El parlamento escocés votará la próxima semana a favor de convocar un segundo referéndum sobre la independencia. Con la mayoría de los parlamentarios a favor de la independencia la votación es una formalidad. La fecha del referéndum no está clara. Nicola Sturgeon ha dicho que podría celebrarse en el otoño de 2018 o en la primavera de 2019. Sin embargo, un referéndum legalmente vinculante no se puede celebrar sin el acuerdo de Westminster.
La primera ministra tory, Theresa May, tiene tres opciones. La primera es una negativa rotunda a la celebración del referéndum. La segunda es aceptarlo pero retrasar el momento hasta después de que hayan concluido las negociaciones del Brexit. Y la tercera opción es aceptar la fecha propuesta por la dirección del SNP (Partido Nacional Escocés).
¿Por qué ahora?
El SNP retrasó la convocatoria del referéndum hasta después de la votación del Brexit, en gran medida debido a que la proporción de voto permanece inalterable, incluso ahora el NO mantiene una ventaja de 52% a 48%. A pesar de que Escocia votó 62%-38% a permanecer en la UE.
Los dirigentes del SNP han hecho tremendos esfuerzos para llegar a un acuerdo sobre el Brexit con Theresa May. En esencia, el gobierno escocés acepta que Escocia salga de la UE, mientras ellos o Gran Bretaña en general, sigan teniendo acceso al mercado único. Hasta el momento su solicitud ha sido rechazada.
Como comentó Nicola Sturgeon en su discurso el 13 de marzo, “Daré los pasos necesarios para asegurar que Escocia tenga posibilidad de elección al final de este proceso. La opción de seguir a Gran Bretaña en un Brexit duro o convertirse en un país independiente con capacidad de asegurarse una relación real de iguales con el resto de Gran Bretaña y con nuestras propias relaciones con la UE”.
El momento del anuncio de Sturgeon fue elegido deliberadamente para coincidir con el plan de May de aplicar el Artículo 50, el inicio de las conversaciones formales sobre el Brexit con la UE. Es probable que comiencen a finales de marzo.
En parte, la convocatoria de un nuevo referéndum es la continuación de la estrategia del SNP diseñada para arrancar concesiones a Theresa May sobre el acceso al mercado único y al denominado “Brexit suave”. Está más en la línea de los intereses generales del capitalismo británico que, irónicamente, Sturgeon refleja más fielmente que el partido tradicional de las grandes empresas británicas, los tories.
¿Se celebrará el referéndum?
En este momento es probable que siga adelante la convocatoria del segundo referéndum. No obstante, Sturgeon hizo el siguiente comentario en su discurso: “Incluso en este momento tardío, no cierro la puerta a nuevas conversaciones para que el gobierno británico cambie de opinión y decida aceptar nuestras propuestas”.
En otras palabras, si se da una combinación de factores, como el inicio de conversaciones para suavizar un Brexit duro, entonces es posible que no haya referéndum.
Si la dirección de los tories opta por negarse a un segundo referéndum, esto avivaría las tensiones nacionales y alimentaría el apoyo a la independencia, introduciendo un nuevo elemento explosivo de inestabilidad en una situación política ya volátil.
La votación asimétrica del Brexit que hubo en Escocia, Irlanda del Norte (la mayoría de católicos a favor de permanecer mientras los protestas elegían salir) y Londres favorable a permanecer en la UE, es un problema importante para la clase capitalista.
Después del discurso de Nicola Sturgeon, han aumentado las peticiones de Gerry Adams y el Sinn Fein de realizar una “encuesta” sobre la unificación de Irlanda. Un referéndum de este tipo en el norte rápidamente se convertiría en un enfrentamiento sectario. Por esa razón nuestro partido hermano en Irlanda no apoya esta demanda y defiende una salida que unifique a la clase obrera, católica y protestante, norte y sur.
Una posición socialista
El Partido Socialista de Escocia dará apoyo crítico al voto a favor de la independencia, como ya hizo en el referéndum de 2014. El objetivo de nuestras críticas es la dirección del SNP que promueve y defiende los intereses de las grandes empresas mientras aplican recortes en Escocia. En su visión de una Escocia independiente no hacen nada para acabar con los horribles niveles de bajos salarios, desigualdad y pobreza arraigados en el sistema de beneficio.
En contraste a una Escocia para el 1% defendemos una Escocia socialista independiente. Estamos a favor de la propiedad pública, la redistribución de la riqueza y el final de la privatización. Un salario decente de 10 libras la hora sin exenciones y un programa masivo de inversión en servicios públicos que revierta el impacto de la austeridad. Eso sólo es posible con una política socialista y con la creación de un partido de masas de la clase obrera que luche por ellas.
Además, una Escocia socialista independiente buscaría forjar relaciones estrechas con una Inglaterra, Gales e Irlanda socialistas como un paso hacia una Europa socialista. Esta confederación socialista tendría por supuesto que ser voluntaria y democrática, sin un ápice de obligatoriedad.
En un segundo referéndum el tema central debería ser la UE de los empresarios, el papel del SNP en llevar a cabo la austeridad tory, el giro de la economía y en general a la derecha de los líderes del SNP, permitiendo que se abra un gran espacio a la izquierda de los nacionalistas.
Una campaña socialista a favor de la independencia puede lograr un apoyo significativo. Participarían los sindicatos, grupos de sindicalistas, organizaciones sociales y otros para forjar esa alternativa.
El Brexit
En 2014 se calcula que unas 400.000 personas que apoyaron la independencia votaron a favor de abandonar la UE. El Partido Socialista de Escocia y la Coalición de Sindicalistas y Socialistas Escoceses (TUSC), que incluye al sindicato del transporte RMT, defendió la ruptura con las grandes empresas que dominan la UE. Hicimos campaña por una alternativa internacionalista y anti racista, a favor de una Europa socialista.
Con relación al Brexit estamos a favor de abandonar la UE con una política que avance en los intereses de la clase obrera. Por ejemplo, la renacionalización de todos los servicios de transporte privatizados, sectores como el gas, la electricidad, el servicio postal y todos los servicios del agua. En contra de todos los tratados de la UE que imponen la privatización y la política neoliberal.
Luchamos para acabar con la salvaje explotación de los trabajadores migrantes por los empresarios, por el empleo y derechos sindicales para todos. Exigimos el final de la frontera europea y el trato brutal a los refugiados, el derecho de los ciudadanos de la UE y otros a vivir y trabajar en Escocia y Gran Bretaña.
Es inevitable que la UE y el Brexit sean una cuestión clave en el segundo referéndum de independencia y eje central de la campaña del SNP.
El laborismo escocés y erróneamente Jeremy Corbyn, harán campaña contra la independencia. Esto sólo puede llevar a nuevas pérdidas del Partido Laborista en Escocia entre la clase obrera.
El Partido Socialista de Escocia y el TUSC escocés se mantendrán firmes en la lucha por una política socialista y anti-austeridad en las elecciones municipales de mayo de 2017. Estas elecciones pueden ser una plataforma importante para la construcción de una oposición poderosa de la clase obrera y socialista a los tories, al SNP y a la política pro capitalista del laborismo escocés.