¡Para acabar con la reacción y el capitalismo: todo el poder para los trabajadores!
Este sábado 8 de julio el Presidente del Tribunal Superior de Justicia (TSJ) de Venezuela, Maikel Moreno, en una decisión alentada desde el gobierno de Maduro, anunciaba la excarcelación de Leopoldo López. Dirigente del movimiento fascista Voluntad Popular (integrado en la llamada Mesa de Unidad Democrática –MUD-, que agrupa a la derecha y extrema derecha venezolana), Leopoldo López fue juzgado el 10 de septiembre de 2015 y condenado a 14 años de prisión como máximo responsable de una campaña de violencia terrorista similar a la que sufre hoy nuevamente Venezuela, y que en aquella ocasión causó 43 muertos. La actual suma ya la friolera de casi 100.
Según el anuncio del TSJ, López podrá seguir cumpliendo su condena (al menos de momento) en su lujosa vivienda del Este de Caracas en compañía de su familia. Esta decisión ha sido recibida como un golpe tremendo por las bases revolucionarias, que están sufriendo amenazas, atentados y ataques por parte de los partidarios de López y otros sectores de la ultraderecha.
Sensación de victoria en las filas de la MUD, indignación y desconcierto en las bases revolucionarias
La MUD —como no podía ser de otro modo— ha considerado la decisión como una victoria de su estrategia golpista y ha llamado a sus partidarios a intensificar la ofensiva. Lo primero que ha hecho López al llegar a su casa ha sido instar a sus partidarios a mantenerse en las calles.
¿Cómo es posible que el Gobierno de Nicolás Maduro después de denunciar a este connotado fascista, responsable directo de 43 muertes, asuma ahora una decisión tan asombrosa? como la de darle este trato tan favorable? ¿Qué ha cambiado? Desde luego, no ha sido la actitud criminal y pro golpista de Leopoldo López. Este destacado miembro de la oligarquía sigue organizando a las bandas fascistas de su partido y fomentando, antes desde la cárcel, ahora desde su arresto domiciliario, la campaña de violencia contrarrevolucionaria. El pasado 12 de Junio incluso se permitía llamar a los militares a dar un golpe de estado.
Las versiones contradictorias ofrecidas por los voceros del gobierno de Maduro y de los sectores de la burocracia reformista que dominan el PSUV sobre los motivos para su liberación, no hacen más que aumentar la indignación entre las bases bolivarianas y sembrar el desconcierto entre las masas que aún se mantienen fieles a la idea de la revolución. Desde las farragosas explicaciones sobre supuestos fallos legales en el proceso judicial (de la que hasta ahora nadie parecía saber nada y que pocos o nadie comprenden), o los “problemas de salud” de López, que tanto portavoces de la familia como sus abogados niegan, las justificaciones oficiales no pueden ocultar la realidad: estamos ante una nueva capitulación de un gobierno que ha perdido el rumbo revolucionario y sólo quiere ganar tiempo para iniciar nuevas negociaciones con las fuerzas contrarrevolucionarias y el imperialismo.
La abogada venezolano-estadounidense Eva Golinger, conocida por su apoyo al proceso bolivariano y sus denuncias de las injerencias de la CIA, el Departamento de Estado y el Pentágono en Venezuela, se hacía eco en su cuenta de twitter de la perplejidad y rechazo que ha despertado esta medida en las bases revolucionarias:
“Si Leopoldo López tiene problemas de salud porque no lo llevan a un hospital? (…) Esta decisión amerita más explicación y transparencia. (…) ¿La liberación de Leopoldo López es a cambio de qué? ¿Que ofreció la oposición (o el gobierno de EEUU)? No me sorprendería que esta decisión de liberar a Leopoldo tiene que ver con las sanciones contra PDVSA que Trump estaba a punto de imponer”
El malestar que ha provocado la liberación de López ha sido reconocido también por la ex ministra de Prisiones, dirigente del PSUV y candidata en las elecciones a la Asamblea Constituyente del próximo 30 de julio, Iris Varela: “Hemos recibido muchísimos reclamos de todos los rincones, del pueblo revolucionario, que soporta la arremetida de una derecha fascista que sin recato ya dicen a los cuatro vientos que esperan una invasión extranjera y guerra, para que haya muertos y masacre y por esa sangre derramada de los compatriotas nuestros y de ellos, para llegar a gobernar este país (…) No la comparto —insistió Varela en referencia a la decisión— pero la acato, no estoy de acuerdo, pero no nos compete, sino acatar las decisiones de los órganos de administración de justicia en el país”.
Las declaraciones de Varela y otros dirigentes, lamentando pero acatando la decisión y presentándola como producto de la independencia del poder judicial o la supuesta enfermedad de López, no son nada comparadas al entusiasmo nada disimulado del Ministro de Defensa y Jefe del Estado Mayor, Vladimir Padrino, que ha presentado la liberación de López como "producto del diálogo nacional" y el esfuerzo sostenido del presidente de la República, Nicolás Maduro, por mantener la paz".
La búsqueda de un acuerdo con la burguesía lleva al desastre
La decisión de sacar a López de la cárcel forma parte de la estrategia adoptada por Maduro y sus colaboradores más estrechos. A pesar de su fraseología revolucionaria, frente a la presión de la burguesía y el imperialismo Maduro ha trazado una línea de constantes concesiones para alcanzar un acuerdo con un sector de estos, pensando que así será posible obtener su reconocimiento y que permitan al PSUV seguir al frente del gobierno.
En los hechos, Maduro y la dirección reformista del PSUV no sólo ha renunciado a aplicar medidas socialistas (expropiaciones de empresas, nacionalización de la banca, suspensión del pago de la deuda, control obrero, etc.), sino que está permitiendo la subida descontrolada de los precios, aprobando el despido de miles de empleados públicos, y no adopta políticas de confrontación contra el sabotaje, el acaparamiento y el enriquecimiento de la burguesía a costa del sufrimiento del pueblo. De esta manera socavan y eliminan las grandes conquistas alcanzadas por la clase obrera y el pueblo durante los años de ascenso del proceso revolucionario, y crean las mejores condiciones para que la demagogia de la contrarrevolución pueda encontrar un apoyo creciente entre una población que no ve salida ni solución a sus graves problemas.
La decisión de liberar a López se da, además, en un momento especialmente importante cuando la ofensiva contrarrevolucionaria se ha intensificado: la escalada terrorista de la MUD ha provocado ya alrededor del centenar de muertos, varios gobiernos de la región afines a EEUU intentan una condena a Venezuela por parte de la OEA, la Asamblea Nacional controlada por la MUD desconoce la autoridad del gobierno y llama a la rebelión contra éste y, por primera vez, la contrarrevolución ha conseguido abrir una brecha dentro de la cúpula estatal, ganando el apoyo de la Fiscal General del Estado a su estrategia. De hecho en las próximas semanas se prevé un choque institucional que podría condicionar en qué dirección y a qué ritmo se desarrollan los acontecimientos durante los próximos meses. A petición de diputados del PSUV se han iniciado los trámites para destituir a la Fiscal, pero ésta ha introducido a su vez, con el apoyo de la MUD, un recurso no reconociendo la autoridad del Tribunal encargado de juzgarla. Además, está exigiendo que se declaren nulas las elecciones a la Asamblea Constituyente.
En un contexto semejante, ceder a la presión de la contrarrevolución y el imperialismo resulta especialmente peligroso. la política de concesiones no servirá para aliviar la ofensiva las bases contrarrevolucionaria, todo lo contrario: la debilidad invita a la agresión; pero si siembra cada vez más dudas, división, malestar y desánimo entre las masas que siguen leales al proyecto revolucionario iniciado por el comandante Chávez. y estas políticas pro-capitalistas están facilitando su estrategia de acoso y derribo a los contrarrevolucionarios.
En cuanto al imperialismo, lo primero que han hecho los portavoces de la Casa Blanca es recordar que hay otros 400 presos políticos (muchos de ellos fascistas responsables de atentados contra militantes revolucionarios), que también deben ser liberados, además de exigir al Gobierno que se mantenga “dentro de la Constitución” y respete “el dialogo con la oposición”. En el contexto actual esto significa que ceda a más exigencias de la MUD y de la burguesía venezolana e internacional.
Y para arrimar y favorecer los planes de la reacción la socialdemocracia internacional, y algunos líderes destacados de formaciones a su izquierda, no han dejado pasar la oportunidad de sumarse al coro que aplaude la excarcelación de López. Especialmente escandaloso ha sido el pronunciamiento en el Estado español de Pablo Iglesias, al señalar que “ayudar a la paz y a la normalidad institucional en Venezuela es el ejemplo. La violencia, venga de donde venga, no es el camino. Gracias Zapatero”. Es un completo horror que Pablo Iglesias equipare a las victimas de la violencia contrarrevolucionaria con sus verdugos fascistas, y que elogie a un dirigente como Rodríguez Zapatero cuya única función en esta crisis es facilitar el triunfo de la MUD lo antes posible. Esta renuncia de Pablo Iglesias a mantener una posición coherente es un síntoma extremadamente preocupante. Es evidente que así no empujará al partido de Pedro Sánchez a la izquierda, sino que conducirá a Podemos a una posición subalterna de la socialdemocracia haciendo el caldo gordo a la opinión pública capitalista.
Los acontecimientos en Venezuela se están desarrollando con una lógica implacable y sólo hay un modo de impedir que la contrarrevolución siga avanzando que los trabajadores y el pueblo oprimido, la base social de la revolución bolivariana, nos organicemos para derrotar los ataques contrarrevolucionarios y defender las conquistas que hemos alcanzado durante todos estos años, luchando por un genuino programa socialista. Esto implica arrancar el poder económico y político de manos de los capitalistas y la burocracia para ponerlo de verdad en manos de la clase obrera, planificando de manera socialista y democrática la economía para dar solución a los graves problemas que hoy sufre el pueblo de Venezuela
¡Sólo el pueblo salva al pueblo!
¡Basta de concesiones a la burguesía y los contrarrevolucionarios!
¡Todo el poder político y económico a los trabajadores y el pueblo oprimido, para avanzar al socialismo!