Los dos últimos años han sido muy duros para las familias trabajadoras, especialmente para las mujeres y la comunidad sexodiversa. Las cifras hablan por sí solas, batimos récord en feminicidios, 11 diarios en promedio; un incremento alarmante en la violencia doméstica que se calcula en 25% y los casos de transfeminicidios y crímenes de odio producto de la violencia machista y patriarcal son apabullantes, tan sólo en 2021 se contabilizaron 80, siendo los transfeminicidios el 48.9% del total de asesinatos.
La violencia laboral también está siendo más cruda para nosotras. La brecha salarial aumentó 14%, siendo la mujer trabajadora la más afectada por el desempleo, que aumentó 7.5% frente al 5.2% de nuestros pares. Además de aumentar nuestra jornada de labores remuneradas, se sumaron cuidados y educación con el cierre de escuelas. Por su parte, el desempleo entre personas transgénero llega hasta el 90%.
Las mujeres jóvenes, de entre 20 y 29 años, son el grupo de edad más afectado por el desempleo, se calcula que se recuperará a las condiciones pre pandemia hasta dentro de una década. Pero las aún más jóvenes, están sufriendo el encierro - en muchos casos en hogares abusadores-, la deserción escolar y el incremento de enfermedades mentales.
El panorama es desolador para las mujeres de las familias trabajadoras y más humildes. Es por eso que nuestro movimiento se ha mantenido constante y en crecimiento a pesar de la dureza del periodo que transitamos, pues una cosa ha quedado clara a millones de mujeres en todo el mundo: es urgente e indispensable transformar de fondo esta sociedad si queremos una vida digna y dejar de ser sobrevivientes de un sistema machista, capitalista y patriarcal.
Es por eso que alrededor del mundo, las manifestaciones feministas han cobrado fuerza y, hasta antes de la pandemia que nos obligó al confinamiento, millones de nosotras protagonizamos marchas y huelgas feministas históricas.
Gracias a estas movilizaciones, en México hemos conseguido arrebatar el reconocimiento de varios de nuestros derechos: como al aborto libre y el matrimonio igualitario en varios Estados, que no se difundan fotos intimas, sentencias ejemplares contra agresores y feminicidas, creación de la Fiscalía especializada en feminicidios en la CDMX, etc.
Pero debemos seguir movilizadas, no nos basta con unas cuantas leyes en el papel, es urgente llevar esos derechos y esas conquistas a la realidad y especialmente a la reducción de la violencia feminicida y transfeminicida.
Pese a los datos alegres que informan el Gobierno Federal y la CDMX, la realidad es que la violencia sigue incrementándose como una bola de nieve imparable. No tenemos soluciones reales, por el contrario, se menosprecia al movimiento, se le aísla tachándolo de conservador, al mismo tiempo que se nombran candidatos y funcionarios acusados de prácticas machistas, como Pedro Salmerón y Félix Salgado - por mencionar algunos -.
El gobierno tiene una deuda con el movimiento feminista y negarlo no ayuda a reducir los índices de violencia feminicida, al contrario, la lucha por hacerla visible y combatirla, se ve mermada por estas actitudes evasivas del Gobierno Federal encabezado por AMLO.
Ante tal escenario, sí tenemos una alternativa: la lucha organizada y en las calles. Es así como lo hemos demostrado desde Libres y Combativas, arrebatando una sentencia ejemplar de más de 81 años contra un violador reincidente, o como Lidia Florencio arrancó una sentencia histórica contra uno de los feminicidas de Diana, o como Aracely Osorio y Yesenia doblegaron a las autoridades universitarias; sólo así lograremos avanzar, con la lucha permanente y la solidaridad de nuestra clase.
Recuperemos la huelga feminista como nuestra principal herramienta de lucha, organicemos comités y colectivas en cada escuela, sindicato, centro de trabajo y colonia, salgamos todas juntas a las calles con la solidaridad y la participación de nuestros compañeros y de la comunidad sexodiversa. Nuestra lucha es una sola: contra la discriminación, la desigualdad, la violencia machista, la opresión y explotación ¡Todas y todos a las calles este 8 de marzo!
Contáctanos y súmate
Encuentro de Libres y Combativas, 26 de febrero, 16:00 horas, modalidad híbrida, local sindical del STUNAM Av. Universidad No.779, muy cerca del metro Zapata, por zoom escríbenos o llama para asistir: 5540810797. No hay practica revolucionaria sin teoría revolucionaria
Marcha 8 de marzo, 16:00 horas, Ángel – Zócalo. Marcha con nosotrxs, contingente seguro, mixto y combativo.
Descarga nuestro volante en PDF y distribúyelo en tu escuela, colonia, centro de trabajo, circulo, comité y/o arma brigadas en los metros, zonas concurridas, nosotrxs podemos sumarnos y acompañarte.