El día 7 de abril de 2017 en el programa “Sentido Contrario” en Radio UNAM, el académico y exactivista Marcelino Perello Vals hizo una serie de comentarios misóginos en contra de las mujeres víctimas de violación, particularmente refiriéndose al caso de Daphne una menor de edad abusada sexualmente por cuatro jóvenes apodados “los porkys” mayores de edad y adinerados quienes han logrado burlar la ley.
Respecto a este polémico caso Perello declaró al aire lo siguiente: “Supongo que consideró que la chava estaba muy buena y era metible” esto refiriendose a Diego Cruz, quien tocó e introdujo sus dedos en la vagina de su víctima, sin embargo el juez Anuar González Hemadi ordenó absolver y liberar al joven, pues según el mejor conocido como juez porky, Diego no disfrutó el acto ni realizó esta acción de manera lasciva, además dictaminó que Daphne no se encontraba indefensa en el momento de los hechos, a pesar de estar sola con cuatro hombres. El caso le ha dado la vuelta al mundo.
Asimismo Perello agregó: “la violación implica necesariamente verga, si no hay verga no hay violación. O sea con palos de escoba, dedos o vibradores no hay violaciones, hay una violación a la dignidad si tú quieres, pero de esas hay de muchos tipos, igual que si te embarran la cara con mierda de caballo”
¿Por qué una persona realizaría este tipo de declaraciones en un programa de radio nacional?
En nuestro país el machismo permea de forma exagerada, los casos de violaciones y feminicidios son nota del día a día ocupando primera plana, el caso de “los porkys” es sólo uno de tantos dónde la justicia ha estado ausente para las mujeres víctimas de violencia de este estilo, además son ellas quienes son señaladas o cuestionadas por haber sido atacadas, mientras a los atacantes se les justifica el delito.
Este ambiente crea confianza para poder realizar comentarios y chistes misóginos sin sentirse avergonzado o sin pensar que habrá alguna consecuencia pues si los involucrados directos de estos delitos no son castigados, pareciera que una opinión al respecto no tendría castigo tampoco, Perello sólo fue uno más de los tantos que señalan a la víctima y que justifican a los violadores o feminicidas.
Marcelino Perello
En el año de 1968 fue un líder estudiantil del movimiento en México, representante de la Facultad de Ciencias ante el Consejo Nacional de Huelga, además fue miembro del Partido Comunista de México, el hecho de que un compañero que se conoce como activista, como luchador por la educación en nuestro país y por la transformación de la sociedad haya realizado estas declaraciones no es motivo para no ser señalado.
El crecimiento desmedido de violencia de género por motivo de agresiones físicas, verbales, sexuales, afectivas en el contexto de sociedad patriarcal que vivimos hace aún más graves estos comentarios.
No debemos proteger ni ocultar estos casos como la universidad lo ha hecho a lo largo de su historia
Este no es un caso aislado en el ámbito académico, decenas de jóvenes universitarias somos víctimas de acoso por parte de profesores e investigadores en la universidad, a pesar de las quejas y denuncias se les ha dado la espalda a las víctimas una y otra vez, uno de los casos más relevantes fue el del profesor de física Teodoro Castro Ruiz denunciado por una menor de 16 años, cada ciclo escolar había quejas de acoso contra él por parte de diversas alumnas, pero no fue hasta el año 2013 que una joven con ayuda de compañeros realizaron una grabación dónde se mostraba claramente la agresión; fue necesario hacer público el caso para que la UNAM sancionara esta actitud. Así hay muchas situaciones y nombres que entre pasillos conocemos pero no podemos hacer algo, eso deja claro que a pesar de las campañas lanzadas por parte de la universidad en apoyo a la mujer, es una cuestión meramente formal, pues en la vía de los hechos, las estudiantes estamos totalmente desprotegidas ante estas situaciones.
Perello es uno de los que sí han sido sancionados debido al impacto que causaron sus declaraciones a nivel nacional, pero exigimos que quede completamente cesado de participar en cualquier espacio de difusión pública, este es sólo uno de los tantos casos que existen en el país. ¡Es momento de denunciar públicamente al resto! Envíanos tus denuncias.
¡No a la violencia de género!
¡Basta de agresiones verbales, sexuales, físicas y sentimentales por nuestra condición de género!
¡Nos queremos vivas, libres y combativas!