¡Basta de violencia transfobica, machista y misógina!
¡Súmate a las movilizaciones este 20 y 25 de noviembre!
La presidenta y la jefa de gobierno de la CDMX tomaron posesión con el slogan de: “Llegamos todas”, sin embargo, a un año de sus gobiernos, los feminicidios y transfeminicidios siguen llenando los reportes criminales; las desapariciones de mujeres jóvenes a manos de la trata de personas continúan, y la violencia machista institucional se recrudece, un ejemplo son las expulsiones de nuestras compañeras trans de los vagones de mujeres. La pobreza también ha golpeado más a las mujeres, según Coneval, las mujeres indígenas componen el sector más pobre. Asimismo, mientras que la legalización del derecho al aborto sigue en la congeladora, Claudia realizó negociaciones con representantes de 30 mil templos evangelistas del país.
A un año, no hemos llegado, y poco hemos avanzado.
Los feminicidios, desapariciones y violencia machista se incrementan
Los feminicidios, la violencia machista más cruel y letal, no han parado, las cifras son alarmantes. De acuerdo con el Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública, 6 mil 837 mujeres fueron asesinadas en México durante el 2024, lo que equivale a 18.7 homicidios por día a nivel nacional, sin embargo, solo 839 fueron catalogados como feminicidios. 507 mujeres asesinadas durante el primer mes de este año, lo que representa 16.3 casos por día.
Las desapariciones llegaron a más de 29,258 en lo que va del 2025; en 2023 la cifra llegaba a 28,700, según cifras oficiales, pero de acuerdo con datos de Red Lupa, estas se incrementaron por arriba del 40% en estado como Campeche, Chiapas y Ciudad de México . “Las mujeres entre los 10 y los 14 años tienen el mayor número de desapariciones en comparación con los hombres, sin embargo, las mujeres entre los 15 y 19 años, tienen la mayor estadística de desapariciones en comparación a su mismo género en rango de edad,” según datos de la Comisión Nacional de Búsqueda.
La violencia sexual, específicamente acoso sexual y violaciones, en las cifras oficiales ha disminuido del 2023 al 2025, aunque las denuncias por violencia de género se han incrementado ligeramente, con una diferencia de 200 más en 2024 respecto a 2023. Pero sabemos que muchas violencias no son denunciadas y las más de 11 mil denuncias por acoso sexual y las 21 mil por violanción no son despreciables.
El machismo institucionalizado y sus productos
El peor machismo es el institucionalizado, el que se produce desde las propias instancias del gobierno. En primer lugar, seguimos sufriendo la revictimización en las instituciones de “justicia” que hacen insoportables los procesos para las denunciantes.
Además, hay otras expresiones de este machismo. El incremento de la represión también la padecemos más crudamente las mujeres, como es el caso de las madres buscadoras, que han tenido que tomar la búsqueda de sus familiares en sus manos, no solo sin apoyo del gobierno sino contra sus intentos de deslegitimación y total abandono. Esta actitud gubernamental las ha puesto en tal vulnerabilidad que en lo que va del sexenio de Sheinbaum hay 10 casos de agresiones letales contra buscadoras; de 2016 a la fecha han sido asesinadas 26 buscadoras y hay 7 desaparecidas. Además de que la justicia no llega, se les criminaliza y se les reprime en las manifestaciones con encapsulamientos por parte de los zorros, como recientemente cerca de Parque Delta.
Otro ejemplo, son los despojos. El gobierno prefiere solapar a las inmobiliarias gentrificadoras y dejar en total indefensión a las decenas de familias que echan a la calle, como en el caso de República de Cuba, en donde mujeres de la tercera edad viven en los campamentos improvisados; o el de la señora Gloria, desalojada en Mar Blanco en Popotla, después de haber vivido toda su vida ahí.
También hay casos de machismo institucional en el Sistema de Transporte Colectivo Metro y entre la policía bancaria. Estas instituciones del “gobierno más feminista de la historia”, desconocen la identidad legal de nuestras compañeras trans cuando les impiden abordar los vagones de mujeres, violando un derecho que hemos ganado a través de la lucha intensa durante los últimos años.

Combatir las organizaciones misóginas
Pero todos estos mensajes de odio, discriminación, violencia e impunidad que desde las mismas instituciones y gobiernos se propagan, no caen en saco roto y dejan vía libre a la organización de grupos radicalizados de derecha, fascistizados y lumpenizados, que creen que pueden hacer “justicia” por su propia mano. Como lo que vimos en el caso del CCH sur, en donde un joven asesinó a otro en un intento de feminicidio que tenía el objetivo de matar en total a seis personas. Estas acciones se naturalizan, instigan y hasta se aplauden por grupos organizados como los llamados “incels”.
La ideología incel es profundamente reaccionaria y misógina, es una expresión más del ascenso de ideas de ultraderecha que ponen en la diana a las mujeres, a las mujeres trans, a la sexodiscidencia, a lxs migrantes y a todos los grupos que han protagonizado luchas por sus derechos en los últimos años y que son señaladxs por los derechistas en el poder y otros personajes conservadores como lxs responsables de las problemáticas que cunden por el mundo.
La realidad es que son estxs mismxs políticxs, burgueses, empresarixs, fascistas, racistas y misóginos quienes han llevado a la sociedad a un estado de desintegración y degradación, llevando a amplias capas a un punto de pobreza, marginación y precarización que desesperanza a un sector de la población, especialmente a las capas medias y lumpenizadas que buscan respuestas y salidas fáciles, individuales y a costa de lo que sea o de quien sea.

¡Aquí están las feministas antifascistas!
La situación es clara, la lucha contra nuestra opresión no vendrá desde arriba, solo podremos tener vidas libres de violencia con la lucha de lxs oprimidxs, solo el pueblo salva al pueblo, con la autoorganización y las manifestaciones en las calles.
No podemos permitir que las ideas reaccionarias, misóginas y fascistas sigan avanzando, que los discursos de odio sigan acabando con las vidas de mujeres y disidencias, ni que la reacción se organice sin una respuesta de nuestra parte. Otro mundo es posible, pero no dentro del capitalismo, sino haciendo caer a este sistema y construyendo un mundo socialista, igualitario y con una gestión democrática.
Este es el momento de ponerles un alto, las organizaciones internacionales reaccionarias como la CPAC o Hazte Oir, así como los triunfos electorales de Trump, Milei, Noboa, etc. son amenazas muy serías. Nuestra respuesta tiene que ser la organización de las mujeres y disidencias antifascistas y antiimperialistas a nivel internacional, y junto con nuestros compañeros de clase debemos dar la batalla contra la violencia machista y el avance de la ultraderecha en México y en todo el mundo.













