El domingo 8 de noviembre, durante el
acostumbrado programa dominical Aló Presidente, Chávez dio la orden de expropiar la Industria Nacional de Artículos de Ferretería (INAF). Tras haber visto por casualidad en televisión un documental sobre esta lucha tan importante para la clase obrera y la revolución. Dijo haber pedido información a los ministros, pero estos últimos en el plazo de tres días no tenían ningún tipo de respuesta al presidente quien se mostro muy molesto ante la ineficiencia. No daban respuesta a pesar que los camaradas trabajadores de INAF han enviado innumerables documentos y papeles a los ministerios, y también sostenido muchas reuniones dichas instancias. Los ministerios tenían toda la información acerca de esta fábrica ocupada, y sin embargo resulta que no podían contestar en el espacio de tres días y en el mismo programa. Esto demuestra el lastre que la revolución sigue teniendo en la burocracia reformista y el estado burgués, que sigue en pie a pesar de los golpes asestados por las masas revolucionarias.
La noticia cayó totalmente de sorpresa y fue recibida como un estimulo a los trabajadores para continuar la lucha, pero también con mucha precaución. Y esta precaución y desconfianza en los ministerios no es de gratis. Como decimos los marxistas, todo tiene su base material. Y es que estos camaradas han visto la experiencia de otros sectores de la clase obrera. Por ejemplo la fundidora ACERVEN que es vital para INVEVAL y así producir válvulas en Venezuela y generar desarrollo endógeno no ha sido expropiada ni existen las intenciones esto a pesar de que el presidente Hugo Chávez firmó el decreto de expropiación en agosto del año 2008.
Los trabajadores de INAF conocen la experiencia y el saboteo de la burocracia estatal y de los reformistas hacia las empresas recuperadas, para desacreditar la necesidad del control obrero de la producción. Por eso han conformado una cooperativa con el fin de mantener la producción y demostrar que los trabajadores pueden hacer funcionar los medios de producción sin los empresarios e incluso mucho mejor. Ellos, al igual que las camaradas de Gotcha, no quieren ser socios ni accionistas, sino que la fábrica sea nacionalizada bajo el control obrero para producir artículos de ferretería para los planes de la revolución como viviendas, hospitales, liceos, colegios, etc. y apuntalar el desarrollo endógeno.
El proceso de expropiación es engorroso y lleva tiempo, ahora han recibido la materia prima para seguir produciendo. De darse finalmente la expropiación de INAF, esta se basará en un nivel superior, porque ya conocen las experiencias de las demás fabricas recuperadas y como son boicoteadas por la burocracia reformista que les hace el juego a los capitalistas. Por lo tanto la burocracia la tendrá más difícil, y a esto debemos agregarle el ánimo de combate y efervescencia que había entre los trabajadores del Congreso Extraordinario de la UNT el 5 de diciembre. En la agudización de la lucha de clases el papel de las fabricas ocupadas como los es INAF jugaran un papel muy importante.