaron apoyo financiero por 164,200 millones de dólares a 51 empresas involucradas en la construcción de asentamientos ilegales en Cisjordania.[6] Los bancos y empresas españoles ocupan el tercer lugar de la UE en estas inversiones, sin que el Gobierno de Pedro Sánchez mueva un dedo para impedirlo. Peor, el PSOE y Sumar permiten la participación de empresas públicas como Ineco, perteneciente al Ministerio de Transportes y Sostenibilidad,[7] y mantienen sin alteración la compra y venta de armas a Israel.[8]

Y todavía tenemos que escuchar cómo nos hablan del “aislamiento internacional de Netanyahu”, las “presiones europeas” y sus “esfuerzos en favor de la paz”. ¡Qué cinismo! ¡Con la misma mano que firman las declaraciones de condena suscriben los contratos millonarios para seguir masacrando al pueblo palestino!

Trump busca la complicidad de los regímenes reaccionarios del mundo árabe

Como parte de la campaña de propaganda para blanquear el papel decisivo de EEUU y la UE en este genocidio, los medios capitalistas occidentales presentan como “pruebas” de un cambio en la política occidental hacia Israel las declaraciones del primer ministro británico Starmer, el presidente francés Macron y otros amenazando con revisar la firma de un acuerdo comercial entre la UE y el régimen de Netanyahu. O la reciente gira de Donald Trump por Arabia Saudí, Catar y Emiratos Árabes y el hecho anecdótico de que no hiciese escala en Tel Aviv para sacarse otra foto con Netanyahu.

¡Qué falacia! ¡Como si Netanyahu necesitase más fotos con Trump para seguir adelante! ¡Como si no hablasen todos los días, planificando juntos el holocausto en marcha! Y, lo más importante, como si el régimen nazisionista no siguiese recibiendo día tras día el chorro de dinero que le proporcionan la ayuda militar estadounidense, los acuerdos para la compra y venta de armas, y el resto de inversiones que engrasan su máquina de matar.

Decisiones de Trump como parar temporalmente los bombardeos contra los hutíes de Yemen o la posibilidad de retomar las negociaciones que él mismo rompió con Irán no son más que las típicas maniobras cínicas del Gran Juego imperialista. Apuestan por aplazar temporalmente la ofensiva contra otros enemigos para concentrarse en su objetivo principal en este momento: el genocidio y la expulsión del pueblo palestino.

Lo mismo ocurre con los acuerdos suscritos entre EEUU y las monarquías ultrarreaccionarias del Golfo Pérsico en torno a la compra y venta de armas y otros planes de inversión. Además de mejorar la posición competitiva de las empresas estadounidenses en algunos países árabes, Trump pretende asegurarse el apoyo de estos regímenes para que repriman al movimiento de masas en apoyo a Palestina y sigan aceptando sumisamente, como hasta ahora, los planes de EEUU e Israel para la región. Washington y Tel Aviv llevan tiempo barajando el proyecto para la deportación masiva de población palestina a países como Egipto, Siria o incluso Libia.

China y Rusia miran a otro lado

No obstante, si Trump y Netanyahu han podido avanzar de esta manera es porque el bloque imperialista rival, formado por Rusia y China, mira a otro lado y no hace nada serio por frenar esta masacre.

Aunque una parte de la izquierda lo silencie, China es ya el primer socio comercial del conjunto de Oriente Medio y el segundo de Israel. El régimen de Xi Jinping se limita a declaraciones abstractas sobre la paz y el diálogo mientras, en la práctica, apuesta por mantener el statu quo y la estabilidad capitalista regional.

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" Trump y Netanyahu han llegado tan lejos porque el bloque imperialista de Rusia y China, no hace nada serio por frenar esta masacre. Aunque parte de la izquierda lo silencie, China es el segundo socio comercial de Israel. "

Los intercambios comerciales entre Beijing y Oriente Medio se duplicaron entre 2017 y 2022, pasando de 262,500 millones de dólares a 507,200 millones. La mitad de esas inversiones se concentra en las monarquías del Golfo: Arabia Saudí, Emiratos Árabes Unidos, Catar, Kuwait, Baréin y Omán, que además aportan el 50% del gas y petróleo que consume el gigante asiático.

Los acuerdos puntuales de Trump con estas monarquías palidecen frente al peso decisivo y los proyectos de largo alcance chinos, que abarcan todos los sectores (puertos, transporte, redes eléctricas, alta tecnología...) y a todos los países, incluido Israel.

En ese mismo periodo, las inversiones e intercambios comerciales entre China y el régimen sionista pasaron de 13,100 millones de dólares a 24,450 millones, incluyendo la compra y venta de tecnología para la industria militar, el espionaje y la represión, además de importantes inversiones en puertos, transporte e infraestructuras claves para el funcionamiento de la maquinaria de guerra sionista. De hecho, entre marzo de 2024 y marzo de 2025, mientras Tel Aviv intensificaba su genocidio, las exportaciones chinas a Israel crecieron un 53.1% y las de Israel a China un 48.9%.

Los sectores de la izquierda estalinista y reformista que presentan a Xi Jinping y a Putin como luchadores antiimperialistas —o como “imperialistas buenos” cuyo enfrentamiento con Washington “abre espacios para la lucha por la paz” y la “soberanía de los pueblos”— deberían responder a estas preguntas. ¿Por qué China y Rusia no han roto relaciones diplomáticas y comerciales con Israel? ¿Por qué Beijing no utiliza su poder económico y la dependencia de decenas de países de su financiación, inversiones e intercambios comerciales para imponer un embargo y sanciones contra el régimen sionista y aquellos países que comercien con él, como ha hecho Washington tantas veces contra países que considera enemigos?

La respuesta es muy sencilla. China y Rusia son potencias imperialistas a las que lo único que les importa es la defensa de sus negocios e intereses en la pugna con EEUU por los mercados, rutas comerciales y fuentes de materias primas.

Una lucha antiimperialista genuina en defensa del pueblo palestino desataría un movimiento revolucionario de masas en el mundo árabe y musulmán, amenazando los negocios, proyectos e inversiones millonarias del régimen chino con las élites capitalistas árabes.

¡Intensificar la solidaridad internacionalista! ¡Organizar la huelga general contra el genocidio!

El único camino para frenar el holocausto nazisionista contra el pueblo palestino es el que mostró la Intifada en los años 90 del siglo XX y el que estamos planteando desde hace meses millones de jóvenes, trabajadoras y trabajadores tomando las calles en manifestaciones multitudinarias, organizando las acampadas de apoyo a Palestina, los bloqueos de envíos de armas y campañas de boicot a Israel.

Hoy más que nunca, solo una movilización internacional de masas puede parar la “solución final” que preparan Netanyahu y Trump con el apoyo de sectores clave de la burguesía sionista e internacional y la ultraderecha global. No es casualidad que los mismos que presumían de antisemitismo se hayan pasado con armas y bagajes al sionismo más brutal abrazando su discurso y programa supremacista e islamófobo.

Las movilizaciones de masas en las últimas semanas en diferentes países árabes, las 500,000 personas que se manifestaron en Londres y las 100,000 que hubo en La Haya y Madrid, incluso en México tuvimos nuevamente una manifestación masiva que muestran la enorme fuerza y voluntad de lucha que existe entre la juventud y la clase obrera para frenar el genocidio sionista y plantar cara a las medidas de criminalización y represión contra el movimiento en apoyo a Palestina que están aprobando los Gobiernos y parlamentos de la “democrática Europa”.

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" Hoy más que nunca, solo una movilización internacional de masas puede parar la “solución final” que preparan Netanyahu y Trump con el apoyo de sectores clave de la burguesía sionista e internacional y la ultraderecha global. "

Y ahora se trata de dar un paso adelante. En el Estado español, pero también en Francia, en Gran Bretaña y en numerosos países hay que convertir toda esa fuerza en una huelga general que paralice la actividad productiva, golpeando decisivamente a los Gobiernos y empresas que financian y sostienen el genocidio. Con el ambiente de rechazo al sionismo asesino que existe en todo el mundo, una huelga general se convertiría en un punto de referencia y ejemplo a seguir para los oprimidos del mundo árabe y otros continentes.

Sabemos que hay muchos obstáculos para lograr este objetivo, comenzando por el sabotaje de las burocracias sindicales que apuestan por el rearme y dan su apoyo a las políticas imperialistas de sus Gobiernos. Por eso es fundamental desplegar una gran campaña de propaganda y agitación a favor de la huelga general, organizando asambleas masivas en los centros de trabajo, en las escuelas y universidades, en nuestros barrios.

Debemos redoblar las manifestaciones masivas contra el genocidio, pero es fundamental que la huelga general se coloque en el centro del discurso. Esta es la tarea que tenemos por delante los miles de activistas y las organizaciones que impulsamos la solidaridad internacionalista con el pueblo palestino.

¡Ni un peso ni una bala para el régimen nazisionista de Netanyahu!

¡Ruptura de relaciones diplomáticas, militares y comerciales con Israel! ¡

¡Frenar el genocidio contra el pueblo palestino! ¡Huelga general ya!

¡Por la Federación Socialista de Oriente Medio! ¡Desde el río hasta el mar, Palestina vencerá!

Notas:

[1]El ministro de Finanzas israelí asegura que en 6 meses «no habrá Hamás en Gaza»

[2] La ONU alerta que "14.000 bebés podrían morir en las próximas 48 horas" en Gaza por desnutrición

[3] Más de 65.000 niños palestinos en riesgo de morir de hambre, advierten autoridades de Gaza

[4] Cisjordania: Continua con impunidad el avance de los asentamientos y la integración de los territorios palestinos al Estado de Israel

[5] ¿Quiénes financian desde las sombras el genocidio en Gaza?

[6] 776 empresas europeas mantienen relaciones financieras con empresas israelíes que operan en los asentamientos judíos

[7] Seis empresas españolas hacen negocio en los territorios ocupados de Palestina en pleno apartheid israelí

[8]El Gobierno de Pedro Sánchez no ha dejado de enviar armas a Netanyahu. ¡Qué política más despreciable, qué hipocresía, cuántas mentiras!

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