5.1- Crecimiento “débil” y permanencia de la crisis económica en 2010
La actual crisis capitalista ha dejado una vez más en evidencia el empirismo de los dirigentes políticos de la burguesía y de sus teóricos. Sumidos en una situación que no comprenden y que se les ha escapado de las manos, sólo atinan a elaborar conjeturas sin ningún fundamento científico, a tratar de encontrar signos de recuperación, los llamados “brotes verdes”, donde sólo hay más especulación financiera, mientras, sin ninguna otra solución a la mano que no sea destruir puestos de trabajo y cargar sobre las espaldas de las masas el peso de la crisis, aguardan a que el tiempo cure las heridas y regrese las cosas a su lugar. La burguesía latinoamericana, más elemental y parasitaria que sus pares de los países desarrollados, no escapa a esta fórmula y cifra sus esperanzas en que los precios de las materias primas se mantengan relativamente altos y ello permita retomar en 2010 los índices de crecimiento que traía la economía de estos países hasta finales del año 2008. Sin embargo, es bueno aclarar que la razón principal para que se den estos precios no se basa en un aumento de la demanda mundial de las mismas sino en una nueva ola especulativa en torno a ellas por parte de los capitalistas, con lo cual se convierte en algo sumamente riesgoso desarrollar una política económica sobre bases tan endebles. La CEPAL ha hecho pronósticos de un crecimiento en torno a un 4,1% para 2010, "lo peor de la crisis ha quedado atrás. Los motores del crecimiento ya se encendieron nuevamente, pero no se sabe cuánto nos durará el combustible", advirtió Alicia Bárcena, Secretaria Ejecutiva de la CEPAL,… La reactivación será más notoria en América del Sur y Centroamérica (excluyendo México), que alcanzarían el próximo año tasas de crecimiento de 4,7% y 3,0%, respectivamente, mientras que en El Caribe el repunte sería menor (1,8%). Según las proyecciones de la CEPAL, Brasil encabezará la lista de los países que más crecerán en 2010, con una expansión estimada de 5,5%. Le seguirán Perú y Uruguay (5% cada uno), y Bolivia, Chile y Panamá (4,5%), mientras que Argentina y Suriname crecerán 4,0%. México, en tanto, crecerá 3,5%, al igual que Costa Rica y República Dominicana. El informe señala que la salida de la crisis ha sido más expedita gracias a un conjunto de políticas contracíclicas que permitieron enfrentar eficazmente las turbulencias externas, como la reducción de las tasas de interés, el aumento en la participación crediticia de la banca estatal, la expansión del gasto público y la aplicación de una variada gama de programas en el área social relacionados a subsidios al consumo e iniciativas de apoyo a las familias pobres. Para 2010, las mejores expectativas de crecimiento y el alza en los precios de algunos productos básicos que la región exporta permitirían un aumento en los ingresos públicos de la región, con la consecuente mejoría del saldo fiscal… El informe agrega que el crecimiento de la economía permitirá también un aumento de la tasa de ocupación y probablemente una mejora de la calidad del empleo. Se estima que la tasa de desempleo podría bajar hasta cerca de un 8% en 2010, situándose así a medio camino entre los niveles pre y post crisis, lo que tendría, a su vez, un efecto positivo sobre los indicadores de pobreza” (37). Como decíamos antes, muchas suposiciones, especulaciones, buenas intenciones y muy poco de realismo, tal como era de esperar de unos hechiceros de la economía. Un informe similar realizado por la ONU da cifras más conservadoras en cuanto al crecimiento pronosticado para este año para la región pero no por ello es menos empírico que el primero. “El Departamento de Asuntos Económicos y Sociales de la ONU (UNDESA) difundió en Naciones Unidas el informe titulado "Situación y perspectivas económicas globales para 2010", que indica que la media de crecimiento de América Latina y el Caribe será del 3,4%. Los expertos de la ONU atribuyen el declive de la economía de la región en 2009 a la disminución de la demanda externa, a la bajada de los precios y a la contracción del consumo e inversión privados. La fuerte caída en las remesas que envían los trabajadores a México, Centroamérica y el Caribe agravó la disminución en la demanda del consumo… Para 2010 anticipan que la recuperación económica global continuará debido, en gran parte, a que los precios de las materias primas también lo harán, así como a una mayor demanda externa (especialmente de Asia) y a las medidas en estímulos fiscales que apoyen las economías nacionales… Brasil, para el que se pronostica un aumento de su economía del 4,5% este año. Así prevén que la economía de México crezca un 3% en 2010, revirtiendo el descenso del 7% de 2009” (38).
Evidentemente, en el mundo de las suposiciones todo es válido, y si es posible pronosticar crecimiento económico, en función de éste, también se puede pronosticar una disminución del desempleo. “El informe de la OIT dice que si se cumplen las previsiones de crecimiento económico de 4,1% (CEPAL), en 2010 habrá un ligero descenso de la tasa de desempleo urbano regional, a 8,2%. Agrega que si bien será una evolución positiva, no alcanzará para reducir el número total de personas afectadas por la falta de trabajo, que se mantendría en torno a 18 millones” (39). "Es probable que la gente termine realizando trabajos poco productivos en el sector informal, de modo que es posible que el verdadero impacto de la crisis en la pobreza se haga visible este año", al tiempo que aumentarán en cuatro millones los latinoamericanos que viven en pobreza extrema” (38). Sólo buenos deseos pueden presentar los capitalistas aunque al final deban reconocer que no serán capaces de hacer disminuir el desempleo y que, por el contrario, incrementarán el número de personas viviendo en la extrema pobreza.
5.2- Inestabilidad política y social
Todo indica que las desigualdades sociales continuarán profundizándose a lo largo de este año, como veíamos en el punto anterior, hasta los pronósticos más optimistas de los propios voceros del sistema anticipan un mantenimiento del desempleo y un aumento de la pobreza extrema. Si el año 2009 estuvo marcado por conflictos sociales y laborales a todo lo largo y ancho del continente, las perspectivas para el 2010 no son mucho mejores y parecieran estar marcadas por una intensificación de la lucha entre explotados y explotadores. Desgraciadamente, esta disposición a la lucha y al cambio por parte de las masas latinoamericanas, en medio de una situación claramente revolucionaria, no ha encontrado el cauce adecuado y la mayoría de los gobiernos reformistas que accedieron al poder aprovechándose de ello, como era de esperar, no han sido capaces de dar respuestas a las necesidades más sentidas del pueblo, con lo cual, también han comenzado a preparar el terreno para un posible retorno de la derecha al gobierno.
5.2.1) El termómetro electoral
Siete elecciones presidenciales se desarrollaron en América Latina durante el año 2009. En los países donde hay revoluciones en desarrollo como es el caso de Bolivia y Ecuador, las masas apoyaron mayoritariamente a los dirigentes que aparecen al frente de dichos procesos, Evo Morales y Rafael Correa, respectivamente, demostrando que mantienen intactas sus esperanzas revolucionarias en esos gobiernos, algo similar a lo que ocurrió en Venezuela en 2006 con la reelección del presidente Chávez, cuando la revolución obtuvo el mayor apoyo electoral hasta la fecha. Sin embargo, como ya dijimos antes, el no profundizar la revolución y empantanarse en políticas reformistas ha llevado a un desgaste evidente del gobierno bolivariano que se ha visto reflejado en las distintas elecciones que se han venido realizando desde entonces, siendo la más evidente la derrota en el referéndum por la reforma constitucional de 2007. Inclusive, en la enmienda constitucional de febrero de 2009, aunque se obtuvo la victoria se pudo apreciar que la diferencia de votos entre el gobierno y la reacción se continúa acortando, encendiendo las alarmas de cara a las elecciones legislativas de septiembre de 2010, donde la reacción podría llegar a obtener un buen resultado apoyándose en el cansancio y desmotivación de las masas. Esto es algo que bien podría repetirse en el futuro en los casos boliviano y ecuatoriano de no tratar estos gobiernos de llevar a la revolución hasta el final. En El Salvador triunfó el FMLN, llevando a la presidencia a Mauricio Funes, un reformista light al estilo de Lula o Tabaré Vásquez, siendo lo más rescatable de su elección el enorme deseo de cambio demostrado por las masas salvadoreñas que derrotaron electoralmente por primera vez a una de las burguesías más reaccionarias del continente. También en Uruguay triunfó la izquierda del Frente Amplio con José Mujica al frente, dando continuidad al gobierno reformista de Tabaré Vásquez. En las otras tres elecciones, en cambio, fue la burguesía con sus candidatos propios, todos empresarios, la que derrotó a los reformistas socialdemócratas. En Panamá, Ricardo Martinelli, un empresario dueño de medios de comunicación, supermercados, bancos, etc., derrotó a la candidata de Martín Torrijos, en Chile fue otro empresario, con pasado pinochetista, Sebastián Piñera, el encargado de sacar del gobierno a la alianza de socialdemócratas y socialcristianos, mientras en Honduras, la elección de Porfirio Lobo legalizó el golpe de Estado del año anterior, el cual rápidamente ha sido reconocido por una buena parte de los gobiernos, con EEUU a la cabeza, que hipócritamente habían condenado el golpe. Comenzando el año 2010, un nuevo gobierno de derecha se instaló en Centroamérica: el de Laura Chinchilla en Costa Rica que le dio continuidad al actual gobierno de Oscar Arias. En lo que resta del año se realizarán dos nuevas elecciones presidenciales: en mayo en Colombia, donde, a pesar de la descalificación de la candidatura de Uribe, su relevo, Juan Manuel Santos, según las últimas encuestas que lo ubican primero, en unas con el 34,7% y en otras con el 23% (40), más del doble del candidato del Polo Democrático, Gustavo Petro, pareciera garantizar la continuidad del actual gobierno de la oligarquía; y en octubre en Brasil, donde la candidata de Lula y del PT, Dilma Rousseff, hasta el momento lleva las de perder en las encuestas donde aparece 11 puntos por debajo del candidato de la derecha, José Serra, del Partido de la Social Democracia Brasileña (PSDB) (41). Este posible giro a la derecha del electorado, que muchas veces se produce por el abstencionismo y no por un voto favorable propiamente hablando, en gran parte, está basado en el fracaso y falta de respuesta de los gobiernos reformistas a los anhelos de cambio de las masas, y aunque se confirmara en futuras elecciones, no es determinante. La situación es muy volátil, la crisis capitalista ha golpeado duro en América Latina y ha llevado a límites insoportables la vida de millones de personas, y no será con un programa capitalista, como el que propone la burguesía, que se superará esta situación, esto sólo profundizará la crisis y agudizará la lucha de clases como está ocurriendo donde ya gobierna la derecha, como en Perú, Colombia o México.
Las elecciones, al igual que las encuestas, son una fotografía que permite tener una idea de cómo se encuentra la correlación de fuerzas en una sociedad en un momento dado, pero las revoluciones no se deciden ni en elecciones ni en parlamentos, se deciden en las calles, en los campos y en las fábricas.
Notas:
(38) http://www.infolatam.com/entrada/onu_el_crecimiento_en_america_latina_y_c-18570.html
(40) http://e-lecciones.net/archivos/loultimo/Panorama%20electoral%20Colombia.pdf
(41)http://www.casamerica.es/actualidad-efe/rousseff-le-recorta-ventaja-de-serra-para-las-elecciones-en-brasil-segun-una-encuesta-94819