londres_7octubreMultitudinaria manifestación contra los ataques del gobierno Cameron

El 20 de octubre centenares de miles de trabajadores británicos salieron a las calles para expresar su rechazo a la política de recortes y austeridad del gobierno conservador de David Cameron. En Londres se manifestaron 150.000 personas, y decenas de miles más en Belfast y Glasgow. La manifestación fue convocada por el Congreso de Sindicatos Británicos (TUC), la principal confederación sindical.

Esta no es la primera gran movilización que ha vivido Gran Bretaña desde la llegada al poder de tories y liberales, hay que recordar la histórica manifestación del 26 de marzo del año pasado, con medio millón de personas en las calles de la capital; las movilizaciones estudiantiles contra la subida de tasas en diciembre de 2010; y las dos huelgas generales del sector público en 2011, en julio y en diciembre, esta última la mayor que vivía el país en treinta años.
A principios de octubre, el TUC presentó un informe que mostraba el deterioro de las condiciones de vida de los trabajadores británicos durante estas últimas décadas, desde 1979 la parte de los salarios en el PIB ha pasado del 65% al 53%, la mayor caída que ha experimentado un país desarrollado, a excepción de EEUU que tiene el “honor” de ocupar el primer lugar. Al mismo tiempo, los beneficios pasaron de una cantidad equivalente al 13% del PIB al 21%, como en el resto del mundo desarrollado se ha producido un tremendo trasvase de riqueza de los trabajadores a los sectores más ricos de la población.
Durante los años ochenta Gran Bretaña sirvió de laboratorio para la implantación de la llamada política “neoliberal”, que no es otra cosa que el capitalismo salvaje. Despidos masivos, cierres de empresas, privatizaciones, liberalización de la economía, pérdida de derechos laborales y poder adquisitivo. Pero esta política de ataques constantes a la clase trabajadora no ha evitado que Gran Bretaña sufra los mismos problemas que el resto de países capitalistas.
La economía británica está hundida en la recesión, de abril a junio cayó un 0,7%, ¡desde el inicio de la recesión la caída ha sido del 10%! En cuanto a la manufactura, que hace décadas era el principal motor económico, lleva tres años en declive y hoy sólo representa el 10,5% de la economía. Recientemente el Tesoro anunció que tendría que pedir prestados otros 48.000 millones de libras adicionales, para poder hacer frente a los gastos del Estado, eso elevaría la deuda pública hasta el 90% del PIB.
Al igual que en toda Europa, los capitalistas británicos con el argumento de que no hay dinero aprueban medidas de austeridad salvajes que sólo empobrecen más a la inmensa mayoría de la población, mientras que sí disponen de decenas de miles de millones para salvar bancos o regalan exenciones fiscales o bajadas de impuestos a los ricos. Según el sindicato de empleados públicos (PCS), en un año los más ricos se han ahorrado en impuestos 120.000 millones de libras, una cantidad próxima a los 143.000 millones de déficit público que el gobierno pretende eliminar en cuatro años mediante recortes sociales. Los trabajadores públicos se enfrentan a su quinto año de caída salarial, eso es lo que está detrás del éxito de las dos huelgas generales del sector.

Nuevo plan de austeridad

El gobierno ha anunciado que aprobará un nuevo plan de austeridad para recortar otros 16.000 millones de libras. Todavía no se ha presentado pero ya se sabe que eliminarán otros 1.400 millones del presupuesto educativo, después de haberlo reducido ya en 7.300 millones. También se habla de privatizar el Servicio Nacional de Salud (NHS), eso significará un deterioro aún mayor del sistema sanitario británico, que ya sufre debido a la reducción de presupuesto, despido masivo de médicos y enfermeras. Algunos miembros del gobierno pretenden, incluso, vender toda la vivienda pública municipal.
La furia e indignación entre los jóvenes y trabajadores ha seguido acumulándose alcanzado un punto en que la olla a presión está a punto de estallar. El ambiente explosivo que existe entre la clase obrera se refleja en la enorme presión que está sufriendo la dirección del TUC, que por primera vez desde 1926 va a discutir la convocatoria de una huelga general. Esto se debe a la presión de varios sindicatos que han aprobado mociones a favor de la huelga general, entre ellos el poderoso RMT, sindicato del transporte; y el UNITE, el sindicato más grande de Gran Bretaña, que agrupa a los trabajadores industriales, ferroviarios y portuarios, cuenta con 1,5 millones de afiliados. Sin duda, las movilizaciones de los trabajadores en otros países europeos, como Grecia, Portugal, Italia o el Estado español, están también sirviendo de ejemplo para los trabajadores británicos. La convocatoria de una huelga general sería un paso adelante importante para hacer avanzar la lucha contra los ataques del gobierno tory-liberal.


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