Escrito por Pepe Blanes
20 de mayo de 2008
Cuando uno aborda el estudio de la nueva etapa de crisis a que se enfrenta el sistema capitalista no puede menos que evocar al viejo Heráclito, quién basándose en la observación de la naturaleza afirmaba aquello de que "El sol es el mismo y es nuevo cada día".
La traducción marxista en el campo de la economía de esta profunda idea, es la de que sólo se puede abordar el estudio y comprensión de las crisis del sistema capitalista partiendo de sus leyes fundamentales, de su movimiento, de sus contradicciones básicas. Las mismas, como Marx explicó de manera sistemática en El Capital, proceden de sus fundamentos y aportaciones originarias -la propiedad privada de los medios de producción y cambio y la formación del Estado nacional- características que ayer, en su etapa de lozanía juvenil, significaron elementos de avance y progreso negando el viejo particularismo de la sociedad feudal (en cuyo seno se había gestado la clase burguesa ascendente) y que ya, en los albores del siglo pasado, habían devenido en freno absoluto para el desarrollo de las fuerzas productivas y, por tanto, para el avance social.
Si reflexionamos sobre la "Esencia" de la historia Humana, o dicho de otra manera, acerca de la evolución en el tiempo de las formas de organización social de la especie animal Homo Sapiens Sapiens (que representa el estadio en el que la materia se hace consciente de sí misma), podemos afirmar con Marx que ésta se reduce en última instancia a la lucha de clases antagónicas. Esto, en lenguaje de la economía política se traduce en afirmar que la historia de la sociedad humana está ligada indisolublemente a la lucha por lograr una forma o estructura de organización socioeconómica que en su contexto concreto de tiempo y espacio garantice la producción de los recursos necesarios para satisfacer las necesidades de subsistencia de la especie y de sus descendientes inmediatos. Cuando esa forma de organización no permite seguir desarrollando las fuerzas de producción inevitablemente deja de jugar un papel progresivo y entra en crisis. En su seno, y desde su propio éxito inicial, se generan las fuerzas (una nueva clase ascendente) que la negarán, garantizando una forma de organización social superior. Por supuesto que ningún proceso en la naturaleza es automático y mucho menos aún en la evolución de la sociedad humana, donde la intervención consciente de los hombres es decisiva. De hecho, ninguna clase dominante se suicida, y es imprescindible que si la nueva clase ascendente quiere triunfar tiene que dar una forma acabada a sus objetivos y en torno a ese programa organizarse para la toma del poder y así destruir las viejas formas sociales, la superestructura (política, jurídica, moral; en suma, la maquinaria estatal) y crear un nuevo Estado, instrumento de dominio de la clase revolucionaria, adaptado a las nuevas necesidades para el desarrollo de la producción.
Podemos, por tanto, afirmar que las crisis periódicas a las que en la época actual se enfrenta de forma recurrente la Economía de Mercado responden, de un lado, a las mismas contradicciones fundamentales y al mismo tiempo son distintas y específicas, porque en cada ocasión se manifiestan de acuerdo a unas coordenadas particulares de tiempo y lugar, que se encarnan y concretan en unas relaciones políticas y sociales dadas entre las distintas clases y Estados y, así mismo, en un grado determinado de desarrollo de las relaciones y contradicciones económicas.
Para entender algunas de las características de la fase actual de crisis en la que está entrando la economía a nivel mundial, vamos a tomar en consideración los aspectos más significativos que desarrollaremos a lo largo de tres artículos:
1.- Qué representa hoy para la vida de las distintas naciones el Mercado Mundial, o utilizando la jerga de los expertos económicos del sistema: qué significa la "Globalización".
2.- Ayer y hoy de un coloso, los EEUU en el siglo XXI.
3.- El papel del Capital Financiero y la División Mundial del Trabajo. La lucha a muerte por la redistribución de los Mercados.
1.- El dominio aplastante del Mercado Mundial
Si partimos de que el criterio fundamental de la razón humana es el de la Experiencia, podremos afirmar que la corrección o validez de una ideología sólo se puede evaluar en su correspondencia con la realidad viva. Dicho de otra forma, sólo a través de un método de análisis que corresponda con la realidad podremos anticipar la evolución de un proceso y, por tanto, intervenir activamente para cambiarlo o modificarlo.
En este sentido merece la pena calibrar a la luz de la experiencia la capacidad de previsión del marxismo en cuanto a la significación y trascendencia del desarrollo del mercado mundial y, frente a ello, contraponer la propaganda masiva acerca del inicio de la era de la "globalización" a la que sólo hace tres lustros, en los comienzos de la década de los 90 del siglo XX, los gurús económicos del establishment presentaron como un prodigio de modernidad.
Si existe un fenómeno recurrente a lo largo de los últimos 160 años es el anuncio reiterado de la muerte del marxismo por parte de la burguesía y toda su cohorte de ideólogos a sueldo. Como si de un grupo de lamas repitiendo un único mantra se tratara, la burguesía intenta que se alejen los malos augurios que anuncian que, hace mucho ya, el sistema del que derivan sus privilegios y prebendas se ha convertido en un obstáculo para el desarrollo de las fuerzas productivas y en una amenaza para la propia supervivencia de la humanidad.
Realmente lo que se oculta tras su obstinada insistencia en enterrar, cada poco, al mismo muerto es el miedo de las clases poseedoras a la fuerza revolucionaria de las ideas marxistas. De hecho, este temor tiene mucho que ver con la capacidad de previsión con que, desde la infancia misma de la burguesía, Marx y Engels explicaron las causas y raíces de la inevitable decadencia senil del capitalismo. Y dentro de su brillante anticipación, entre otros aspectos claves, destacaron el factor revolucionario que representaba el desarrollo del Mercado Mundial; y de esto hace ya 160 años.
"La Gran Industria ha creado el mercado Mundial, ya preparado por el descubrimiento de América. El Mercado Mundial aceleró prodigiosamente el desarrollo del comercio, de la navegación y de los medios de transporte por tierra. Este desarrollo influyó a su vez en el auge de la industria y a medida que se iba extendiendo la industria, el comercio, la navegación y los ferrocarriles, se desarrollaba la burguesía multiplicando sus capitales y relegando a segundo término a todas las Clases legadas por la Edad Media. La Burguesía Moderna, como vemos es ya de por sí fruto de un largo proceso de desarrollo, de una serie de revoluciones en el Modo de Producción y de cambio". (Marx y Engels, El Manifiesto Comunista. Febrero 1848, pág. 40 de la edición de la Fundación Federico Engels).
Y continúa:
"La Burguesía no puede existir sino a condición de revolucionar incesantemente los instrumentos de producción, y por consiguiente las relaciones de producción y con ello todas las relaciones sociales.
"Espoleada por la necesidad de dar cada vez mayor salida a sus productos, la burguesía recorre el mundo entero, necesita anidar en todas partes, establecerse en todas partes, crear vínculos en todas partes.
"Mediante la explotación del Mercado Mundial la burguesía ha dado un carácter cosmopolita a la producción y al consumo de todos los países. Con gran sentimiento de los reaccionarios, ha quitado a la industria su base nacional. Las antiguas industrias nacionales han sido destruidas y están destruyéndose continuamente. Son suplantadas por nuevas Industrias cuya introducción se convierte en cuestión vital para todas las naciones civilizadas, por industrias que ya no emplean materias primas nacionales, sino materias primas de las regiones más lejanas del mundo, y cuyos productos no sólo se consumen en el propio país, sino en todas las partes del globo. En lugar de las antiguas necesidades satisfechas con productos nacionales, surgen necesidades nuevas que reclaman para su satisfacción productos de los países más apartados y de los climas más diversos. En lugar del antiguo aislamiento y la autarquía de las naciones y regiones, se establece un intercambio universal una interdependencia universal de las naciones."
(Ibíd., pág. 42 y 43).
Una de las conquistas históricas que supuso el triunfo del dominio político de la burguesía entre los siglos XVI y XIX fue el de la creación de los Estados Nacionales (Guerra de Independencia Americana, unificación de Alemania y de Italia,...). Desde un punto de vista histórico, muy rápidamente (ya a principios del pasado siglo XX), este avance frente a las barreras feudales, que posibilitó el desarrollo de amplios mercados nacionales y por ende el de la gran industria, había devenido en un freno absoluto para el desarrollo de la sociedad. De hecho, las fronteras nacionales eran ya como una camisa de fuerza que constreñía el desarrollo de las fuerzas productivas. La interdependencia universal de las naciones que Marx había anticipado a mediados del siglo XIX, era ya hace un siglo una verdad incuestionable.
A principios del siglo XX, el proceso de concentración y la tendencia al monopolio del capital que surge como inevitable producto de la libre competencia inauguró, como explicara brillantemente Lenin en su magnífico opúsculo de El Imperialismo, fase superior del capitalismo, es la era del dominio del mercado mundial por el capital financiero y monopolista y, por tanto, de la consolidación del imperialismo como expresión política de esta fase en el desarrollo del capitalismo.
En este período las contradicciones derivadas de la anarquía del sistema, unidas a la lucha entre las distintas potencias por la redistribución de las colonias y mercados mundiales, condujeron a las dos Guerras Mundiales y al período de revolución y contrarrevolución más intenso visto hasta hoy en la historia de la humanidad. Lo que aquí nos interesa resaltar es el hecho de que estos colosales acontecimientos, ya entonces, pusieron de manifiesto la bancarrota desde una perspectiva histórica del capitalismo. Realmente lo que se estaba expresando de manera convulsa era la rebelión de las fuerzas productivas contra la camisa de fuerza impuesta por la propiedad privada de los medios de producción y cambio y por la existencia de las fronteras nacionales, que ahogaban e impedían su desarrollo.
Sin lugar a dudas, y aunque este no sea el lugar y no podamos desarrollar este aspecto decisivo, la lucha viva entre las clases fue a la vez causa y efecto de este desarrollo histórico concreto. En particular, el histórico triunfo del proletariado en el Octubre Rojo Ruso de 1917, y las especiales circunstancias históricas que le sucedieron, marcó con tinta indeleble un antes y un después en las páginas de la historia humana y, en gran medida, determinó el devenir de todo el siglo XX.
Partiendo del axioma de que "la Verdad siempre es concreta", lo que demuestran los datos estadísticos del comercio mundial es que, en los albores del siglo XXI, ninguna nación del mundo, sea cual sea la superficie que abarque su territorio, el tamaño de su población, su poderío militar o económico, puede escapar al dominio tiránico del mercado mundial.
Pero pasemos revista a los datos para en base a la realidad objetiva detraer las conclusiones que de ellos se derivan.
Cuadro nº1.
PIB de las cinco primeras potencias y de los países del BRIC (Brasil, Rusia, India y China). Fuente: Banco Mundial.
Cifras en Miles de Millones de $ nominales
AÑO | USA | JAPON | ALEMANI | CHINA | G.BRET. | BRASIL | RUSIA | INDIA |
2000 | 9.646,00 | 4.337,00 | 2.058,00 | 1.077,00 | 1.463,00 | 611,20 | 456,99 | |
2001 | 9.901.,80 | 4.574,30 | 1.948,00 | 1.129,30 | 1.451,50 | 528,70 | --- | --- |
2002 | 10.110,09 | 4.265,62 | 1.870,38 | 1.209,53 | 1.486,19 | 497,39 | --- | 501,53 |
2003 | 10.945,79 | 4.389,79 | 2.084,63 | 1.417,30 | 1.680,30 | 478,92 | --- | ---- |
2004 | 12.150,93 | 4.749,91 | 2.488,97 | 1.676,85 | 2.016,39 | 552,09 | ---- | 674,58 |
2005 | 12.969,56 | 4.988,21 | 2.852,33 | 2.263,82 | 2.263,73 | 644,13 | --- | 793,02 |
2006 | 13.446,03 | 4.899,97 | 3.018,04 | 2.641,87 | 2.425,21 | 892,81 | 822,36 | 906,54 |
Cuadro nº2.
Porcentaje sobre el PIB y la población mundial de los estados reseñados arriba y PIB per cápita de los mismos en el año 2006.
PAIS | PIB Miles Mill $ |
% PIB MUNDIAL |
%Población Mundial |
PIB per cápita $ |
USA |
13.446,03 |
28,00% |
5,00% |
44.800 |
JAPON |
4.899,97 |
11,00% |
2,14% |
38.300 |
ALEMANIA |
3.018,04 |
6,20% |
1,34% |
37.725 |
CHINA |
2.641,87 |
5,50% |
21,00% |
2.032 |
G.BRETAÑA |
2.425,21 |
5,01% |
1,09% |
37.311 |
BRASIL |
892,81 |
1,85% |
3,34% |
4.500 |
RUSIA |
822,36 |
1,70% |
2,50% |
5.500 |
INDIA |
906,54 |
1,90% |
20,00% |
755 |
PIB MUNDIAL |
48.461,85 |
|
|
|
Cuadro nº3.
Año 2006, Intercambios Comerciales en miles de millones de $ y porcentaje que representa respecto al PIB. (Fuente: Wto-OMC).
PAIS |
PIB |
EXPORT. |
IMPORT. |
TOTAL |
% SOBRE PIB |
USA |
13.446,03 |
1.038,30 |
1.919,40 |
2.957,70 |
22,00% |
JAPON |
4.899,97 |
649,90 |
579,60 |
1.229,50 |
25,10% |
ALEMANIA |
3.018,04 |
1.112,00 |
908,60 |
2.028,60 |
67,00% |
CHINA |
2.641,87 |
968,90 |
791,50 |
1.760,40 |
66,65% |
INDIA |
906,54 |
120,30 |
174,80 |
295,10 |
32,56% |
BRASIL |
892,81 |
159,20 |
115,60 |
274,80 |
30,78% |
RUSIA |
822,36 |
365,00 |
260,00 |
625,00 |
76,00% |
Total Mundial |
48.461,85 |
11.783,00 |
12.113,00 |
23.896,00 |
49,31% |
Cuadro nº4.
Volumen en miles de millones de $ del Comercio Mundial entre 1973 y 2006, peso específico de las distintas áreas del mundo en % sobre el total mundial. (Fuente: WTO).
ZONA |
Export. 1973 |
Import. 1973 |
Export 1983 |
Import. 1983 |
Expor 1993 |
Impor 1993 |
Expor 2003 |
Impor 2003 |
Expor 2006 |
Impor 2006 |
Mundo |
579 |
595 |
1838 |
1882 |
3675 |
3770 |
7371 |
7650 |
11783 |
12113 |
N.Ameri. |
17,30% |
17,20% |
16,80% |
18,50% |
18,00% |
21,50% |
15,80% |
22,60% |
14,20% |
21,00% |
USA |
12,30% |
12,30% |
11,20% |
14,30% |
12,60% |
16,00% |
9,80% |
17,00% |
8,80% |
15,80% |
Canada |
4,60% |
4,20% |
4,20% |
3,40% |
4,00% |
3,70% |
3,70% |
3,20% |
3,30% |
3,00% |
Mexico |
0,40% |
0,60% |
1,40% |
0,70% |
1,40% |
1,80% |
2,20% |
2,30% |
2,10% |
2,20% |
S y C America |
4,30% |
4,40% |
4,40% |
3,80% |
3,00% |
3,30% |
3,00% |
2,50% |
3,60% |
3,00% |
Brasil |
1,10% |
1,20% |
1,20% |
0,90% |
1,00% |
0,70% |
1,00% |
0,70% |
1,20% |
0,80% |
Argentin |
0,60% |
0,40% |
0,40% |
0,20% |
0,40% |
0,40% |
0,40% |
0,20% |
0,40% |
0,30% |
Europa |
50,90% |
53,30% |
43,50% |
44,20% |
45,40% |
44,80% |
45,90% |
45,30% |
42,10% |
43,10% |
Alemani |
11,60% |
9,20% |
9,20% |
8,10% |
10,30% |
9,10% |
10,20% |
7,90% |
9,40% |
7,50% |
France |
6,30% |
6,30% |
5,20% |
5,60% |
6,00% |
5,80% |
5,30% |
5,20% |
4,20% |
4,40% |
G.Breta. |
5,10% |
6,50% |
5,00% |
5,30% |
4,90% |
5,60% |
4,10% |
5,20% |
3,80% |
5,10% |
Italy |
3,80% |
4,70% |
4,00% |
4,20% |
4,60% |
3,90% |
4,10% |
3,90% |
3,50% |
3,60% |
C.I.S |
|
|
|
|
1,50% |
1,20% |
2,60% |
1,70% |
3,60% |
2,30% |
Africa |
4,80% |
3,90% |
4,50% |
4,60% |
2,50% |
2,60% |
2,40% |
2,10% |
3,10% |
2,40% |
O.Medio |
4,10% |
2,70% |
6,80% |
6,20% |
3,50% |
3,40% |
4,10% |
2,70% |
5,50% |
3,10% |
Asia |
14,90% |
14,90% |
19,10% |
18,50% |
26,10% |
23,30% |
26,20% |
23,10% |
27,80% |
25,00% |
China |
1,00% |
0,90% |
1,20% |
1,10% |
2,50% |
2,80% |
5,90% |
5,40% |
8,20% |
6,50% |
Japon |
6,40% |
6,50% |
8,00% |
6,70% |
9,90% |
6,40% |
6,40% |
5,00% |
5,50% |
4,80% |
India |
0,50% |
0,50% |
0,50% |
0,70% |
0,60% |
0,60% |
0,80% |
0,90% |
1,00% |
1,40% |
Tigres Asia |
3,40% |
3,70% |
5,80% |
6,10% |
9,70% |
9,90% |
9,60% |
8,20% |
9,60% |
8,60% |
Aus yN.Z |
2,10% |
1,60% |
1,40% |
1,40% |
1,50% |
1,50% |
1,20% |
1,40% |
1,20% |
1,40% |
URSS |
3,70% |
3,50% |
5,00% |
4,30% |
Cuadro nº5.
Stock de inversiones acumuladas de un país en el resto del mundo y viceversa. Año 2006. Miles de millones de $.
PAIS | Inversiones realizadas por terceros países | Inversiones realizadas por el pais referenciado en el exterior |
USA |
1.818,00 |
2.306,00 |
ALEMANIA |
764,00 |
941,40 |
CHINA |
759,00 |
93,75 |
JAPON |
88,62 |
459,60 |
BRASIL |
214,30 |
99,99 |
RUSIA |
209,60 |
|
El primer dato esclarecedor para evaluar lo que representa en los comienzos del nuevo siglo el intercambio universal de mercancías es que en promedio el mercado mundial representa entre un 40-50% del PIB global (ver cuadro nº3), esto es casi 24 billones de dólares de un PIB que en ese año osciló entre los 48,5 y los 51 billones de $ según las distintas fuentes (Banco Mundial, FMI, Eurostat...). Indudablemente, la dependencia no es la misma en todos los casos, ni en términos cuantitativos ni tampoco porcentuales. Por ejemplo, no es lo mismo el caso de EEUU o Japón, donde el comercio externo representa más o menos una cuarta parte de sus respectivas economías, que el caso de Alemania, China o Rusia, con una dependencia mucho mayor del mercado mundial. Por otra parte, de manera simultánea, se puede observar que cuantitativamente el peso del mercado norteamericano sigue siendo el mayor del planeta; representa el 12,5% de todo el comercio internacional, casi 3 billones de dólares, con un porcentaje aún mayor en las importaciones (casi un 16%).
Hay otros datos comparativos significativos. En el caso de USA el peso de su economía en el PIB mundial (el 28%) duplica lo que representa su porción en el comercio internacional. Mientras que, por ejemplo, en el caso de China ocurre el proceso inverso: su PIB supone un 5,50% y sus intercambios representan casi el 8% del total mundial.
También es necesario hacer un análisis equilibrado de lo que cada Estado representa en el concierto de las naciones, para ello tenemos que tener en cuenta no sólo las magnitudes cuantitativas de producción e intercambio de mercancías, o el ritmo de crecimiento económico anual, sino también otros muchos factores como la población, renta per cápita, productividad del trabajo, etc. En este sentido las diferencias en el caso de los países BRIC y los países desarrollados siguen siendo abismales. Por ejemplo, la Renta per Cápita China es aún 20 veces inferior a la norteamericana, 10 veces menor en el caso de Brasil y 40 en el caso de la India.
Por supuesto que también hay que tener en cuenta el tipo de mercancías que se compran y venden entre cada una de las zonas y naciones, aspectos todos de gran trascendencia y en los que nos detendremos cuando abordemos el estudio de la actual división mundial del trabajo.
Otro dato esclarecedor es el importante desarrollo de los intercambios comerciales (ver los cuadros nº4 y nº5) y que sirve para explicar, al menos parcialmente, tanto el período de crecimiento económico de los últimos 15 años, como también la conversión en su contrario conduciendo, merced a las contradicciones acumuladas, a la actual crisis que afecta a la economía mundial. Así, en la evolución reflejada en las cifras del Comercio Mundial, se observa un salto cualitativo y cuantitativo a partir de la década de los 90; en concreto de un volumen total de 3,72 billones de $ en 1983, se pasa a 7,50 billones en 1993, 15 billones en 2003 y se llega a los 24 billones de 2006. Esto significa que en poco más de dos décadas el volumen de mercancías intercambiadas se ha multiplicado por siete. Teniendo en cuenta que en ese período el PIB de USA, Japón, Alemania y las demás economías avanzadas en promedio creció aproximadamente un 300%, y considerando además que tanto Latinoamérica como África han reducido aún más su parte, y que Oriente Medio no ha incrementado de manera significativa su porción del mercado mundial, la explicación plausible de este desarrollo exponencial del mercado mundial, se debe básicamente al incremento del peso en el comercio mundial de Asia, que en 2006 sumaba el 27,80% de las exportaciones y el 25% de las importaciones globales.
Entrando en el detalle de las cifras del continente asiático, se ve claramente que los 7,5 puntos en que sube su participación se deben al papel de China que pasa del 1,20% de 1983 a un 8% en 2006. Así mismo, y aunque en menor medida, también ha influido en el mismo sentido, la incorporación de Rusia y su zona de influencia y también la de Europa del Este, que básicamente se encuentra bajo la órbita del imperialismo alemán.
Para llegar a esta situación en lo que se refiere a la cuenca del Pacífico, lo más significativo es el dato apuntado en el cuadro nº5 en lo que respecta a las inversiones extranjeras en China (759.000 millones de dólares). La relevancia de este dato tiene trascendencia mundial y esto por varias razones:
a) Por su volumen cuantitativo, China es ya el tercer país con mayores inversiones del exterior.
b) Por la intensidad y velocidad del proceso inversor, casi un 60% del total se hizo efectivo entre 1999 y 2006.
c) Por el tipo y calidad de las mismas. Se calcula que entre 400 y 450 de las 500 mayores multinacionales han invertido en China, y un porcentaje muy alto de estas inversiones lo son de las denominadas "Green fields", esto es en la construcción de nuevas plantas o fábricas o en la expansión de las ya existentes. En conclusión podemos decir que la explicación de estos procesos hay que buscarla en el desarrollo vivo de la lucha de clases. En este caso el triunfo de la contrarrevolución burguesa y la consiguiente restauración capitalista, a finales de los 80 y principios de los 90, en la URSS, Europa del Este y en China actuó como factor de causalidad, con los efectos indudables que han generado la incorporación a la órbita del mercado capitalista de cerca de 2.000 millones de personas. Estos acontecimientos han tenido un efecto dual. Inicialmente ampliaron el mercado y provocaron un efecto global de tirar hacia abajo de los salarios, de esta forma generaron un aumento de la tasa de beneficios y ayudaron al alargamiento del ciclo alcista de la economía mundial. Al mismo tiempo, todo lo anterior se combinó, como explica el FMI, con un crecimiento desproporcionado del peso del capital financiero y con el hecho de que aunque la inversión ha crecido durante el ciclo, lo ha hecho de manera muy inferior al nivel existente durante el período de crecimiento que se abrió tras el fin de la Segunda Guerra Mundial (de mediados de los años 40 hasta los años 70). De hecho, en lo que se refiere a los países industrializados (que siguen representando la parte del león, el 80% de la inversión mundial) la inversión ha crecido en estas tres décadas en un promedio que oscila entre el 15 y el 18% del PIB, mientras que hasta la crisis de la década de los setenta, la media era de más del 22%.
Por otra parte, el efecto de la industrialización acelerada y masiva de China y del Sudeste Asiático es un factor importante que, junto a otros, ha introducido enormes desequilibrios y contradicciones que, catalizadas por el accidente del pinchazo de las burbujas financiera e inmobiliaria, han ayudado a impulsar de nuevo una crisis clásica de sobreproducción.
La Historia de nuevo depara algunas amargas lecciones a todos los apologetas del capital que, hasta ayer, hablaban de la nueva economía y las maravillas del mercado. Por nuestra parte, los marxistas damos la bienvenida a todos estos procesos, especialmente por lo que representan en cuanto al enorme fortalecimiento del proletariado asiático. Los acontecimientos titánicos que se avecinan permitirán que de nuevo las ideas del socialismo científico empiecen a corresponderse con la experiencia de millones de oprimidos y, en palabras de Lassalle, se conviertan en una fuerza física capaz de transformar el mundo.
Fuente: El Militante (http://www.elmilitante.org)