Quedan 24 horas para el 8 de marzo. Para la gran mayoría de nosotras, el Día Internacional de la Mujer Trabajadora es una fecha muy importante y las manifestaciones de esa jornada una cita imprescindible para seguir luchando contra la violencia machista y todas las lacras que nos golpean.

La gran marea morada que hemos levantado en las calles, gracias a los métodos de lucha más combativos como la huelga general feminista, sigue siendo una gran pesadilla para los capitalistas, los empresarios y los fascistas, que quieren poner fin sea como sea a nuestro movimiento.

A los datos terribles de asesinadas y nuevos casos de violaciones, se ha sumado este año una ofensiva lamentable y putrefacta de la judicatura fascista y la derecha más franquista contra los derechos que hemos conquistado en las calles. De nuestros enemigos y enemigas de clase no nos sorprende nada. Al fin y al cabo, estos jueces y magistrados, tertulianos, el PP y Vox, son los defensores de la opresión más cruel de las mujeres.

Pero, igual que sucedió en 2022, el dardo envenenado está llegando por otro lado. Se acerca el 8 de marzo y empezamos a ver que todos los mecanismos habidos y por haber se ponen en marcha para confundir, debilitar y fracturar al movimiento feminista. Una estrategia política de fondo dirigida por el PSOE, la burocracia sindical y sectores del “feminismo” más institucionalizado y tránsfobo que le está haciendo el juego a la extrema derecha.

Libres y Combativas queremos denunciarlo con claridad: el feminismo de verdad no comparte argumentos con Vox ni con Hazte Oír. El feminismo de verdad, el combativo, el que no se arrodilla, luchamos por la abolición de la prostitución, contra los vientres de alquiler y la pornografía y defendemos los derechos trans y del conjunto del colectivo LGTBI. ¿Desde cuándo ser feminista significa ser una cárcel de opresión contra una de las comunidades más golpeadas no sólo por el patriarcado y el capitalismo, sino también por las garras de la esclavitud sexual?

Es vomitivo que en nombre del “abolicionismo”, mujeres del estilo de Carmen Calvo o Lidia Falcón, hagan una campaña basada en mentiras, calumnias y falsificaciones. ¿De verdad el PSOE nos va a hablar de “abolicionismo”? ¿Quiénes en todos los años que han gobernado no han movido ni un dedo para poner fin al negocio de los proxenetas? ¿Quiénes tienen diputados implicados en tramas de corrupción vinculadas a la prostitución y fotos in fraganti con prostitutas?

Parece una broma pero no lo es. El PSOE y sus organizaciones satélites tienen la poca vergüenza de proclamarse “las verdaderas defensoras de los derechos de las mujeres” cuando con su propuesta para modificar la Ley del Sólo Sí es Sí quieren hacernos retroceder en el tiempo y, en la práctica, volver a hacer una diferenciación entre “abuso” y “agresión”. O lo que es lo mismo, volver a que cuando denunciamos una agresión tengamos que probar si nos resistimos mucho, poco o regular, como si nosotras tuviéramos alguna responsabilidad en ser agredidas. ¡Es una vergüenza completa! ¡Normal que el PP esté encantado con esto! Las mismas que en el 25N desplegaron una pancarta pidiendo la dimisión de Irene Montero (como las señoras del Partido Popular o Vox) este 8 de marzo han decidido sumar sus fuerzas a los argumentos más reaccionarios, misóginos y tránsfobos.

No permitiremos que nadie debilite la fuerza que tenemos cuando luchamos en las calles. Libres y Combativas llamamos a todas, todos y todes a la manifestación que saldrá desde Atocha a las 19h, a recorrer el Paseo del Prado y la Gran Vía, y a que nuestra voz se escuche bien fuerte hasta Plaza España.

Os animamos también a venir a las 18h a la Cuesta de Moyano para organizar un gran y combativo cortejo en la movilización, donde estudiantes y trabajadoras demostraremos que no daremos ni un paso atrás en la defensa de un feminismo revolucionario, de clase y anticapitalista.

Estamos convencidas que el 8 de marzo volverá a ser un día inolvidable. Desde primera hora de la mañana, las estudiantes vaciaremos las aulas y a las 12h, en más de 30 ciudades de todo el Estado volveremos a cantar ¡aquí estamos las feministas! Esa será la mejor forma posible de prepararnos para desbordarlo todo en las manifestaciones unitarias de la tarde.