¡Fuera tropas invasoras de Irak!
Lo sucedido en Nayaf, que junto a otra serie de ciudades del centro y sur de Irak, fueron objeto de una serie de ataques norteamericanos tenían y tienen como único objetivo acabar, aplastar la resistencia de las milicias que son apoyadas masivamente por el pueblo. Esto es así pues los invasores requieren poner “orden” enIrak y así poder regularizar la producción petrolera y llevar a casa la noticia de una victoria “de la democracia” que tanta falta le hace al señor Bush en momentos que los números electorales no le favorecen. Claro que una victoria sobre las milicias iraquíes, también sería una tremenda noticia para quien mide los efectos de esta guerra de liberación nacional en todo el medio oriente.
Nayaf al igual que Faluya hace tan solo unas semanas atrás, fue objetivo de todo el poderío militar norteamericano del que es capaz de desarrollar bajo las actuales condiciones. Allí no se midió si eran milicianos o civiles fuesen niños o ancianos las víctimas de los cañoneos desde tierra y desde el aire. Lo único importante era derrotar las milicias de Moqtada Al Sadr y darle una lección al pueblo iraquí, mediante la masacre y el genocidio y así desmoralizarlo y alejarlo de su vanguardia militar, las milicias.
En esta búsqueda de aplastar la resistencia, los combates no se circunscriben a Nayaf, sino que también se desarrollan en Basora, en Nasiriyah, en Kut (a 175 km. Al sur de la capital), en Amara (a 366 km, a l sur de Bagdad), en Faluya, en Samarra, en Baqubah (a 60 Km. Al noreste de Bagdad), en ar-Ramadi y en la propia Bagdad, la capital. Es decir casi todo el territorio iraquí es una trinchera de lucha que requieren de la solidaridad de los pueblos del mundo, para contribuir a su victoria, derrotando al invasor, así como lo derrotamos en Viet Nam.
La derrota momentánea de las milicias de Moqtada al Sadr en Nayaf no puso fin a la resistencia y esto lo sabe el comando militar y político norteamericano y es por ello que aún antes de la tregua en Nayaf, se hablaba de la concentración de tropas en las afueras de ar-Ramadi y Faluya con unas 35.000 tropas (Centro del Observatorio de la ocupación en Bagdad), con lo que se ve que estos combates no se dan solo como reacción a la ofensiva de las milicias, sino como parte de un plan ofensivo que busca acabar o minimizar al máximo la resistencia antiimperialista.
La situación está tan radicalizada que aún para el clero musulmán conciliador, esta actitud se le hace cada vez más difícil. Mientras la asociación de Ulemas Musulmanes (AUM) ha hecho pública una fatua (edicto religiosos) en la que se declara que el colaboracionismo con los ocupantes está prohibido en el Islam y esto es válido para las tropas de origen musulman que hoy colaboran con el invasor y ocupante, el clérigo Al Sistani sirvió para alcanzar una tregua en Nayaf, lo cual era en cierto modo requerido por los norteamericanos pues el ataque a esta ciudad sagrada le estaba costando un alto precio político.
Es hora de revitalizar la solidaridad internacional
Hay que poner cese inmediato al genocidio que se está produciendo en suelo iraquí por las tropas imperialistas de ocupación que encabeza el ejército norteamericano, por lo que esta tiene que ser la consigna que encabece las demás en las nuevas manifestaciones y actividades de solidaridad con el pueblo de iraq. Así mismo hay que revitalizar la de Fuera Tropas invasoras de Irak y respeto al derecho del pueblo iraquí de elegir su propio gobierno y a no tener uno digitalizado por las tropas ocupantes.
Pero la solidaridad no puede limitarse a exigir estos planteamientos por correctos que sean. No señor. Hoy por hoy la maquinaria militar norteamericana, inglesa, italiana y de los demás países ocupantes se mueve gracias al petróleo que importan de los países petroleros y sin esta energía, no habría agresión que se sostuviera en el tiempo. Hoy el petróleo, combinado con las movilizaciones de masas y la resistencia armada iraquí es un arma ultra eficiente en la lucha contra la ocupación de Irak y no nos debe temblar el pulso para usarlo como tal.
La unidad de la capacidad de resistencia del pueblo iraquí sumado a un corte de los suministros petroleros a los países ocupantes de Irak, sería el arma mortal contra dicha ocupación.
El petróleo que fue usado como arma contra el gobierno del Presidente Chávez en Diciembre de 2002 por parte de la oposición pro imperialista. Asesorada y financiada por la propia embajada norteamericana no surtió los efectos deseados porque no contaba con el apoyo social del pueblo venezolano, pero en este caso es el pueblo iraquí quien clama al mundo que se use cualquier arma al alcance para derrotar al gringo invasor y alcanzar la paz, autonomía e independencia nacional.
Si, los países petroleros tiene que aportar su cuota de solidaridad y sacrificio, de ser necesario, para alcanzar la derrota del invasor norteamericano y sus tropas títeres, tal y como lo hizo el “Libertador” Simón Bolívar, que en su lucha contra el más importante imperio de su época, el español, se impuso los más grandes sacrificios para sacar al imperio de toda América y con sus tropas compuesta de llaneros cruzó los Andes venezolanos para ir a librar la batalla, empezando por territorio neogranadino, hoy Colombia.
Renovemos la campaña de solidaridad con el pueblo iraquí con más fuerza, con nuevos bríos y mejor armados hasta alcanzar la victoria.
Exijamos entonces Cese las operaciones militares de los ejércitos ocupantes en territorio Iraquí.
¡Fuera tropas ocupantes del Irak!.
¡Ni una gota de petróleo para los países ocupantes de Irak!.
¡Por un gobierno iraquí electo Democráticamente!.
¡Viva la solidaridad entre los pueblos Del mundo!.