Con apenas algunas modificaciones y menos de una semana de discusión en cada caso, los legisladores aprobaron las leyes de ingresos y egresos de la federación bajo el perfil dictado por los intereses del capital; recaudar más por impuestos que afectan el bolsillo de los trabajadores, continuar con los gasolinazos, mientras se reducen gastos en educación, programas agrarios, ciencia y tecnología. Por otra parte se asignan más recursos para la seguridad pública, como una herramienta para contrarrestar al movimiento obrero, así como un mayor presupuesto a estados y municipios que van directamente a la banca.
Bajo la perspectiva de un crecimiento del PIB de 3.5%, un déficit público de 0%, inflación de 3%, un tipo de cambio de 12.90 pesos por dólar y un precio de 86 dólares por barril de petróleo, se estableció un presupuesto de ingresos y egresos de 3 billones 956 mil 361.6 millones de pesos (mdp) cada uno. De la cantidad de ingresos, 1 billón 605 mil 162.5 mdp (41%) provendrán del cobro de diversos impuestos, de los cuales 818 mil 095.4 mdp (21% del presupuesto total de ingresos) serán del Impuesto Sobre la Renta (ISR) y 44 mil 638.4 mdp del Impuesto Empresarial a Tasa Única (IETU). Claro está que la mayoría de estas contribuciones corren a cargo de los asalariados, bien sea a través de los impuestos pagados por los productos o servicios que consumen o a través de los impuestos que se descuentan de su salario, engordando aun más el bolsillo de empresarios y banqueros, que lejos de pagar esos impuestos al Estado, se ven beneficiados con las evasiones fiscales. Tan solo en 2012, los llamados gastos fiscales, es decir, los impuestos que no se recaudan por lo privilegios otorgados a empresarios y banqueros, ascienden a 590 mil mdp, y en 2013 se pronostican en torno a los 502 mdp; no obstante, a estas dos cantidades hay que sumar las devoluciones de IVA e ISR, que en 2012 sumaron 205 mil mdp y en 2013 se prevén en 200 mil mdp. Esto incrementa las cifras de privilegios fiscales en 2012 a 795 mil mdp y en 2013 a 702 mil mdp, aunque la cifra podría aumentar. Ello significa que en 2012 se devolvió o no se cobró impuestos a empresarios y banqueros por lo equivalente al 23% del presupuesto, y para 2013 estos barones del dinero se relamen los bigotes para acumular 18% del presupuesto. Esta es la lógica de las finanzas capitalistas, un Estado a su servicio que les permita extraer mayor plusvalía a los trabajadores.
Más aun, se prevé que con el retiro del subsidio a las gasolinas y diesel, se recauden 48 mil 895 mdp, es decir, que el 1% del presupuesto se recaude por los gasolinazos que se aplicarán tan solo este año. Son mentira los argumentos de la burguesía y sus economistas a sueldo al decir que “los ricos pagan más impuestos, porque ellos son los que consumen gasolina”, porque estos aumentos producen el encarecimiento de los bienes de consumo, del transporte y otros servicios, ¿o es que sólo los empresarios y banqueros pagan los siete pesos del pasaje mínimo en el Estado de México? ¿o los cinco pesos del metrobús en el DF? Y que hay de la inflación situada en torno al 4% en 2012. Todo esto explica la urgencia de la clase dominante por gravar con el IVA alimentos y medicinas, pues representarían 172 mil mdp más para mantener sus ganancias. La clase trabajadora se ve así golpeada por la plusvalía extraída por su fuerza de trabajo, y por la presión fiscal del Estado, que no es más que una herramienta de la burguesía.
El presupuesto de egresos contempla la desaparición y reducción de recursos de algunos programas sociales, así como el fortalecimiento de otros. Sin embargo, todos estos problemas no mejoran las condiciones de vida de la clase trabajadora ni tienen la cobertura necesaria. Para mejorar radicalmente la situación de miseria que somete al 80% de la población mexicana se requiere que la riqueza no se concentre en pocas manos, y que sean los mismos trabajadores, campesinos y sectores explotados quienes controlen las palancas de producción y definan los rumbos de la riqueza por ellos creada.
Tenemos también los gastos en seguridad que van destinados a mantener la política de militarización del país y el reforzamiento de la policía para ser utilizada ante las movilizaciones de la clase trabajadora; de ello habla el 76% del presupuesto de la Secretaría de Gobernación que se empleará para tareas policiacas. Y lo que da al traste con la supuesta política de austeridad del gobierno es la percepción salarial mensual de 105 mil 378 pesos para diputados, que contrasta con el mínimo que perciben millones de mexicanos y que apenas llega a 64.76 pesos en la zona A y 61.38 en la zona B.
Otro aspecto importante del presupuesto de egresos es que se destina 1 billón 171 mil 634 mdp para estados y municipios (30% del total), gran parte de ello se ocupará para cubrir la deuda que sostienen y no para mejorar los servicios públicos para la población. A nivel federal, se autorizó un monto de endeudamiento interno de hasta por 415 mil mdp y un endeudamiento externo de 90 mil 300 mdp. ¿Cuál es el problema de esta deuda? Que los acreedores son los banqueros y empresarios, tal como sucede en Europa y Estados Unidos. Las exigencias de la banca para recuperar sus inversiones y acumular más ganancias someten al Estado para captar más recursos que se extraigan de la clase trabajadora. La Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP) reporta que la deuda total de los gobiernos municipales en México llegó a 43 mil 646.5 mdp, 158% más que la registrada en 2007, la mayoría de ella a partir de emisiones bursátiles (préstamos que otorgan bancos y empresas que cotizan en la Bolsa de Valores). Tan sólo 21 mil 732.1 mdp de la deuda de estados y municipios pertenecen a la banca comercial, lo que significa que ese 30% del presupuesto de egresos ya va etiquetado para la acumulación de banqueros y empresarios. Ante el panorama de crisis de deuda que afecta a estados y municipios como Chiapas, Jalisco, Acapulco, Cuernavaca, Naucalpan, etcétera, los legisladores aprobaron la Ley de contabilidad gubernamental, que prevé candados y restricciones en los egresos estatales. Como en Europa, ahora la burguesía con el respaldo de la ley podrá obligar a entidades y municipios a recortar en gastos sociales o aumentar impuestos y, por supuesto, avalar medidas privatizadoras.
Es así que el presupuesto de este año nuevamente beneficia más a la burguesía y pretende exprimir a la clase trabajadora. Pero también da muestras de la debilidad del régimen, que no ha podido pasar la reforma educativa ni la fiscal que gravaría con IVA a medicinas y alimentos; también se muestra titubeante para lanzar la reforma privatizadora en PEMEX. La burguesía y su Estado son débiles, a pesar de intentar mostrar fortaleza; necesitan urgentemente explotar más al proletariado, pero temen la respuesta feroz de éste. Es momento de que las direcciones de sindicatos y partidos de izquierda asuman su misión histórica y convoquen a la lucha en las calles a todo el pueblo trabajador, en su lucha por mejorar sus condiciones de vida.
¡Compañero trabajador, la lucha por mejorar tus condiciones de vida es la lucha por el socialismo!
¡Únete a Militante!
fecha: 10 de febrero del 2013