los intereses del imperialismo por imponer su hegemonía total en el conjunto de América Latina.
Mediante el saqueo y control de las materias primas del continente, la devastación de la industria nacional y la explotación de la mano de obra -verdadero significado de la IV cumbre de las Américas (las declaraciones sobre
empleo, pobreza y democracia significaban solamente la hoja de parra que siemprecubre los intereses verdaderos de este tipo de cumbres imperialistas)- Bush ha intentado imponer los objetivos de las grandes corporaciones capitalistas de
Estados Unidos. Una agenda bien conocida para los pueblos latinoamericanos que han sufrido en sus propias carnes lo que significa décadas de saqueo imperialista. Sin embargo, en esta ocasión las aspiraciones de los imperialistas estadounidenses y de sus cipayos, se han encontrado con una
respuesta diferente: la denuncia enérgica de estos planes por el Presidente Hugo Chávez, expresando los intereses de millones de trabajadores del campo y la ciudad por mantener el control de sus recursos y, sobre todo, por defender
el proceso revolucionario en Venezuela que cada vez amenaza más seriamente con romper con el marco capitalista. Ante estos acontecimientos es obligación de todos los trabajadores mexicanos mantener una postura intransigente de defensa de la revolución Venezolana y de nuestros hermanos de clase venezolanos, y movilizarnos contra el régimen lacayo del imperialismo y enemigo de los
trabajadores mexicanos que representa el gobierno de Vicente Fox.
Defendamos la revolución socialista en Venezuela
Venezuela se encuentra en un abierto proceso revolucionario. Las masas trabajadoras y campesinas están impulsando un movimiento por la transformación socialista de la sociedad. Las mismas masas que derrotaron los intentos contrarrevolucionarios por acabar con la evolución bolivariana, que derrotaron el criminal golpe de Estado de abril de 2002, que pusieron fin al sabotaje petrolero, que humillaron a la reacción en el referéndum revocatorio, ahora han dado un gran paso adelante con la expropiación de
numerosos latifundios y la ocupación de fabricas puestas a producir bajo control obrero. Las masas venezolanas muestran el camino para acabar con la explotación capitalista, el camino del socialismo. Y este movimiento desde abajo, que prueba la decisión de los trabajadores y los campesinos de llegar hasta el final en la lucha, se ha reflejado en el propio Presidente Hugo Chávez que ha declarado abiertamente la necesidad del socialismo para resolver los graves problemas de las masas pobres del campo y la ciudad. El destino de la revolución Bolivariana influirá decisivamente en toda América Latina: si avanza hacía la expropiación de la oligarquía reaccionaria de burgueses y terratenientes, rompiendo definitivamente con las relaciones de propiedad capitalista, la revolución no se detendrá en las fronteras nacionales de Venezuela. Se convertirá en la referencia para millones de campesinos y obreros que luchan por los mismos objetivos en toda
América Latina, y dará un impulso colosal a la revolución en Bolivia, en Brasil, en Ecuador, en Perú, en Argentina. Esta es la auténtica causa de la hostilidad de los imperialistas norteamericanos y de sus sucursales locales.
Toda la burguesía latinoamericana se estremece ante la posibilidad de una victoria de los trabajadores venezolanos. Saben perfectamente que los siguientes serán ellos. Y por estas mismas razones el gobierno Fox reacciona con saña contra Chavez y contra la revolución venezolana: temen y hacen bien en temer, que sea un poderoso estimulo para los oprimidos de México.
El gobierno de Vicente Fox es un vergonzoso ejemplo de la subordinación de los políticos burgueses (expresión de la dependencia de la burguesía nacional) a los intereses del imperialismo; el papel del Fox de punta de lanza de Bush en el ALCA es sólo un ejemplo de ello. Pero ahora el imperialismo busca puntos de apoyo en América latina para crear una atmósfera propicia que justifique una amplia intervención contra la revolución bolivariana. Y en esa estrategia Fox actúa como un ariete.
Recientemente se publicó en la prensa mexicana las eclaraciones del subsecretario de Estado para América Latina, Tom Shannon, en las que afirmó que su gobierno trabaja con la Organización de Estados Americanos (OEA), con
la Unión Europea y con el Consejo Europeo para ''respaldar a la sociedad civil venezolana'' en su lucha contra la "degradación de la democracia en Venezuela". ¡Que cinismo más escandaloso! Estas declaraciones las hace el
representante de un gobierno que ha ocupado militarmente Iraq, masacrando a más de cien mil civiles inocentes, que respalda a gobiernos como el de Israel que reprimen y asesinan al pueblo palestino, y que ha justificado en el pasado sus intervenciones a favor de dictaduras militares en todo el cono sur que han ahogado en sangre la vida de decenas de miles de militantes de la izquierda política y sindical. Bush y su gobierno no tienen ninguna autoridad para hablar de democracia.
Respondiendo con el servilismo que les caracteriza, ahora los lideres del PAN no disimulan sus verdaderas intenciones respecto a Venezuela. Tal como cita La Jornada en su edición del 14 de noviembre, "El dirigente del PAN, Manuel
Espino Barrientos, aseguró que ese partido prenderá "todas las acciones que sean necesarias" para debilitar al presidente de Venezuela, Hugo Chávez, en diciembre próximo, cuando se renovará la Asamblea Nacional, con el objetivo
de que en 2006 haya alternancia en el gobierno de ese país".
El imperialismo esta aterrorizado del giro hacía la izquierda en toda Latinoamérica y de que una revolución socialista triunfante en Venezuela sea un ejemplo a seguir para las masas y que estas rebasen o se expresen en gobiernos que salgan de su control y se conviertan en amenazas serías para su dominio. Tom Shannon expresó de manera muy clara este temor y preocupación ante los supuestos "apoyos de Chávez a ''movimientos políticos radicales''(...) se refiere la Casa Blanca a personajes de la política latinoamericana como, por ejemplo, el boliviano Evo Morales y el mexicano Andrés Manuel López Obrador". (La Jornada, Ibid). El imperialismo quiere evitar que la voluntad popular se haga efectiva en su "patio trasero". Por eso mismo los trabajadores debemos defender esta voluntad apoyando incondicionalmente a la revolución Bolivariana frente a sus enemigos donde quiera que estos estén.
El PRD debe estar al lado de los trabajadores y campesinos de Venezuela, nuestros hermanos de clase
Es necesario que el PRD y los sindicatos, instrumento creado por los trabajadores para defender sus intereses y mejorar su nivel de vida, se posicionen claramente y llamen a movilizarse a favor de la revolución Venezolana y en contra del papel contrarrevolucionario del gobierno de Vicente Fox y sus aliados Priitas. Es necesario que Obrador se asuma como el candidato de los trabajadores y rectifique urgentemente la posición equivocada que ha mantenido en este conflicto. A los trabajadores de México nos une todo con los trabajadores de Venezuela, de la misma manera que los capitalistas mexicanos están unidos a los capitalistas venezolanos por los mismos intereses de clase.
Es un tremendo error que Obrador declare que en este asunto "esta con el presidente", insinuando cuestiones relacionadas con "la dignidad de la nación", cuando el presidente Fox sigue fielmente el guión que le ha dictado Wahington. La dignidad nacional sólo se defenderá consecuentemente resolviendo los graves problemas de las masas mexicanas, poniendo en práctica una genuina política socialista y de solidaridad internacionalista, la única
forma de acabar con el enemigo común de los trabajadores de Latinoamérica: el imperialismo y las burguesías nacionales entregadas a él.
Los trabajadores de México debemos tener muy claro que la lucha contra los intentos de intervención imperialista en Venezuela y contra las contrarreformas y ataques burgueses en el terreno del presupuesto, las pensiones y jubilaciones, la LFT, el IVA en alimentos y medicinas en nuestro país, son una misma lucha. Es la misma burguesía la que esta implementando estas medidas y es la misma clase obrera en toda América Latina la que sufrirá las consecuencias. Hugo Chávez ha diferenciado muy correctamente al gobierno "cachorro del imperialismo" y su actitud vergonzosa y entreguista, de los trabajadores mexicanos. Chávez declaró: "Ese es el pueblo de Pancho
Villa, de Emiliano Zapata, de Lázaro Cárdenas (...) Da tristeza que el heroico pueblo mexicano tenga un presidente que se arrodilla al imperio norteamericano y cumpla el papel triste que fue a cumplir en la cumbre, y después salga arremetiendo contra los que defendemos la libertad de nuestro pueblo". (La Jornada, 10/11/05).
El gobierno de Hugo Chávez ha llamado a la movilización a favor de la revolución y en contra de los regímenes lacayos del imperialismo, bajo consigas como "Pancho Villa, Zapata y Bolivar la misma lucha y la misma revolución". De manera clara nuestros hermanos de clase venezolanos están
haciendo un llamado de solidaridad a los trabajadores Mexicanos. ¡Es nuestra obligación movilizarnos defendiendo la revolución Bolivariana que también es nuestra revolución¡ ¡Viva la revolución Bolivariana¡, ¡No a la
intervención imperialista¡ ¡Fuera manos de Venezuela¡, ¡Por la Federación Socialista de América latina!