Los trabajadores de la multinacional Pepsico-Snacks, que actualmente se preparan para iniciar la discusión de su nueva Convención Colectiva, denuncian la escalada de tácticas intimidatorias y ataques a sus dirigentes sindicales, particularmente en la planta ubicada en Santa Cruz de Aragua. Así nos lo informó vía telefónica el Secretario General de SINPROSNACKS Venezuela, Juan Carlos Martínez, quien actualmente está siendo objeto de numerosos ataques por parte de la patronal que han incluido una boleta de notificación por la apertura de un proceso de calificación de despido e incluso de una citación por parte del CICPC.
Los días 13 y 14 de Marzo la patronal decidió cerrar operaciones en la planta de Aragua alegando que había incumplimiento en los estándares de calidad y que por lo tanto dichos días quedaban sin trabajar ni cobrar los trabajadores de planta. Este hecho unilateral, orquestado por la gerencia de la planta, está siendo usado ahora para acusar a un grupo de trabajadores de la planta de paralizar y sabotear la producción, particularmente atacando a los dirigentes sindicales, como es el caso del compañero Juan Carlos Martínez.
La amenaza de desmantelamiento de la planta
Las intenciones reales de la multinacional han sido desde hace años el desmantelamiento de la planta y su traslado a Colombia, donde es conocido cómo los patrones resuelven las molestias que les causamos los activistas sindicales. Ya Pepsico-Snack´s ha desmantelado dos líneas de producción de esta planta, lo que ha significado la pérdida de más de 300 puestos de trabajo. El grueso de los trabajadores que fueron despedidos eran enfermos ocupacionales, que la empresa se niega a reubicar dentro de la planta de acuerdo a sus condiciones de salud.
Actualmente en la planta hay unos 250 trabajadores que tienen enfermedades ocupacionales y que ven como posible su despido luego que se diera la situación de cierre de líneas con el visto bueno de funcionarios del Ministerio del Trabajo. A esta situación hay que agregar las amenazas de sicariato contra los compañeros, recordando el asesinato de distintos dirigentes sindicales a nivel nacional y en particular de los compañeros Richard Gallardo, Luis Hernández y Carlos Requena, de la UNETE Aragua. Igualmente la represión que llevó adelante la policía regional de la marcha obrera que habían convocado distintos sectores que hacen vida en la región para el pasado 12 de Marzo, igual que en tiempos de Didalco Bolívar, muestran cómo las estructuras burguesas del Estado siguen siendo usadas por empresarios y la propia burocracia para golpear al movimiento en un intento por desmovilizarnos y mermar la lucha sindical y revolucionaria.
Los días 13 y 14 de Marzo la patronal decidió cerrar operaciones en la planta de Aragua alegando que había incumplimiento en los estándares de calidad y que por lo tanto dichos días quedaban sin trabajar ni cobrar los trabajadores de planta. Este hecho unilateral, orquestado por la gerencia de la planta, está siendo usado ahora para acusar a un grupo de trabajadores de la planta de paralizar y sabotear la producción, particularmente atacando a los dirigentes sindicales, como es el caso del compañero Juan Carlos Martínez.
La amenaza de desmantelamiento de la planta
Las intenciones reales de la multinacional han sido desde hace años el desmantelamiento de la planta y su traslado a Colombia, donde es conocido cómo los patrones resuelven las molestias que les causamos los activistas sindicales. Ya Pepsico-Snack´s ha desmantelado dos líneas de producción de esta planta, lo que ha significado la pérdida de más de 300 puestos de trabajo. El grueso de los trabajadores que fueron despedidos eran enfermos ocupacionales, que la empresa se niega a reubicar dentro de la planta de acuerdo a sus condiciones de salud.
Actualmente en la planta hay unos 250 trabajadores que tienen enfermedades ocupacionales y que ven como posible su despido luego que se diera la situación de cierre de líneas con el visto bueno de funcionarios del Ministerio del Trabajo. A esta situación hay que agregar las amenazas de sicariato contra los compañeros, recordando el asesinato de distintos dirigentes sindicales a nivel nacional y en particular de los compañeros Richard Gallardo, Luis Hernández y Carlos Requena, de la UNETE Aragua. Igualmente la represión que llevó adelante la policía regional de la marcha obrera que habían convocado distintos sectores que hacen vida en la región para el pasado 12 de Marzo, igual que en tiempos de Didalco Bolívar, muestran cómo las estructuras burguesas del Estado siguen siendo usadas por empresarios y la propia burocracia para golpear al movimiento en un intento por desmovilizarnos y mermar la lucha sindical y revolucionaria.