!Desarrollemos las Asambleas Revolucionarias!
El desarrollo y fortalecimiento de estos organismos de masas, llámense soviets, Asambleas Populares, Consejos Obreros, Cordones Industriales, está estrechamente vinculado a la fuerza del movimiento obrero y popular siendo su desarrollo sinuoso, con sus altas y bajas, movimientos zigzagueantes determinados por la el nivel de conciencia alcanzado por los pueblos en lucha y de aquí por la dirección política que la encabeza. Se puede decir que en los inicios las organizaciones de poder obrero y popular en un inicio tienen un desarrollo inicial bajo direcciones reformistas, pequeñoburguesas y es en el transcurso de la lucha, en la medida que las masas explotadas y oprimidas hacen “su experiencia” con sus direcciones naturales e históricas, que dan paso a direcciones revolucionarias, siempre y cuando estas existan y las hayan acompañado en esa experiencia, demostrando la fuerza y veracidad de su política, frente las debilidades de las políticas pro capitalistas encubiertas o no en frases revolucionarias.
El proceso social revolucionario venezolano ha vivido parte de esta dinámica donde las masas han realizado su experiencia con las direcciones que se llaman boivarianas. Esta experiencia les ha venido enseñando que esas mismas direcciones o tienen severas limitaciones o simplemente no sirven y por lo tanto es necesario crear unas nuevas que le sirvan en el propósito de profundizar el proceso revolucionario.
En Diciembre de 1998 las dirección fundamental existente era el MVR y ella le sirvió para derrotar a todos los partidos que apoyaban la candidatura de Salas Romer, pero luego esa misma dirección no tuvo la suficiente capacidad para desarrollar un verdadero poder obrero y popular desde la Asamblea Constituyente, ni para evitar la práctica de los viejos vicios del clientelismo y la corrupción en el seno del gobierno.
Una vez derrotado el golpe de Estado del 11A, surgieron decenas de miles de Círculos Bolivarianos, que nacieron con un carácter eminentemente político y dentro de los cuales se llegó a discutir la necesidad de armarse para defender al gobierno ante la posibilidad de un nuevo golpe de estado.
Era la primera vez que dentro del proceso liderado por Chávez surgían organizaciones de esta naturaleza paralelos a las instituciones armadas del Estado burgués. Si algún paralelismo se puede hacer es con los hechos acaecidos después del 23 de enero del ‘58. Pero estas organizaciones que surgieron en todo el territorio nacional tuvieron una existencia efímera como organismos políticos, como potenciales embriones de poder obrero y popular. Pronto fueron ferozmente atacados desde el lado de la oposición golpista y proimperialista que rápidamente entendió el carácter embrionario de dichas organizaciones catalogándolas de “círculos del terror” y desde el lado del gobierno se les transformó en organizaciones de gestoría social y repartidores de bolsas de comida o impulsores de cooperativas, con lo que se les desnaturalizaba. No pudiendo desarrollarse para lo que nacieron y no habiendo un proyecto real de organizaciones de gestoría social, los Círculos Bolivarianos se fueron apagando, reduciendose a prácticamente un hermoso recuerdo.
Durante el paro patronal del 2D, trabajadores y pueblo realizan tareas de poder obrero y popular a nivel de empresas como PDVSA, ejecutando el control obrero de la producción en la refinería de Puerto La Cruz y a nivel de las escuelas evitando el paro educativo al cual llamaba la oposición una vez derrotado el paro petrolero, pero no podemos hablar del surgimiento de organizaciones o embriones de estas, que dirigiesen esta manifestación de poder popular.
Es ante el fraude en el reparo impulsado por la oposición, donde el pueblo ve nuevamente amenazada las libertades democráticas y al gobierno de Chávez, por fuerzas declaradamente reaccionarias y proimperialistas, que se organiza con una rapidez mayor que cuando los Círculos Bolivarianos en Patrullas y UBEs.
El simple llamado de Chávez a formar las patrullas y UBEs donde no participen los dirigentes partidistas, sirve de detonante para la organización del pueblo y hasta de trabajadores como clase. No es solo el llamado de Chávez, si así fuera no se explicara que estas se organizan sin la presencia de dirigentes reconocidos y en muchos casos el enfrentamiento entre las bases populares y los dirigentes de los partidos de gobierno no se hacen esperar con resultados diversos. Estos enfrentamientos se llegaron a producir hasta en la conformación de los Comandos Maisanta en parroquias y en otros casos se han conformado Maisantas alternativas con una importante base social como en el Estado Vargas y hasta se realizan intentos de desarrollar redes entre las patrullas y las UBEs, paralelo a la estructura oficial.
El solo hecho de que en una gran cantidad de patrullas y UBEs se dieran discusiones y enfrentamientos contra la selección dedocrática de los dirigentes de las mismas, sería un elemento importantísimo para decir estas nuevas organizaciones que están constituidas en todo el país, son potenciales embriones de organizaicones de doble poder, pues dentro de ellas las masas están generando, en confrontación directa con la burocracia gubernamental, una nueva camada de dirigentes surgidos desde el seno del pueblo revolucionario para defender en el referéndum y más allá al gobierno y el proceso social revolucionario que vivimos añadiendo que se han planteado que dichas organizaciones no pueden ser solo estructuras electorales sino de formación ideológicas y de intervención en la lucha social no solo como dirección reivindicativa, sino contra los nuevos intentos de desestabilización social por parte de la oposición golpista. Aquí están los elementos, que de desarrollarse y existen condiciones objetivas para ello, para que patrullas y Ubs se conviertan en organismos de poder obrero y popular.
La constitución de las patrullas y de las UBEs se dan partiendo de un nivel de conciencia de las masas superior a cuando se constituyeron los Círculos Bolivarianos, pues el pueblo tiene la experiencia vivida cuando estos se constituyeron y como fueron desnaturalizados, el pueblo tiene la experiencia del paro patronal del 2D y el ejercicio del control obrero de la producción en PDVSA y otras empresas, tiene la experiencia del fracaso del comando Ayacucho quien no solo no pudo organizar el revocatorio de decenas de diputados golpistas, no pudo evitar la trampa montada por la oposición en el reafirmazo y el reparo y más grave no pudo diseñar una estrategia para tomar las medidas económicas y políticas que permitiese golpear a los grupos económicos golpistas y el desarrollo del poder político al pueblo, con lo que le permitió a la oposición seguirse oxigenando. Esta experiencia, se ha constituido en un nivel de conciencia superior a aquel momento que se refleja en la mayor rapidez con que se organizaron las patrullas y UBEs y en la posición crítica hacia los dirigentes oficiales que no se ha quedado en meros discursos sino que ha sido llevado a actitudes militantes.
Los marxistas revolucionarios tenemos que analizar con detenimiento este desarrollo de las patrullas y de las UBEs para darnos una línea correcta que contribuya a su fortalecimiento, pues hoy son ellas la única organizaciones que pueden convertirse en las estructuras de poder alternativo que se requieren para que los trabajadores y el pueblo tomen en sus manos las riendas del poder que nos conduzca por los caminos de la revolución socialista.
Por su parte, los enemigos de la revolución también estarán haciendo sus análisis y preparando sus baterías, así como lo hicieron ayer contra los Círculos Bolivarianos, para tratar de evitar ese desarrollo del poder obrero y popular. Si hoy no lo están haciendo es porque están empastelados en la discusión de como enfrentar el referéndum y lo de las candidaturas que lanzarán en un victoria que no parece favorecerles. Incluso están distraídos por las divisiones que han surgido en su seno por la fortaleza del gobierno que hasta las encuestas realizadas por ellos y por transnacionales reflejan.
De una cosa si debemos estar muy claros y es que las fuerzas de la burguesía y del imperialismo no se quedarán quietos con un triunfo de Chávez y una derrota de ellos en el referéndum y menos ante el panorama de que dicho triunfo signifique un nuevo nivel de conciencia que lleve al pueblo a exigir medidas concretas que no solo impidan la realización de negociaciones secretas con sectores de la burguesía pro imperialista, sino la toma de medidas concretas como la expropiación de los bienes económicos de los golpistas para que paguen las decenas de miles millones de dólares que se han perdido por sus aventuras sediciosas. En este terreno las patrullas y las UBEs pueden jugar un papel de primer orden, tal y como lo jugaron las Juntas Vecinas y los Cabildos Abiertos de la ciudad de El Alto, Bolivia, en Octubre de 2003, en momentos que había necesidad de enfrentar las bandas de paramilitares y el control social de los servicios en su lucha por el derrocamiento del presidente “Goni”.
Vamos compatriota, camarada, vamos a unirnos para impulsar las patrullas y UBEs como instrumentos de lucha, como organismos de poder obrero y popular.