A pesar de la conspiración internacional de silencio, como ya hemos informado en otros artículos, el año pasado Egipto experimentó un importante auge de la lucha de clases. Los trabajadores han demostrado una fantástica valentía e hicieron sacrificios enormes.
A pesar de la conspiración internacional de silencio, como ya hemos informado en otros artículos, el año pasado Egipto experimentó un importante auge de la lucha de clases. Los trabajadores han demostrado una fantástica valentía e hicieron sacrificios enormes.
En 2007 hubo casi 600 luchas industriales, en al menos 350 participaron más de 150.000 trabajadores. El pasado mes de noviembre hubo 35 huelgas, el año terminó con una gran victoria de los funcionarios.
Hubo toda una serie de huelgas en la industria textil del Delta del Nilo. La mayor fue en Misr Spinning and Weaving Company, en Al-Mahalla Al-Kobra. El malestar comenzó a finales de 2006 y se intensificó en 2007. Los trabajadores pensaban que habían conseguido un aumento salarial y que se abriera una investigación por corrupción, pero sus reivindicaciones no se cumplieron y en septiembre volvieron a la lucha.
Crearon una ciudad de tiendas de campaña con 27.000 personas y consiguieron una enorme publicidad en todo el país. A finales de noviembre el gobierno cedió y despidió al presidente de la empresa estatal, además de conceder las subidas salariales, pagos de horas extras y condiciones laborales prometidas en 2006.
A principios de diciembre cincuenta técnicos de seguridad ferroviaria encabezaron una protesta en la estación Ramses en El Cairo y consiguieron algunas conquistas relacionadas con subidas salariales y mejoría de sus pobres condiciones laborales.
Más reciente es la lucha de los recaudadores de impuestos de bienes inmuebles que han conseguido una gran victoria. Después de una serie de huelgas de funcionaros que comenzaron en abril, unos 55.000 recaudadores cerraron las ventanillas y fueron a la huelga. En diciembre, cientos de todo el país se concentraron durante diez días a las afueras de la sede de gobierno, a pesar de la represión policial. Después de once días de huelga, el ministro de economía aceptó sus principales reivindicaciones, incluida la paridad salarial con los recaudadores generales de impuestos, primas por valor del salario de cuatro meses y ninguna represalia. Es la primera huelga de los funcionarios para conseguir una mejora de sus condicione laborales desde 1924 y ha animado a los trabajadores del ministerio de sanidad que ya han amenazado con la huelga.
La clase obrera, especialmente el masivo movimiento obrero egipcio, es la clave del futuro de Oriente Medio, no la llamada guerra contra el terrorismo o el callejón sin salida del islamismo.