Literatura y revolución de León Trotsky
Literatura y revolución de León Trotsky
“El arte de nuestra época será colocado enteramente bajo el signo de la revolución.” (León Trotsky)
“Este arte necesita una nueva conciencia. Por encima de todo es incompatible con el misticismo, sea éste sincero o se disfrace de romanticismo: la revolución tiene por punto de partida la idea central de que el hombre colectivo debe convertirse en el único señor y de que los límites de su poder sólo están determinados por su conocimiento de las fuerzas naturales y por su capacidad de utilizarlas. Este arte nuevo es también incompatible con el pesimismo, con el escepticismo, con todas las demás formas de abatimiento espiritual. Es realista, activo, colectivista, de forma vital y henchido de una confianza ilimitada en el porvenir.” (León Trotsky)
“Literatura y Revolución” de León Trotsky una de sus grandes obras, en esta oportunidad llevando la dialéctica al terreno del arte. Escrita pocos años después del triunfo del proletariado ruso, la maravillosa Revolución de Octubre de 1917 sin lugar a dudas la mayor experiencia en toda la historia de la humanidad. Un país atrasado y subdesarrollado, bajo un régimen monárquico y una burguesía absolutamente parasita e incapaz de llevar a cabo su tarea histórica, la revolución democrático burguesa.
En un país con las características de Rusia las mínimas reivindicaciones solo se podían alcanzar por medio de la Revolución Socialista, el pueblo ruso paso por la experiencia del régimen de Kerensky. Como señala Trotsky “La revolución bolchevique de octubre de 1917 no sólo derrocó al gobierno de Kerensky, sino a todo el régimen social fundado en la propiedad burguesa. Este régimen tenía su cultura y su literatura oficiales: su derrumbamiento no podía sino entrañar el de la literatura anterior a Octubre.”
Con el derrocamiento del orden social feudal y de la propiedad privada de los medios de producción se abrían grandes posibilidades para desarrollar enormemente el arte. Sin embargo no ocurrió fruto de las condiciones desastrosas en que quedo Rusia luego de la Primera Guerra Mundial y dos revoluciones, una gran hambruna llego a azotar al país en la murieron millones de personas. Esto condujo a un reflujo de las masas en la participación en política, terreno fértil en la cual fue ascendiendo una capa burocrática usurpando el estado y el partido, debido a que las bases no podían controlar a sus dirigentes. Sobre esta base de sobrevivencia, en que la atención del pueblo estaba concentrada en buscar un pedazo de pan para no morir de hambre era imposible desarrollar el arte.
Como sabemos el arte es libertad de imaginación, creación y pensamiento. Pero esta también necesita una base material, esta se nutre de su entorno recogiendo lo que ve y siente, expresándolo a través de sus propias leyes y dinámica, es decir a través de su propio yo. Antes de que una persona pueda hacer esto necesita estar vivo, por eso en las condiciones mas arriba descritas no se pudo dar un florecimiento de arte.
Como muchos otros campos este seria igualmente uno más de confrontación con la burocracia estalinista que usurpo el poder del Estado Soviético y del Partido, junto a las más cruentas purgas y exterminios.
Rusia bajo la dirección de Lenin y Trotsky, los artistas y escritores jamás tuvieron tanta libertad para la creación. El arte y la literatura no pueden estar subordinados reglas académicas o institucionales, debe ser libre. La única ley posible para lograr su mas alta expresión la podemos observar cuando el autor de la obra señala “¡Nadie prescribe al poeta los argumentos, ni pretende prescribirlos!” y también “¡Escribid sobre todo lo que os pasa por la mente!”. Al mismo tiempo el partido debe poseer una actitud vigilante ante toda aquella tendencia que exprese valores ajenos al progreso humano, que tienda utilizar el arte con fines reaccionarios, entre ellos racistas, xenófobos, etc., que va en contra de las mejores cualidades de las naturaleza humana. Por otro lado intentar ganar a los mejores elementos para el lado de la revolución socialista por medio de la crítica objetiva.
A esto se refiere el autor “El marxismo ofrece diversas posibilidades: evaluar el desarrollo del arte nuevo, seguir todas las variaciones, alentar las corrientes progresistas por medio de la crítica; apenas si se le pueda pedir más. El arte debe labrarse su propia ruta por sí mismo. Sus métodos no son los del marxismo. Si el Partido dirige al proletariado, no dirige los procesos históricos. Sí, hay dominios en que dirige directa, imperiosamente. Hay otros en que controla y alienta, algunos en que se limita a alentar, otros incluso en que no hace más que orientar. El arte no es un dominio en que el Partido esté llamado a dirigir.”
El desarrollo del arte como todo en esta vida no es lineal, sino que nace y se desenvuelve al calor de la lucha de clases. Se va formando según las condiciones materiales del hombre y del conjunto de ellos, del nivel de las fuerzas productivas junto al orden o estructura social por el cual se rigen e incluso su nivel de técnica lo cual es fundamental.
Una clase social triunfante, que alcanza y es capaz de sostener el poder en sus manos y así ponerse a la cabeza de la sociedad, va dibujando esta ultima a su imagen creando con ellos una cultura propia, aunque no necesario ha de ser así para siempre. Pero no la crea partiendo desde cero, más bien se apoya en la experiencia acumulada desde las más antiguas generaciones, tomando lo que le sirve y desechando lo que no le es útil, tal es la ley de la negación de la negación.
La Burguesía antes llegar a ser clase dominante experimentó todo un periodo de ascenso, que explica Marx y Engels en el siguiente extracto del Manifiesto Comunista:
“La burguesía ha producido maravillas mucho mayores que las pirámides de Egipto, los acueductos romanos y las catedrales góticas; ha acometido y dado cima a empresas mucho más grandiosas que las emigraciones de los pueblos y las cruzadas. “
“La burguesía, con el rápido perfeccionamiento de todos los medios de producción, con las facilidades increíbles de su red de comunicaciones, lleva la civilización hasta a las naciones más salvajes. El bajo precio de sus mercancías es la artillería pesada con la que derrumba todas las murallas de la China, con la que obliga a capitular a las tribus bárbaras más ariscas en su odio contra el extranjero. Obliga a todas las naciones a abrazar el régimen de producción de la burguesía o perecer; las obliga a implantar en su propio seno la llamada civilización, es decir, a hacerse burguesas. Crea un mundo hecho a su imagen y semejanza”.
Tomemos por ejemplo la Gran Revolución Francesa donde la Burguesía por primera vez lograba hacerse con el poder político, acabando con la vieja sociedad feudal. La nueva clase dominante estaba más ocupada en hacer su revolución y consolidarse en el poder, que crear inmediatamente su cultura. Fue su influencia llevo a los intelectuales burgueses de otros países como en Alemania Beethoven, entre otros. La formación de una cultura burguesa llego a completarse tiempo después de la Revolución Burguesa.
En relación con la burguesía el proletariado es incapaz de construir una cultura proletaria. A diferencia de los burgueses los trabajadores no vienen de un ascenso social. Es justamente todo lo contrario, viven en condiciones precarias sometidos a una miserable vida para que una minoría social goce de groseros privilegios.
Bajo las condiciones impuestas por el sistema capitalista (bajos salarios, largas jornadas laborales, etc.) el proletariado no tiene como dedicarse al estudio de la literatura, poesía, etc., tiene preocupaciones de cosas mucho mas importantes, y es el como sobrevivir para llevar el pan a su familia. Solo puede usar su fuerza de trabajo ya que no posee otra cosa a cambio. Por lo tanto es imposible que bajo este contexto tenga posibilidad de ir creando las bases de una cultura a su imagen y semejanza, incluso cuando tenga el poder en sus manos el proletariado no podrá crear una cultura propia. Precisamente porque el objetivo de la revolución socialista encabezada por la clase obrera es generar las condiciones de una sociedad sin clases sociales. Antes de que se pueda crear la cultura y arte proletario este último dejara de existir en medio de una sociedad comunista. Puesto que el socialismo es una etapa hacia otra superior.
La liberación del arte esta ligada a la revolución socialista. Un trabajador con 10 o 12 horas de trabajo diario le produce un cansancio físico y mental, que le interesa es llegar a su casa para bañarse, comer y dormir y así descansar para la siguiente dura jornada, lo ultimo que quiere hacer es tomar un libro y leer, o dedicarse al pensamiento, arte o escritura. De este modo el desarrollo del arte pasa necesariamente por la defensa de la reducción de la jornada laboral (lo que va en contra de la dinámica social capitalista, por lo tanto cuestiona el sistema), para que el trabajador pueda entonces tener tiempo para dedicarse a estas tareas. No solo con la clase obrera sino con las demás capas oprimidas socialmente.
Vemos como más de la mitad de la población mundial vive bajo el umbral de la pobreza en un mundo con abundantes recursos. Hay que generar las condiciones materiales para que toda la sociedad ¡Y no una minoría! posea tiempo para dedicarse al arte, filosofía, literatura, etc. Para ello es necesario que todos los recursos estén en manos del conjunto social para que estos puedan planificarlo democráticamente según las necesidades.
Sin embargo, la clase obrera habrá desenvuelto elementos o semillas para el futuro arte y cultura socialista dejando así su huella. Donde la vida misma será completamente artitistica, al igual que la naturaleza, etc., y con ello el hombre podrá desarrollar todas sus cualidades y potenciales, a niveles hasta ahora desconocidos. Solo entonces la humanidad podrá llegar a toda su plenitud, es decir a su mas alta expresión. En las palabras de Trotsky “¡lo construiremos todo!”.
Venezuela en Revolución
En nuestro país hemos estado viviendo un proceso revolucionario desde el año 1998, en el que la conciencia de millones de hombres y mujeres de la mayoría de la población se ha transformado, obreros, campesinos, jóvenes y pobres se han puesto de pie para luchar, característica de todas las revoluciones. Las masas con todas sus fuerzas han enfrentado y enfrentan a los reaccionarios, que les han impedido tener el derecho a una vida digna. Ahora toman el destino en sus manos en la escena política, con lo cual han conseguido importantes logros, mas no han alcanzado la victoria definitiva.
Al momento de escribir este articulo la contrarrevolución esta intentando levantar cabeza.
La revolución es el germen o semilla de nueva sociedad que lucha por nacer. Pone de manifiesto lo mejor del pueblo. Artistas y escritores entre otros han sido atraídos por el imán de la revolución, los hay quienes simpatizan con ella y quienes la abrazan.
Solamente liberando las fuerzas productivas (monopolios, industrias, banca y la tierra) de las cadenas que significa el Estado Burgués y la propiedad privada de dichos medios de producción, podemos entonces liberar al arte. Esto es posible solo completando la Revolución Bolivariana en el socialismo, expropiando a los capitalistas de su poder económico que usan para sembrar la barbarie en la mayoría social, y por otra lado destruyendo la vieja estructura social creada por nuestros opresores para construir un nuevo estado revolucionario de los trabajadores y el pueblo. Creando condiciones para que todos aquellos sectores que siempre se vieron excluidos, puedan gozar de buen empleo y una vida digna, a una educación de calidad, racional y científica. La sociedad sobre una nueva base gestionada por todos, generara tiempo al conjunto del pueblo para poder ocuparse a la poesía, la escritura, el arte y la literatura, elevando la conciencia niveles inimaginables.
Debemos luchar por ganar a lo mejor de los artistas para el campo de la revolución socialista. Quienes hacemos vida en el movimiento bolivariano luchamos contra las corrientes escuálidas, es decir, reaccionarias y fascistas, para impulsar a los artistas progresistas y revolucionarios. Para que sea útil debe ser progresista y por ende revolucionario. Hay que estar vigilante a las corrientes imbuidas por la ideología burguesa ¡como la llamada opinión publica! Para ayudar a las tendencias revolucionarias a forjar las semillas de la cultura y arte socialista en una sociedad sin clases sociales, libre de opresión y explotación.
Unámonos pues a León trotsky y a André Bretón en el “Manifiesto por un arte revolucionario independiente”.
Con las consignas del manifiesto:
“La independencia del arte – por la revolución”
“La revolución – para la liberación definitiva del Arte”