En la última semana las autoridades universitarias han aprobado la terminación del semestre en la Facultad de Filosofía y Letras, convocaron a una “asamblea” espuria e ilegítima en Preparatoria 9 para disfrazar el ataque violento al paro y el Secretario General de la UNAM, Leonardo Lomelí Vanegas, publicó un comunicado donde exige abiertamente la devolución de las instalaciones de manera inmediata porque desde su punto de vista las demandas de los pliegos han sido resueltas o en vías de hacerlo. Una ofensiva abierta contra la lucha desatada contra la violencia machista, los ataques porriles, la ineptitud de los funcionarios y carestía en nuestros centros de estudio.
Hace 20 años, en las mismas fechas, la Rectoría de la UNAM convocaba a padres y alumnos bajo el argumento de “asambleas democráticas” o clases extramuros para usarlos como carne de cañón para romper violentamente la huelga estudiantil. Ayer 27 de enero, a 20 años de distancia, la UNAM vuelve hacer uso de la misma estratagema, convocó a una asamblea que se convirtió en una agresión abierta contra las y los compañeros que sostienen el paro. Pero esta no ha sido la única coerción que la Rectoría ha impulsado, la imposición del término del semestre en Filosofía junto con la amenaza de perder el año en las Preparatorias implica imponer la “normalidad” a través de la reactivación extramuros de la vida académica y de usar a la plantilla docente como esquiroles del movimiento.
Estos hechos y declaraciones son preocupantes, ya que preparan el terreno para romper los paros de forma violenta y represiva. La Rectoría no sólo a usado oportunistamente al alumnado que quiere volver a clases, sino también a los grupos porriles que amenazan e intimidan en el bachillerato. Similar al caso de Preparatoria 3 en el año 2000, cuando incluso contrató gente desempleada para agredir las escuelas. Ya conocemos la “democracia” de Rectoría y su costumbre de imponer el “derecho a la educación” a golpes, detenciones, actas, expulsiones y presos. En 2000, después de un largo desafío por resistir, el 1° de febrero entra la Policía Federal Preventiva a la UNAM dejando como saldo decenas de heridos y más de 300 estudiantes detenidos. Hoy como ayer: ¡este dialogo no lo entendemos!
Rectoría, maestra del cinismo
Cada frase de Lomelí está llena de cinismo y mentiras. Asevera que desde el inicio de las protestan han estado atentos de nuestras demandas, nosotros respondemos ¿entonces por qué vemos a los grupos porriles seguir actuando impunemente en nuestras escuelas? ¿por qué entonces tenemos que ver morir en salones de clases a compañeros por negligencias médicas? ¿por qué entonces tenemos que seguir tomando clases con profesores y profesoras que educan en el machismo y la misoginia, cuando ha habido denuncias que incluso ustedes mismos han retirado de la exposición pública en vez de iniciar una averiguación? ¿por qué seguimos sin tener comedores subsidiados como en otras universidades? ¿por qué seguimos teniendo sobre cupo en los salones? ¿por qué nuestros profesores siguen en la precariedad laboral? Decimos claramente que “estar atentos”, para nosotros significa solucionar de forma rápida y oportunidad nuestras necesidades, pero nada de eso vemos hasta ahora.
Se dijo “estamos comprometidos en erradicar la violencia de género” entonces por qué seguimos teniendo agresiones en nuestros centros de estudio, que han escalado al grado de cometerse feminicidios como el caso de Lesvy donde incluso se obstruyó el proceso de investigación y se revictimizó de mil maneras a la compañera. Incluso recientemente vimos como profesoras retiraban denuncias de violencia machista de la explanada de la cafetería en CCH Vallejo e incluso intentaron disuadirnos de hacer dicha actividad.
Se reitera “llevar los procesos debidos” pero para las autoridades hacer eso significa que mientras dure la investigación –que puede ser al infinito– los perpetradores de las agresiones sigan en nuestras aulas y sigan adoctrinando bajo ideas machistas, violentas, homofóbicas y escalen en sus agresiones impidiendo que las y los alumnos nos desarrollemos libremente. La impunidad les brinda la confianza de seguir agrediendo porque nunca pasa nada, nunca los tocan o les dicen nada. Nos dicen que no pueden actuar si no se presentan las denuncias formales, pero ocultan que sus mecanismos de denuncia no son útiles y confiables, todo lo contrario. Por eso es correcto hacer investigaciones a las denuncias presentadas por diversos medios. Es lamentable que profesores, trabajadores y alumnos sigan en las aulas mientras se “sigue el debido proceso”.
El violador eres tú Rectoría
Lomelí dice “se ha llegado a un punto”, “se requiere la inmediata devolución de los planteles”, “resolver de manera justa y universitaria”, “no vulnerar el derecho a la educación”, todas estas frases son una abierta amenaza no sólo hacia las compañeras que están sosteniendo los paros sino al conjunto del movimiento estudiantil.
Estos señores de traje están lanzando el mensaje de mano dura sobre aquellos que no luchemos bajo sus normas diplomáticas y de pactos, para ellos es violenta la huelga, los paros, las protestas y las asambleas. No luchamos porque no tengamos otra cosa que hacer, luchamos porque queremos el machismo fuera de nuestras aulas, amenaza que cada día cobra la vida de 10 mujeres en nuestro país; luchamos contra la violencia de dejarnos sin posibilidades de estudios ya que esta institución deja nueve de cada diez estudiantes fuera; luchamos contra el desgaste que implica viajar dos horas de ida y dos hora de vuelta de nuestras casas a la escuela; luchamos por no tener que abandonar nuestros estudios por causas económicas porque no hay para los pasajes, comida o copias; luchamos porque no tengamos enfermedades depresivas o gástricas por las cargas excesivas de la academia.
Esto, señores directivos, es la violencia sistemática que todos los días vivimos las y los jóvenes hijxs de trabajadores. ¡Ah! pero nada de esto les suena conocido, a pesar que dicen estar atentos a nuestras necesidades, porque no lo viven y nos les importa. La verdadera violencia está en auspiciar la violencia machista en la academia, permitir el acoso, las violaciones y los feminicidios en espacios en dónde se supondría estamos seguras, la violencia es esto y no luchar en las escuelas por demandas justas para todas y todos.
No a la represión, exigimos solución
Desde el Sindicato de Estudiantes y Libres y Combativas hacemos el llamado a extender toda la solidaridad a las demandas y la lucha contra la violencia machista en las escuelas, denunciamos a la Rectoría de maniobrar, alimentar y buscar división y confrontación entre la comunidad universitaria, así como preparar el terreno para la represión al movimiento. Exigimos el retiro de la recalendarización, las clases extramuros, actas e investigaciones contra activistas. Si alguien será responsable de generar polarización y agresiones serán ustedes señores directivos.
La simpatía a nuestras demandas existe, hay fuerza y necesidad de luchar, esas circunstancias son favorables para nuestra batalla y hay que aprovecharlas al máximo. Salgamos y hagamos un llamado amplio a la comunidad a solidarizarse y a sumarse; con una fuerza fresca y unificada pondremos nuevamente contra las cuerdas a las autoridades y lograremos arrancarles a través de la lucha masiva, mixta y democrática nuestras demandas. Hoy mismo los profesores de Filosofía y Letras nos muestran que rechazan ser usados como esquiroles para presionar el levantamiento de los paros, ese es el camino, extender la lucha a otros sectores.
Nuestra única alternativa para triunfa es un movimiento estudiantil masivo, combativo y movilizado, recabando solidaridad en las calles y obligando a las autoridades de la UNAM, de todas las universidades y a los gobiernos a cumplir nuestras demandas. Rumbo al 8 de marzo luchemos por un paro de 24 horas unificado de todas las escuelas y universidades contra la violencia machista y por un futuro digno para la juventud este 6 de marzo, demostremos nuestra fuerza organizada y contundente en la calle y manifestemos quien de verdad tiene el poder en las escuelas.