En diciembre de 2018, una compañera de Libres y Combativas e Izquierda Revolucionaria fue sobreviviente de un ataque machista en el que fue secuestrada, robada y violada en la Alcaldía de Iztapalapa. A partir de entonces, comenzamos una campaña política firme y tenaz exigiendo justicia para nuestra compañera y el resto de víctimas. Sin embargo, como muchas más nos enfrentamos al machismo y la negligencia institucional que nos confirmó que la única manera de obtener justicia es con la lucha y la organización.

El 95% de las violaciones en nuestro país no consiguen justicia, muchas victimas desisten de sus denuncias debido al tortuoso proceso que implica: menosprecio, burocratismo, negligencia, corrupción, etc. Esta actitud de las instituciones de justicia manda un mensaje claro: “nuestras vidas no importan, se nos puede matar, violar o maltratar y no obtendremos justicia, más vale no molestar con nuestras denuncias” (¡).

Este machismo institucional resulta muy peligroso pues permite que se siga reproduciendo toda clase de crímenes contra las mujeres con total impunidad. Esto junto a una cada vez mayor precariedad y degradación social explica el aumento imparable de los feminicidios y toda clase de crímenes contra nosotras. Es por ello que desde Libres y Combativas no desistimos, en más de dos años de proceso, en una férrea denuncia política del machismo institucional.

En esta batalla frontal con el sistema de justicia, también nos hemos enfrentado a la inacción de los gobiernos locales, estatales y el federal, que siguen cerrando los ojos ante la terrible problemática dejándonos a nuestra suerte. La única manera de obtener justicia es con la presión política, la lucha y la autorganización, ha sido gracias a esto y no al aparato judicial o al gobierno que obtuvimos pruebas contundentes contra el agresor, contactamos con otras victimas y descubrimos que el criminal era un violador serial. Ante toda la negligencia que vivimos, fue una vez más la comunidad, la solidaridad tanto local e internacional y la organización que nos permitió avanzar en la investigación y que hoy el criminal este tras las rejas enfrentando el proceso judicial.

La batalla no ha sido fácil; hemos convocado más de cinco mítines y, acudido a Derechos Humanos, denunciando y visibilizando nuestro caso en infinidad de acciones del movimiento feminista y social. ¡Exigimos una sentencia ejemplar! Y no descansaremos hasta obtenerla, pero tampoco nos conformamos con resolver este caso, hay muchas víctimas más y muchos criminales en las calles. Es urgente resolver la problemática de fondo.

Recientemente convocamos a un mitin en el contexto de la audiencia intermedia de nuestra compañera, sin embargo, una vez más recibimos un trato indignante y vergonzoso. Como sino fuera suficiente tortura ya esperar más de dos años a que se culmine el proceso de fincar responsabilidades el criminal, cancelan la audiencia cuando ya han hecho ir a nuestra compañera argumentando “falta de tiempo” para valorar el caso, así como exceso de trabajo. ¡Basta ya de encubrir violadores y alargar el proceso para las víctimas, convirtiéndolo en un martirio!

Durante toda esta lucha hemos reafirmado que los crímenes machistas no se detendrán con cartas, peticiones, ni denuncias. Solamente una lucha sin cuartel hasta las últimas consecuencias nos dará justicia y la victoria real contra el machismo y el patriarcado, que se retroalimentan con capitalismo. Tenemos que acabar con este sistema orgánicamente injusto y arrebatar, entre otros, nuestro derecho a caminar seguras en las calles.

El movimiento social, en el que las mujeres hemos tenido una participación muy relevante, llevó al gobierno a AMLO, pero no estamos teniendo correspondencia con las enormes batallas que hemos dado. Decenas de mujeres se han armado para confrontar al narcotráfico con sus hijos a la espalda, miles de mujeres nos expresamos en las urnas para echar a la derecha, miles participamos en movimientos contra el saqueo transnacional, miles estamos en primera línea combatiendo a la pandemia y tratando de dar una educación digna en un contexto muy duro y, ante nuestras demandas, el gobierno acusa a nuestro legitimo movimiento de derechista ¡Nada más alejado de la realidad!

El conservadurismo y la derecha no han estado combatiendo a los gobiernos prianistas por décadas, nosotras sí. No entregamos un cheque en blanco en las elecciones pasadas, nuestras demandas no se están cumpliendo y gobierne quien gobierne, es necesario seguir defendiéndolas, por eso continuaremos en las calles empujando la lucha feminista de izquierda y revolucionaria.

Súmate a nuestro próximo mitin este 7 de mayo de 2021 a las 9 horas en el reclusorio Oriente (metro Periférico Oriente, la línea dorada), para arrebatar justicia para nuestra compañera y continuar y fortalecer la lucha ¡Si tocan a una, respondemos todas y todos!


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