Desde la promulgación de la Ley de los Sistemas de Ahorro para el Retiro, junto con la reforma a la Ley del Seguro Social en 1997, hasta el movimiento nacional del IMSS con el cierre de calzada de Tlalpan en 2004 por la defensa del Régimen de Jubilaciones y Pensiones (RJP), los trabajadores del Instituto Mexicano del Seguro Social han enfrentado constantes embates. En ese año, en tiempos de Vega Galina, se intentó incrementar las aportaciones de los trabajadores al RJP del 3% al 15%, restando a la patronal la responsabilidad de financiar la jubilación de los trabajadores. Posteriormente, en 2008, la traición por parte de Valdemar Gutiérrez Fragoso, quien destrozó el contrato colectivo de trabajo y entregó el futuro de los trabajadores del IMSS a los intereses privados de las AFORES. Estos hechos han representado golpes duros no solo para los empleados del IMSS, sino para toda la clase trabajadora afiliada al Instituto.
Desde julio pasado, ha emergido un movimiento nacional conformado por cientos de trabajadores del Seguro Social en diversos estados del país, exigiendo el retorno al RJP. Este movimiento se ha manifestado en estados como Sonora, Coahuila, Michoacán, Jalisco, San Luis Potosí, Quintana Roo, Guanajuato, Veracruz, Tlaxcala, Morelos, Durango, Puebla, Guerrero, Oaxaca, Tamaulipas, Sinaloa, Estado de México e incluso la Ciudad de México. Las movilizaciones han incluido marchas y concentraciones bajo consignas como: “¡Digna jubilación, fuera las AFORES!”, “AFORES, AFORES, miseria nacional”, “No hay gasas, no hay alcohol, pero sí hay corrupción”. Estas expresiones dejan claro que las promesas hechas por los gobiernos de la Cuarta Transformación no se han cumplido, entre ellas: derogar las reformas neoliberales de 1997 y 2007, establecer un sistema de seguridad social universal y resolver el desabasto de medicamentos e insumos en las instituciones de salud pública.
El pasado lunes 25 de agosto1, los trabajadores participaron en la primera marcha nacional que partió del Monumento a la Revolución hacia Palacio Nacional, donde entregaron un pliego petitorio a la Presidencia de la República. Entre los puntos principales destacan:
- Incorporación de todos los trabajadores del IMSS al RJP conforme al convenio 2005, derogando las cláusulas del convenio 2008 que eliminaron este derecho.
- Disminución de la edad de jubilación: actualmente, tras la reforma de 2008 al contrato colectivo, se exige 35 años de servicio para hombres y 34 para mujeres, además de una edad mínima de 60 años por concepto de cesantía y 65 por vejez, lo que contrasta con la ley del seguro social de 1997. Los trabajadores exigen el derecho a retirarse con 28 años de servicio (hombres) y 27 (mujeres).
- Pensión equivalente al 100% del salario integrado, conforme al artículo 9 del RJP.
- Creación de una comisión mixta de vigilancia integrada por trabajadores y sindicato, para auditar el manejo de las aportaciones complementarias y garantizar la transparencia.
- Exigencia al gobierno para que cumpla con el financiamiento del RJP, como lo establece la ley, sin afectar la operatividad del IMSS.
Asimismo, solicitaron la intervención del gobierno federal para investigar el intento de asesinato contra América Barragán, trabajadora del IMSS, ocurrido el 24 de agosto de 2025. También exigieron el fin de la represión y criminalización hacia las luchas laborales dentro del Instituto. Estas demandas fueron recibidas por el área de Atención Ciudadana.
Ese mismo día, los trabajadores acudieron a las instalaciones del Comité Ejecutivo Nacional del Sindicato Nacional de Trabajadores del Seguro Social (SNTSS) para entregar sus exigencias. Cabe destacar que solicitaron ser recibidos por el Dr. Rafael Olivos Hernández, secretario general del sindicato. Sin embargo, fue José Luis Humberto Garza, secretario de secciones sindicales y delegaciones foráneas autónomas, quien los atendió, solicitando que solo ingresara una comisión de cuatro personas.
Durante esta visita se vivieron momentos de tensión, ya que el sindicato trató a sus propias bases como si fueran delincuentes. Una trabajadora relató en un vídeo2 en redes sociales que afuera del edificio había personas que parecían un “escuadrón antiterrorista”. Además, el sindicato se negó a discutir el tema en el próximo Congreso Nacional Ordinario del SNTSS, a celebrarse el 2 de septiembre en Puerto Vallarta, argumentando que el RJP “no es viable por falta de finanzas”. Este argumento se contradice con lo declarado recientemente por Claudia Sheinbaum, quien aseguró en una conferencia matutina que “el IMSS tiene muchísimos recursos”.
Al día siguiente, el periódico El Siglo de Torreón3 publicó la respuesta oficial del gobierno federal: la presidenta remitió la solicitud de los trabajadores a la oficina de Atención Ciudadana, la cual, a su vez, la canalizó a las dependencias correspondientes. En otras palabras, no hubo una respuesta inmediata y, como es habitual, estos procesos suelen dilatarse indefinidamente.
Por otra parte, en las redes sociales del movimiento RJP se denunció un acto de represión contra uno de los trabajadores más activos del movimiento en Durango. El SNTSS le envió un citatorio para comparecer ante la Comisión de Honor y Justicia del sindicato, acusándolo de comportamiento agresivo frente al edificio del CEN y de lanzar ofensas al secretario general4. Este acto evidencia el autoritarismo y el carácter inquisitorial del sindicato charro del IMSS.
Este no es un caso aislado. Desde el inicio del movimiento, las delegaciones sindicales han hostigado a los trabajadores movilizados. Un ejemplo es el de Karina del Río, enfermera pionera del movimiento RJP, quien fue difamada5 por supuestamente no asistir a una reunión en la Secretaría de Gobernación en Coahuila, cuando en realidad nunca fue notificada6. La delegación sindical intentó aprovechar esta situación para desacreditarla, al igual que al movimiento.
La lucha por el RJP es legítima y necesaria. No debe limitarse al plano sindical, sino convertirse en una causa social. Repudiar y rechazar el control que las AFORES ejercen sobre el dinero de los trabajadores es enfrentarse a intereses gigantescos. No se trata solo de los trabajadores del IMSS: las AFORES controlan también los ahorros de los empleados al servicio del Estado y de millones de trabajadores afiliados al Instituto Mexicano del Seguro Social. Como se señaló al inicio de este artículo, fueron las reformas de 1997 (bajo Zedillo) y de 2007 (ISSSTE) las que privatizaron los fondos de pensiones, permitiendo que se inviertan en megaproyectos y desarrollos inmobiliarios inaccesibles para los propios trabajadores7.
La única forma de ganar esta batalla es construir un movimiento nacional conjunto que agrupe a todos los trabajadores: tanto los que cotizan al IMSS como los del ISSSTE. Esta lucha debe poner en el centro la creación de un sistema de seguridad social universal que garantice atención médica y un retiro digno para todos los trabajadores del país, sin excepción.
Estudiantes, amas de casa, jubilados y trabajadores en general: todos debemos sumarnos activamente a esta causa. La tarea revolucionaria de heredar un mejor futuro para las generaciones presentes y futuras es responsabilidad de todas y todos.
Ni UMAS, Ni AFORES, ¡SISTEMA SOLIDARIO DE PENSIONES!
¡GOBIERNE, QUIÉN GOBIERNE, LOS DERECHOS SE DEFIEDEN!
Fuentes:
1. https://www.youtube.com/watch?v=g1HSuRYQSnQ&t=136s&ab_channel=PersonajesM%C3%A9xico
2. https://www.facebook.com/share/v/1G93iXupcs/
3. https://www.elsiglodetorreon.com.mx/noticia/2025/sheinbaum-responde-a-enfermera-del-imss-de-torreon-tras-marcha-por-regimen-de-pensiones.html
4. https://www.facebook.com/photo?fbid=1233771755449542&set=a.672978874862169
5. https://www.facebook.com/photo/?fbid=1195777022582349&set=a.672978874862169
6. https://www.facebook.com/watch/?ref=saved&v=765325882691719
7. https://www.jornada.com.mx/noticia/2025/07/14/economia/afore-invierten-ahorros-de-trabajadores-en-casas-impagables-para-ellos#:~:text=Los%20fondos%20del%20ahorro%20pensionario,de%20la%20poblaci%C3%B3n%20en%20M%C3%A9xico.