El pasado 12 de febrero, una alumna de 4° semestre de CCH Vallejo fue agredida física y sexualmente por David Guzmán López, empleado de la cafetería del plantel que cuenta con una denuncia previa por intento de violación; la alumna se logró librar, pidió auxilio y acudió a la Dirección para hacer la denuncia, sin embargo, no se procedió adecuadamente, por lo que el agresor sigue en libertad.
El 12 de marzo, las instalaciones de la Preparatoria 5 de la UNAM amanecieron cerradas, con carteles en los que varias alumnas hicieron público el acoso sexual por parte del profesor Ricardo Colín Hernández, quien no sólo las ha acosado, sino que también las ha agredido y amenazado. Tras esta protesta, los estudiantes presentaron un pliego petitorio en el que solicitaron que el profesor dejara de dar clases, que se investigara el caso y que fuera sancionado; ante esto, la Universidad despidió al docente, declarando que “Las autoridades de la Escuela Nacional Preparatoria continuarán apoyando a las alumnas y los alumnos del plantel y prestándoles el acompañamiento necesario”.
El 15 de marzo, las compañeras de la Facultad de Filosofía y Letras de la UNAM se fueron a un paro de 24 horas para protestar en contra de la violencia machista, exigiendo la revisión del protocolo de género y denunciando el encubrimiento de las autoridades ante diversos casos de acoso y violencia sexual. Este se extendió, y en solidaridad, la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales se unió a la suspensión de actividades.
El 20 de marzo en la Escuela Nacional de Trabajo Social de la UNAM, una compañera de segundo semestre fue víctima de abuso sexual en los baños del edificio B. El 21 de marzo, se realizó una protesta pacífica contra las agresiones sexuales que se han dado a cabo impunemente dentro de los baños de la UPN Plantel Ajusco.
El 23 del mismo mes, se realizó la Asamblea Interuniversitaria de Mujeres en el auditorio Ho Chi Minh de la Facultad de Economía para discutir el acoso y la violencia machista que se vive dentro y fuera de la Universidad. Tuvo una asistencia de alrededor de 400 mujeres de más de 30 escuelas distintas, la mayoría de Trabajo Social, Facultad de Ciencias Políticas y Sociales, y de Filosofía; también asistieron profesoras y trabajadoras. A partir de esta, se llegaron a distintos acuerdos, como una movilización el 3 de mayo con paros de todos los sectores educativos en contra de la violencia machista (a un año del feminicidio de Lesvy Osorio), la realización de talleres de autodefensa, y la creación de grupos de acompañamiento y una red de mujeres para combatir el machismo.
Estos son sólo algunos de los casos de violencia y acoso que ocurren en el país, y que no podemos ver como sucesos aislados. La realidad que estamos viviendo en México se está manifestando en nuestras instituciones; una realidad que deja como saldo 7 mujeres asesinadas diariamente en nuestro país, una realidad que día con día va en aumento, donde las autoridades son negligentes ante nuestras denuncias y el sistema jurídico es ineficiente, donde las autoridades son omisas o incluso cómplices, donde los agresores salen impunes y las víctimas criminalizadas; una realidad en donde nos arrebatan la paz y buscan convertirla en miedo.
Los casos donde hemos obtenido justicia han sido únicamente gracias a la movilización y la lucha social, y es esta misma lucha la que nos ayudará a vencer la asfixiante violencia a la que nos vemos sometidas diariamente.
Desde Libres y Combativas y el Sindicato de Estudiantes, expresamos solidaridad y respaldo a nuestras compañeras denunciantes, alzando la voz en contra del acoso, el abuso y todas las manifestaciones de violencia machista que sufrimos día con día en nuestra sociedad. Ha quedado claro que nuestras instituciones ya no son un espacio seguro, por lo que consideramos urgente la organización y la lucha combativa, seria y concreta de mujeres y jóvenes desde cada centro de estudio. Ahora más que nunca debemos actuar en conjunto, convocando asambleas a partir de las cuales se creen grupos de autodefensa estudiantil, protocolos de género y medidas de seguridad como la formación de grupos para moverse de forma colectiva en las noches, así como realizando campañas de concientización, denuncia y visibilización de esta problemática.
Unidas y organizadas venceremos. Luchemos por una realidad en la que no tengamos que ser valientes, sino que podamos vivir libres.
Queremos estudiar seguras. Queremos vivir seguras.
¡Ninguna agresión sin respuesta!¡Si tocan a una, respondemos todas!