Más privilegios para la burguesía
Este primero de octubre se cumplió un año de gobierno de Claudia Sheinbaum y la orientación política que sigue este segundo periodo de Morena es clara: más negociaciones por arriba, más privilegios al empresariado y menos medidas concretas y duraderas para la clase trabajadora.
A tan solo unos meses de la llegada de Claudia al gobierno y frente a las enormes presiones del también recién llegado gobierno trumpista, la presidenta hizo el anuncio de su Plan Nacional, un programa que implica mayor intervención del empresariado, y que le permitirá a este grupo dominar en la dinámica económica y por lo tanto en la orientación política del país.
Este plan incluye el “Acuerdo voluntario para el aumento de contenido nacional” con 22 grupos empresariales. A los que se les ha ofrecido:
- Reducción de tiempos de trámites para inversión.
- Incentivos fiscales.
- Seguridad jurídica y estabilidad para las inversiones.
El rumbo se ha mantenido durante los meses siguientes, reuniones con evangelistas, con más de 302 empresarios de renombre para que inviertan en proyectos de infraestructura, etc. Como consecuencia lógica, nada se ha concretado sobre la jornada de 40 horas, pues son estos mismos grandes empresarios los principales opositores a esta reforma.
En su informe la presidenta señaló que durante los últimos años, de 2018 a 2023, 13.5 millones de personas salieron de la pobreza, pero lo que no dice Sheinbaum es que en 2024 siguen existiendo 38.5 millones de pobres, casi el 30% de la población, para los que su ingreso no es suficiente para cubrir ni la canasta básica, además de que hay 7 millones en pobreza extrema.
Los datos de una inflación baja del 3.7% no se corresponden con la realidad diaria, es claro para cualquiera que hace la compra de la despensa que los precios están desorbitados.
El gobierno del “Llegamos todas”
Los apoyos sociales no llegan a lxs más necesitados, se quedan en las capas medias. El grupo de mayor pobreza, en este gobierno, en donde “llegamos todas” es el de mujeres indígenas.
Por si fuera poco, en este gobierno “feminista” se asesinaron a 6, 837 mujeres durante 2024. Un promedio de 18 diarios. Es decir, las cifras van en aumento.
Sin duda, uno de los aspectos centrales para evaluar el rumbo del gobierno, es la posición que ha tenido Claudia Sheinbaum frente al ascenso de la ultraderecha en general y las exigencias de nuestro vecino del norte en particular. En el balance de los hechos, la sumisión de este gobierno es contundente, más allá de los discursos soberanistas.
Claudia ha respondido afirmativamente y con acciones inmediatas a los designios del imperialismo norteamericano:
- Sobre la exigencia de detener la migración. Claudia ha trasladado a 10 mil guardias nacionales a la frontera norte para evitar el paso de migrantes, principalmente centroamericanxs, que huyen de la pobreza y la degradación social provocada por el imperialismo. En los primeros tres meses de 2025, 183 migrantes murieron mientras transitaban de Sudamérica hacia la frontera norte de México.
- Sobre la exigencia de evitar el paso de mercancías chinas a territorio estadounidense y la exigencia de consumo regional para monopolizar y fortalecer las exportaciones estadounidenses. Claudia ya ha implementado aranceles a 544 mercancías chinas desde 2023 a lo que se suman aranceles a autos ligeros, autopartes, textiles, plásticos, entre otros. La Secretaría de Economía ha iniciado varias investigaciones antidumping contra productos chinos, en sectores como el acero, clave para el gobierno Trumpista, así como cuotas provisionales en caucho termoplástico. Decomisos de mercancía apócrifa asiática por cientos de millones de pesos. Se han intensificado operativos en distintos puntos del país.
- Sobre la utilización, por parte del gobierno trumpista, del narcotráfico como chivo expiatorio para librar sus responsabilidades. Claudia, su gobierno y sus Fuerzas Armadas, han reproducido el discurso que señala a los carteles del narcotráfico mexicano como responsables y permite que el gobierno de Trump prepare el terreno si es necesaria una intervención, con la designación de los carteles como ”terroristas” y del asunto del narcotráfico como de “seguridad nacional”. El gobierno mexicano ha respondido con la detención de capos, ha militarizado el país, y puesto a un señalado de cómplice del caso Ayotzinapa al frente de la Secretaria de Seguridad y Protección Ciudadana, incluso a sabiendas que nada de esto será nunca suficiente para EEUU, porque es solo su táctica de presión para mantener al país sometido y en orden.
Las consecuencias de esta sumisión en los hechos es la extensión de la política militarizadora y represora que vemos en EEUU y que pretende exportar a toda América Latina. Durante las últimas manifestaciones por Palestina y de la juventud, como la marcha por Ayotzinapa y el 2 de octubre, han habido despliegues desproporcionados y cargas policiales que han roto las manifestaciones, como hace un tiempo no se veían.
Otra consecuencia grave de esta relación de sometimiento, es la negativa a romper relaciones con Israel, y peor aún, la renovación de contratos para entrenamiento, las recientes compras de armas, y la cooperación tecnológica que Israel está impulsando en materia de ciberseguridad.
Pese a las enormes y constantes manifestaciones y acciones realizadas en todo el país, Claudia ha preferido sostener los vínculos con el sionismo antes que escuchar a las y los miles que hemos estado en las calles durante ya dos años.
El balance de este año para el pueblo trabajador y la juventud, no es muy positivo, pero para la burguesía ha sido un año de grandes ganancias. En 2024, los bancos mexicanos registraron ganancias por 288,340 millones de pesos, lo que representa un incremento del 1.4% real respecto a los obtenidos en 2023.
De seguir por este camino, el descontento y la desilusión, que ya se está generando, podría aumentar rápidamente, abriendo un período que ya hemos visto en otras partes, en donde la desilusión le abre el paso al avance de la derecha; si se trata de reprimir, militarizar o beneficiar a los grandes bancos, la derecha es quien lo hace mejor.
Ahora mismo la oposición es un chiste de mal gusto, pero en épocas de grandes acontecimientos como la que vemos hoy, los cambios pueden ser bruscos y acelerados, más aún si esta derecha ha contado históricamente, como lo hace hoy, con el apoyo del imperialismo norteamericano. Por mucho que los gobiernos de Morena se desvivan por tener a la bestia tranquila, nada le dará más tranquilidad que tener a sus propios lacayos en el gobierno.
Ante este panorama, es urgente construir una alternativa desde abajo, de la mano de los sectores de izquierda de Morena descontentos por el rumbo que está tomando el gobierno, hombro a hombro con los movimientos sociales, bases sindicales democráticas, las mujeres organizadas y la juventud trabajadora y estudiantil.
Es momento de construir una izquierda revolucionaria que le haga frente al ascenso del fascismo, al trumpismo y al sionismo con la lucha y la organización en las calles. Únete a Izquierda Revolucionaria y derrotemos juntxs al capitalismo para construir una nueva sociedad con verdadera justicia social y libre de pobreza, intervencionismo, violencia y desigualdad. Otro mundo es posible, solo con el socialismo.