La lucha por el derecho al aborto en México como a nivel mundial continua. A pesar de que en 1920 la Unión Soviética se convirtió en el primer Estado en legalizar el acceso al aborto y posteriormente en distintos países del mundo, el acceso a un aborto como parte de nuestro derecho a salud digna y gratuita asi como alos derechos sexuales y reproductivos sigue siendo estando fuera del alcance de las mujeres trabajadoras y sigue siendo visto como un tema moral y no de salud.
En México, grupos conservadores de derecha, ultraderecha y sectores religiosos en especial la iglesia católica, se han opuesto al derecho a decidir de las mujeres y personas gestantes, vulnerando sus derechos y con argumentos insostenibles basados en prejuicios hacia las mujeres y siguiendo los roles de género machistas.
La criminalización y penalización del aborto genera que las mujeres acudan a clínicas clandestinas e insalubres, donde anualmente han muerto más de 190 mil mujeres y muchas hab sido sentenciadas a prisión. En 2021, organizaciones feministas denunciaron 200 detenciones de mujeres por abortar y la Comisión Nacional de Vivienda (Conavi) pidió la revisión de 432 carpetas de investigación abiertos por el mismo tema en 27 estados de la república.
En 2007, la Ciudad de México se aprobó la interrupción legal del embarazo hasta las 12 semanas, sin importar la causa, el cuál consideramos que ha sido un avance importante en el país, pero insuficiente. En la actualidad hay 22 estados del país además de la Capital, donde se ha despenalizado el aborto, sin embargo, estas conquistas producto de años de movilizaciones en las calles, pueden ser reversibles si no destruimos por completo al sistema capitalista que se beneficia de nuestra opresión.
Un ejemplo claro de esto es la reversión parcial de la despenalización del aborto en Aguascalientes, en donde se redujo de el plazo legal para abortar, de 12 a seis semanas. Un claro retroceso producto del avance de la derecha.
La “Ola Verde” y el Movimiento feminista arrasa en México
El 6 de septiembre de 2023, a unas semanas del 28 de septiembre (Día por la Despenalización y Legalización del Aborto), la Suprema Corte de Justicia de la Nación de manera unánime aprobó la despenalización del aborto a nivel federal, obligando a los centros de salud pública a prestar el servicio de aborto sin que el personal médico sea criminalizado por practicarlo, sin embargo, no se han tomado medidas concretas para asegurar este servicio en el sistema de salud, deficiente aún para padecimientos comunes.
La lucha por el acceso al aborto es una lucha por un sistema de salud de calidad y accesible para todxs.
La respuesta de los movimientos feministas y de la “Ola Verde” en México ha alzado la voz, mostrando una fuerza combativa y organizada. Los avances que han ocurrido en el país en el acceso al aborto para mujeres y personas gestantes se han conseguido gracias a la lucha constante en las calles.
La “Marea Verde” no solo es fuerte en México sino en Latinoamérica, y es por ello que se consiguieron avances importantes en Chile y en Argentina por citar dos casos muy emblemáticos en el contexto latinoamericano.
¡Todavía hay mucho por lo cual luchar!
La lucha por el acceso al aborto sigue siendo de vital importancia y por no debemos minimizar los logros que se han obtenido debito al movimiento feminista en México. Sin embargo, el acceso al aborto se sigue viendo vulnerado en especial a mujeres y personas gestantes de clase trabajadora y en situaciones de pobreza, donde es difícil conseguir el acceso a este servicio y que se siguen viendo orilladas al aborto clandestino. La despenalización no ha sido suficiente para garantizar realmente la práctica de la interrupción legal del embarazo y que se realice de forma segura, gratuita y libre de discriminación.
En la capital del país solamente se cuentan con 14 clínicas que ofrecen este servicio, y 37 en total en todo el país. Por eso exigimos mayor presupuesto a la salud y se tiene que detener la discriminación y la violencia machista, como por ejemplo la violencia obstétrica y la discriminación a la comunidad sexodiversa ejercida por parte de distintos servidores públicos.
Además, es fundamental una educación sexual integral, de calidad y obligatoria, en todas las escuelas que genere la conciencia y el desarrollo sexual saludable y en libertad de cada persona.
En las instalaciones universitarias se debe asegurar el acceso al aborto y a los métodos anticonceptivos. La UNAM cuenta con un Centro Médico donde se dan servicios ginecológicos y en la UAM existe el Centro de salud Universitaria en 3 de sus campus, las universidades no pueden lavarse las manos frente a esta problemática.
Igualmente debemos cuestionarnos qué tan libres somos las mujeres y personas gestantes de clase trabajadoras sobre decidir tener descendencia o no, ya que influyen mucho las condiciones materiales en las que muchas vivimos ¿Realmente podemos decidir libremente en un sistema capitalista donde siguen incrementando las condiciones de explotación y de desigualdad para los sectores más vulnerados?
Se requiere de un cambio sistémico, donde haya salarios dignos, empleos con prestaciones adecuadas para sostener una familia y que nos permitan mantener una buena calidad de vida para las infancias, acceso a guarderías, lavanderías y servicios de comedores comunitarios y jornadas laborales reducidas que nos permitan tener el tiempo suficiente que muchos progenitores no tenemos. La carencia de estas condiciones limita nuestras posibilidades a la hora de tomar una decisión sobre el futuro de nuestras vidas.
La lucha continua y debemos seguir movilizándonos para que mejoren las condiciones de la clase trabajadora y de las mujeres trabajadoras, construir una sociedad libre de violencia machista, en donde realmente podamos decidir sobre nuestra maternidad y que realmente haya acceso a una salud digna.
¡POR UN VERDADERO ACCESO AL ABORTO LIBRE, SEGURO Y GRATUITO!