A lo largo de 2 años y 7 meses hemos denunciado a la justicia machista mediante la campaña #NoEstásSola, por la agresión a una de nuestras compañeras por un violador serial en Iztapalapa en diciembre de 2018. La pesadilla de enfrentarse a la violencia sexual se hace más grande en el proceso burocrático de acceso a la justicia clasista y machista.

Por verdad, justicia y una vida libre de violencia

La verdad y la justicia son una deuda del Estado mexicano hacia muchos sectores de la población, así como asegurar una vida digna libre de violencia, por la que miles de mujeres trabajadoras se encuentran en lucha. La batalla de las madres de víctimas de feminicidio y desaparición forzadas para fines de esclavitud laboral y sexual, ha dejado su legado, desde la frontera norte del país al sur, pasando por el centro y quedándose este con las cifras más altas de feminicidios.

Las muertas de Juárez fueron mujeres que pagaron con sus vidas la llegada de las maquilas a la zona fronteriza en pro del desarrollo económico de México con inversión extranjera y con ello, llegaron también de las lacras del capitalismo, como la violencia y degradación por un lado causada por el narcotráfico y por otro, por la desigualdad económica creciente.

La justicia es para quien la puede pagar

La lucha de las madres de víctimas abrió un parteaguas con  la sentencia de Campo Algodonero contra el Estado mexicano, obligándolo a tomar acciones para asegurar el derecho de las mujeres a una vida libre de violencia, de ahí se reformaron y crearon leyes y reglamentos para tal fin, sin embargo, característico del estado burgués, la justicia sólo es para quien puede pagarla, cuatro leyes y dos reglamentos para prevenir, sancionar y erradicar la violencia de género han sido inoperantes en estos 15 años de implementación, ¡la violencia ha aumentado en lugar de disminuir!

Por ejemplo, en los últimos dos años las denuncias en la Ciudad de México por violencia sexual aumentaron 40%, la Fiscal y Jefa de gobierno lo reconocieron argumentando, además, que las instituciones han dado apertura para que se puedan hacer las denuncias, pero esto es poco alentador cuando se revisan las cifras de impunidad del 95% en el caso de denuncias de violación y del 51.4% en el caso de feminicidios, en un período de 5 años a nivel nacional.

Hemos aprendido que para las mujeres de la clase trabajadora el acceso a la justicia se obtiene sólo con organización y lucha, de otra manera la sociedad burguesa, sus instituciones y sus empresas muestran sólo indiferencia como si las agresiones hacia nosotras fueran casos  aislados. Se normaliza la violencia de género y no se hace nada por combatirla desde espacios laborales, domésticos, públicos, escolares, etc., porque los roles de género son convenientes para la reproducción de la fuerza de trabajo (tema a explicar aparte).

Es indignante cómo por mucho que hablen de igualdad, ciertas organizaciones de la “sociedad civil” gremios patronales y sindicatos charros jamás exigirán un alto a la violencia de género que nos pone en riesgo en nuestros caminos de casa al trabajo y de regreso, en largos trayectos después de largas jornadas laborales, en rutas de transporte público frecuentemente con altos índices de inseguridad, pues no les importa si una de nosotras un día no llega a laborar, porque la plantilla fácilmente puede ser reemplazada por el ejército de desempladas y desempleados disponible, tal como lo hacen en procesos de recorte y austeridad en períodos de crisis capitalista.

Sabemos que en términos de la lógica capitalista las instituciones del estado burgués van a dar justicia a quien pueda pagar un asesor/defensor legal, un investigador y hasta la “mordida” al MP para que la carpeta de investigación no se declare en archivo temporal o el no ejercicio de acción penal.

Además las leyes y las sentencias estan diseñadas en ese sentido. Una muestra clara es que al exigir penas máximas como lo estamos haciendo desde la campaña #NoEstasSola, la pena por secuestro express agravado se eleva a 90 años, mientras que dan tan sólo 17 años por violación. Claramente se sanciona más a quien ponga en riesgo la propiedad privada y quien tiene capacidad de acumularla, no es típico que se secuestre a una mujer migrante indígena mazahua residente en una colonia popular de Iztapalapa, pero sí es blanco de agresiones sexuales.

Por eso, nos organizamos para defendernos y exigir una sentencia ejemplar, exigimos la pena máxima de 107 años para obligar que las leyes respondan a nuestro favor, que es lo menos que esperaríamos porque con nuestro trabajo mantenemos a esta sociedad en pie, pese a las largas jornadas, salarios precarios, discriminación y desigualdad, lo mínimo que merecemos es una vida libre de violencia, sin embargo, este sistema que procura la propiedad privada pero no la vida de las y los trabajadores es incapaz de asegurarnos incluso los derechos más básicos.

¡Ya basta de impunidad!

Exigimos una sentencia ejemplar, porque el mensaje a los agresores debe cambiar, el violador serial denunciado desde #NoEstasSola tiene 5 carpetas de investigación en su contra, sin contar carpetas de víctimas de este sujeto que no fueron identificadas y víctimas que tuvieron temor de realizar una denuncia, lo hizo una y otra vez porque recibió el mensaje de que podía hacerlo sin ningún castigo, por parte de esta sociedad machista que normaliza roles de género, violencia misógina y la cultura de la violación por todos sus medios.

Necesitamos una sentencia ejemplar en la carpeta judicial porque no queremos una agresión más, ¡ni una violada más, ni una desaparecida más, ni una asesinada más!, los agresores deben recibir el mensaje de que nuestras vidas importan. Necesitamos una sentencia ejemplar porque si el problema ha llegado al nivel de 11 feminicidios diarios es porque han dejado escalar la violencia de género por la impunidad, por su negligencia e incapacidad para responder a la necesidad urgente de parar los feminicidios que asolan de manera alarmante a 21 estados.

Necesitamos continuar la lucha y llenar de confianza a todas las víctimas de violencia machista de organizarse, salir a las calles y transformar a esta sociedad y sus instituciones para que realmente sirvan para brindar seguridad a las mujeres de las familias obreras.

No queremos leyes inútiles, queremos verdad y justicia, ¡sentencia ejemplar contra agresores de mujeres, violadores y feminicidas! Te invitamos al mitin que se llevará a cabo en el marco de nuestra audiencia de fallo, este 19 de agosto a las 15:00 horas en el Reclusorio Oriente de la Ciudad de México, muy cerca de metro Periferico Oriente ¡Acompáñanos!

 

¡Depuración inmediata de todos los niveles del sistema de justicia!

¡Un mundo libre de violencia machista, solo es posible con el socialismo!

¡Organízate y lucha con Libres y Combativas contra la violencia machista y la justicia clasista y machista!


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