El 25 de octubre se publicaban las disposiciones del gobierno cubano, que concretaban la propuesta de reducción de las "plantillas infladas" en el sector público y la ampliación de los ámbitos de actuación de la actividad económica privada en la Isla, lo que supone un importante paso en las reformas impulsadas por Raúl Castro.

Desde ahora, y hasta abril de 2011, los diferentes ministerios tienen que poner en marcha un plan con el objetivo de reducir en medio millón los puestos de trabajo en sus organismos y las empresas estatales dependientes, lo que supone el 10% de la población activa actual. También se han producido modificaciones drásticas que afectan a la percepción del subsidio del desempleo, hasta ahora indefinido. Las nuevas medidas establecen que quien quede desempleado percibirá un subsidio equivalente a su salario íntegro durante un mes. Luego se reducirá un 60% prorrogándose de uno a cinco meses más en función del tiempo trabajado. Respecto a los que mantienen su trabajo, se acelerará la política de diferenciación salarial, que estará mucho más determinado por la "cantidad y calidad" de lo producido. 

Impulso al negocio privado

Paralelamente a las medidas que afectan al empleo y los salarios en el sector estatal, que engloba al 85% de la economía, se ampliarán las licencias de trabajo por cuenta propia, además de aumentar los sectores en los que éste podrá operar. Lo novedoso y más significativo es que por primera vez desde la nacionalización de la economía cubana tras la revolución se legaliza la contratación privada de trabajo asalariado y la formación de pequeñas empresas. Además, los trabajadores por cuenta propia podrán comercializar sus bienes y servicios a entidades estatales y tendrán acceso al crédito bancario; podrán alquilar locales y activos del estado o de otros ciudadanos; una persona tendrá la facilidad de disponer de varias licencias para ejercer más de una actividad por cuenta propia, tanto en su municipio de procedencia como en cualquier lugar del país; se eliminará la restricción para alquilar el total de una casa o departamento; se permitirá el arrendamiento de viviendas y vehículos a las personas que disponen de un permiso de residencia en el exterior (PRE) o a aquellos que, viviendo en Cuba, salgan del país por más de tres meses, para lo cual podrán nombrar un representante y el tamaño autorizado para los paladares (restaurantes privados) aumentará de 12 a 20 plazas.

¿Qué efectos económicos y sociales van a tener estas medidas? A finales de 2009 había, según cifras oficiales, 144.000 "cuentapropistas", y es posible que exista una cifra similar establecidos ilegalmente. De estos, es complicado que todos opten por legalizar su actividad ya que el pago de impuestos la haría, en muchos casos, inviable. Con todo, el negocio privado recibirá un impulso, aunque con efectos desiguales en la población. Según estimaciones del gobierno, 250.000 personas engrosarán el cuentapropismo en 2011, con lo que quedarían en la incertidumbre otras 250.000. "Todo parece indicar que la economía deberá convivir en el corto plazo con altas tasas de desempleo, lo cual es un reto desde varios puntos de vista", admiten economistas cubanos, muy proclives a las reformas favorables al mercado1. Sólo un sector de la sociedad, el que esté en condiciones de acceder más fácilmente al crédito, a los suministros y a las redes de distribución, podrá prosperar. 

La tendencia de fondo

Las medidas de incentivo a la actividad económica privada no se limitan al trabajo por cuenta propia y a la legalización de pequeñas empresas. A finales de agosto se aprobaron modificaciones legales con el fin de "facilitar el proceso de participación de la inversión extranjera en el turismo internacional", por las que se extendía el tiempo de arrendamiento de la tierra para inversores extranjeros de 55 a 90 años. También hay que tener en cuenta, para el análisis de las tendencias fundamentales que se están produciendo, la naturaleza de las medidas anteriores. En 2008 se aprobó la eliminación de los topes salariales en las empresas estatales; en 2009 empezó la entrega en usufructo de tierras ociosas a particulares y cooperativas, que ahora podrán comercializar su producción por canales privados ya que entre la lista de oficios por cuenta propia aprobados en octubre está el de "vendedor de producción agrícola en puntos de venta y quioscos". También en 2009 el gobierno anunció los primeros pasos para la supresión de los comedores obreros y sustituirlos por una asignación monetaria; también se anunció una reducción progresiva de la cartilla de racionamiento. A todo eso hay que añadir que en los últimos años se ha desarrollado una intensa campaña oficial, con profundas implicaciones ideológicas, contra el "paternalismo" estatal, los gastos sociales "irracionales", las excesivas gratuidades, las inconveniencias del "igualitarismo", etc.2, lo que alimenta claramente la tendencia ya existente en la sociedad cubana a la búsqueda de salidas individuales para poder garantizarse un medio de vida. En cualquier caso, estas medidas introducirán la desigualdad económica y social en Cuba.

Las concesiones al cuentapropismo hay que analizarlas en su contexto y en su dinámica. ¿Qué otras medidas se van a tomar en el futuro? Algunos economistas cubanos señalan las líneas generales con claridad: "La descentralización, unida a la liberalización de precios y flujos de divisas, son metas a las que debe tender la política económica si quiere propiciar los incentivos y la autonomía necesaria para impulsar la productividad y el salario en la empresa estatal. En algún momento, el mercado mayorista empresarial deberá poder fijar sus precios de acuerdo al principio de oferta y demanda, tal y como lo hacen las actividades por cuenta propia. Ello requerirá un estudio cuidadoso de las estructuras monopólicas, una mayor apertura externa y una corrección de los tipos de cambio del peso convertible y del peso cubano en la empresa".3 Todas estas propuestas van en la línea de que el Estado se convierta en un mero "regulador" de la economía, tesis asumida por economistas de relevancia en Cuba.

¿Es el libre mercado
la solución para Cuba?

Según el esquema del gobierno cubano, estas medidas estimularán la productividad y permitirán al Estado liberar más recursos para la inversión. Eso propiciaría una dinámica de crecimiento económico que permitiría salvaguardar las conquistas de la revolución y aumentar los salarios en el futuro. Sin embargo, un crecimiento, en la hipótesis de que se produjese, basado fundamentalmente en una mayor apertura al mercado y un incremento de la desigualdad social (lo que implica la acentuación y cristalización de intereses sociales contrapuestos y un inevitable incremento de la corrupción y de la asociación de intereses entre sectores de la burocracia estatal y los intereses privados4) sienta las bases objetivas (con independencia de las intenciones de quienes lo promuevan) para la restauración capitalista, como ocurrió en la URSS o en China. La experiencia de la Perestroika de Gorbachov es un recordatorio trágico de las consecuencias que un proceso semejante pude tener para Cuba. Esta dinámica se agrava todavía más si tenemos en cuenta que todas las concesiones que se están haciendo al "mercado" no se plantean como excepcionales sino como parte de los "cambios estructurales" que deben operar en la economía cubana, y además no existen mecanismos de control efectivo de los trabajadores contra las tendencias burocráticas existentes y reconocidas abiertamente por las propias autoridades cubanas.

La base material de las conquistas de la revolución reside en la planificación económica, imposible sin la propiedad estatal de los medios de producción. Esta fue la gran conquista de la revolución cubana y ahora se ve la importancia de extender esta gran lección a la revolución bolivariana. Mientras en Venezuela la economía dependa del sector privado, la burguesía y el imperialismo seguirán utilizando el sabotaje empresarial y la huelga de inversiones con el fin de minar la revolución bolivariana, socavando indirectamente, la propia revolución cubana. El futuro de la revolución cubana está íntimamente vinculado a la supresión del capitalismo en Venezuela y al establecimiento de una auténtica democracia obrera en la Isla. Internamente, no hay nada más eficaz contra el despilfarro, la corrupción y la rutina burocrática que el control obrero y la involucración efectiva de las masas en las decisiones políticas fundamentales. Así, de las condiciones extremadamente complicadas de la economía cubana, debido fundamentalmente a su aislamiento y a su desarrollo relativamente atrasado, no se deriva automáticamente la necesidad de más mercado. Esa es una opción política. La otra es el impulso de la revolución mundial y la democracia obrera, la única vía para salvaguardar las conquistas de la revolución.
 
 
 
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1. Ver "Entre el ajuste fiscal y los cambios estructurales, se extiende el cuentapropismo"  
del Dr. Pavel Vidal Alejandro, Dr. Omar Everleny Pérez Villanueva del Centro de Estudios Económicos de Cuba, perteneciente a la Universidad de La Habana.  ir al PDF 

2. Ver "El futuro de la revolución cubana. La construcción del socialismo y el debate sobre la igualdad", en El Militante nº 235, febrero de 2010.

3. Ver artículo referido en la nota 1.

4. Es imprescindible leer "Cuba: corrupción, ¿la verdadera contrarrevolución?", de Esteban Morales, académico cubano y director honorario del Centro de Estudios sobre Estados Unidos de la Universidad de La Habana (www.kaosenlared.net/noticia/cuba-corrupcion-verdadera-contrarrevolucion).  

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