La Tendencia Marxista Militante celebramos nuestro XV aniversario. Dedicamos esta edición a dos camaradas nuestros que atraviesan una etapa de enfermedad. Luis Enrique Barrios, co-fundador de nuestra organización, y, Adán Mejía, jubilado del SME. Amb Con este número 140 de Militante celebramos nuestro XV aniversario. Dedicamos esta edición a dos camaradas nuestros que atraviesan una etapa de enfermedad. Luis Enrique Barrios, co-fundador de nuestra organización, y, Adán Mejía, jubilado del SME. Ambos compañeros consecuentes defensores de las ideas del marxismo. A ellos, nuestro respeto y admiración, esperando su pronta y total recuperación.

El colapso del estalinismo en Rusia y los países del Este; la caída de los sandinistas, la brutal ofensiva de la burguesía contra las ideas del marxismo tratando de enterrarlo por enésima ocasión; la crisis del régimen del PRI que con la irrupción de masas del Frente Democrático Nacional, dio origen al combativo surgimiento del PRD. Años convulsivos que bosquejaban un escenario de confrontación social ascendente, pero que lo hacían sólo como un reflejo, para algunos inexistente, de lo que estaba por venir y que hoy, julio de 2005, está claramente establecido en el escenario de la lucha de clases nacional continental y mundial.

La realidad es concreta

El número 1 de Militante, Voz Marxista de los Trabajadores y la Juventud, conoce la luz en julio de 1990. Diseñado con una máquina de escribir prestada, domi de cartoncillo, corte manual a cutter, títulos en letraset, sin dinero, con la ofensiva ideológica burguesa en contra y el pesimismo derrotista de los activistas del movimiento sindical y estudiantil quienes en su gran mayoría fenecían ante la enorme confusión ideológica que generaba el periodo; con enormes dificultades en contra, un puñado de estudiantes del IPN, la UNAM y la ENHA, basados en las ideas del internacionalismo proletario de lo que hoy día se acuerpa en la web www.marxist.com y en el mensual marxista Gran Bretaña "Socialist Appeal" y en el Estado Español, "El Militante", iniciamos una aventura desafiando a la ley de la gravedad política de entonces.

Hoy, a la luz del proceso continental de la revolución en América Latina y su inevitable impacto en suelo mexicano (aunque persisten ojos que no la ven y oídos que no la escuchan), hoy, que ya no quedan escombros de las torres gemelas en Nueva York, hoy que el imperialismo genera inestabilidad por doquier, hoy que la humanidad ha ingresado a uno de los periodos más convulsivos de su historia, hoy que nuestra clase obrera está dejando su sello en la lucha de clases mundial, con ejemplos maravillosos como Venezuela, por sólo hacer una referencia, el 13 de abril de 2002, cuando las masas derrotan al golpe de Estado y colocan a Hugo Chávez nuevamente en el palacio de Miraflores, podríamos hacer una larga lista, Bolivia, Ecuador... Hoy, a 15 años de distancia, podemos decir con orgullo que nuestras perspectivas se han ratificado por el juez de la realidad concreta, podemos sacar a la luz nuestros documentos de entonces y demostrar lo correcto de su análisis. Sabemos que no muchos pueden decir lo mismo y eso nos genera satisfacción y confianza en las auténticas ideas del marxismo.

Como explicaron correctamente Marx y Engels, y sus dos más importantes predecesores, Lenin y Trotsky, un partido revolucionario no se puede construir si no es bajo la condición de estar armado de ideas correctas desde un punto de vista científico. De acuerdo a Marx el problema de la vigencia de las ideas no se resuelve en las ideas mismas, sino en contrastarlas con la realidad. Solamente la realidad es capaza de demostrar si tal o cual aseveración es o no correcta. Pero no basta con tener ideas correctas, necesitamos tener una organización para poder difundirlas e intervenir en el movimiento obrero. La organización es el esqueleto de una tendencia revolucionaria, esta tiene que ser sólida, flexible y con la capacidad de desarrollarse. A eso nos hemos avocado.

Bosquejo de cronología

El breve periodo de reacción del salinato en los inicios de la década de los años 90 fue sentando las bases materiales para el profundizamiento de la crisis del régimen priista, a la vez que consiguió un avance importante en las privatizaciones, se fracturó políticamente y como evidencia los asesinatos políticos de 1994, año en que irrumpe el EZLN generando una oleada de ilusión por el cambio social, expresado en un apoyo de masas al EZLN y en el avance electoral del PRD, siendo este el primer partido de izquierda realmente de masas, creado al fragor de la lucha expresada en los 700 muertos, sangre sobre la cual pisan ahora las suelas de los zapatos de la derecha conciliacionista de la dirección del PRD, burocracia y sectores del PRI, incluidos salinistas, que se han encumbrado en la estructura del partido.

Asistimos a la continuidad de los pactos sociales del sexenio de De la Madrid; analizamos el periodo de las concertacesiones medida que permitió cierta estabilidad política durante un periodo; fuimos testigos de las reformas a los artículos 3° y 27 constitucional, observamos el mayor auge de las privatizaciones y el consecuente incremento de los multimillonarios. Nos indignamos ante la represión, aproximadamente 700 perredistas asesinados y fuimos víctimas también con la expulsión del país de uno de nuestros mejores cuadros en mayo de 1995. Participamos en las luchas obreras de Tornel, Cuauhtémoc, Ford de Izcalli

Seguimos de cerca las elecciones de 1994, el triunfo de Zedillo, el PRD es derrotado por la política conciliacionista de su dirección y la ambigüedad de su programa, Cárdenas se ve obligado a hacer una gira por el país para apagar el fuego. Llegamos al 1º mayo 1994, año en el que se deja de hacer la tradicional marcha con el presidente al frente. Analizamos y trazamos perspectivas sobre el Tratado de Libre Comercio. Vivimos la crisis bancaria que dio origen a la cartera vencida, al Fobaproa, a la devaluación de más de 100 por ciento, al surgimiento del Barzón y de la Asociación de Deudores a Instituciones del Crédito de Chiapas en la que participamos.

Nuestro periódico se vendió como pan caliente en las manifestaciones de contra la guerra en Chiapas, en la Convención Nacional Democrática en San Cristóbal de las Casas, también en la manifestación del 1º de mayo de 1995 en donde se reunieron más de un millón de trabajadores en el Zócalo capitalino con Cárdenas al frente. Analizamos el boom de las exportaciones durante el sexenio Zedillo y su impacto sobre el resto de la economía. Previmos los ataques a las condiciones laborales -base de la competitividad en el mercado externo- por lo que 70% de los contratos colectivos de trabajo fueron destruidos. Participamos en la heroica lucha de Ruta-100 enmarcada en el periodo de la colaboración PRI-PAN que llevó por ejemplo al incremento al IVA y al recorte al gasto social.

Asistimos a las elecciones del 1997, que detonaron en un ascenso del PRD. Estuvimos presentes en la lucha del SME contra la privatización de la industria eléctrica al final del sexenio Zedillo. Nuestras páginas explicaron el significado del ascenso de Amalia García al frente del PRD y sus efectos sobre la política del partido, ratificadas hoy día por la realidad. Participamos en la huelga de la UNAM en 1999, construimos el Comité Estudiantil en Defensa de la Educación Pública (CEDEP) al fragor de la huelga, organización que hoy, sin duda es la más militante, la más disciplinada, numerosa y extendida en el movimiento estudiantil nacional.

Arribamos a las elecciones del 2000, explicamos el significado del triunfo de Fox como una "transición pactada" que para desgracia de la burguesía les ha resultado un verdadero chasco. Asistimos a la bancarrota ideológica del zapatismo de Marcos, quien no aprovechó la marcha histórica que irrumpió con centenares de miles en el zócalo de la Ciudad de México, la consigna de la unidad en la acción de las bases zapatistas y perredistas era en ese momento más posible y necesaria que nunca. Sin duda no hay mecanismo mediático que sustituya la realidad de la lucha de clases, y sólo la política de las direcciones del perredismo y el zapatismo permitió la ofensiva del sexenio Zedillo, que sin embargo siguió profundizando la crisis del régimen burgués, obligando al recambio del PRI por el PAN.

Llegamos entonces al sexenio Fox. Casi cinco años seguidos con crisis y estancamiento económico. Imposibilidad de propinar las principales contrarreformas al movimiento obrero. Entramos a la etapa inicial de la recuperación en el movimiento con indicadores como Atenco que es un claro síntoma del estado de tensiones entre las masas. Vendimos nuestros materiales a las 6 de la mañana en las más concurridas estaciones del metro, el día que estalló la guerra de EUA con Irak. A partir de 2004 observamos la definición clara de una nueva etapa en la lucha de clases en México, abanderada con la lucha de trabajadores del IMSS en la que participamos de inicio a fin; ataques histéricos al PRD a pesar de su dirección conciliadora, la victoria de las masas en la lucha contra el desafuero el 24 de abril de 2005 como preámbulo de lo que está por venir.

La etapa actual

Estamos de lleno en un periodo en el que la burguesía está obligada a atacar, pero sus instrumentos de coerción han sido incapaces, hasta ahora, de dar un ataque frontal decididamente exitoso como reflejo de la fortaleza que subyace en el proceso contradictorio de unidad del movimiento obrero que incluye derrotas.

Hemos dado un salto en la publicación de material teórico por medio de nuestra editorial, la Fundación Federico Engels-México con la cual hemos lanzado el libro del marxista británico Alan Woods "El Bolchevismo, el camino a la Revolución".

Nos hemos extendido aparte del Valle de México a Chiapas, Hidalgo y Puebla con grupos organizados y a varios estados de la república con contactos y simpatizantes. No somos un grupo de intelectuales, ni un club de discusión, aspiramos fundados en las bases teóricas de Marx, Engels, Lenin y Trotsky, participar en la construcción de una alternativa revolucionaria de masas, a partir de sus organizaciones tradicionales, que aspire jugar un papel protagónico en la transformación socialista de la Sociedad.

Diversas etapas ha vivido nuestra alternativa organizativa. Baste decir que a 15 años de la publicación de nuestro primer número, hemos participado a nivel nacional e internacional en las luchas más importantes que nuestra clase, el proletariado, ha dado en contra del capitalismo. Sin embargo, es apenas el inicio. Aún nuestra fuerza cuantitativa está por venir. Muchos de nuestros futuros militantes aún no han ingresado a nuestras filas. Algunos activistas de 1990, no nos daban más de tres números de vida. Hoy celebramos con esta edición de aniversario, 140 números luchando por las auténticas ideas del marxismo, y muy importante, sin recibir subsidio alguno de nadie, sólo financiando nuestra operación con la venta de nuestros materiales y la solidaridad de nuestra clase.

Conclusión

A pesar de la política de conciliación de clases de las direcciones del PRD y los sindicatos, estas organizaciones de masas sufrirán enormes transformaciones de abajo a arriba conduciendo los procesos fundamentales de la lucha. El futuro para la clase obrera es tan grande como el futuro de la humanidad y nuestra confianza en ella es total, por eso los marxistas de Militante somos optimistas, sólo a condición de la elevación permanente del nivel político de nuestros cuadros. Podemos mirar todos los acontecimientos que se aproximan con esa confianza pero también con la responsabilidad de que sólo brindando una alternativa política y por tanto organizativa al movimiento de la clase obrera, éste será capaz de pasar de la lucha contra los ataques del capitalismo a la lucha por una sociedad socialista. Lenin dijo una vez que "el marxismo es todopoderoso porque es verdad". A pesar de todas las mentiras y calumnias de los enemigos del socialismo, el marxismo es más vigente hoy que nunca. La nueva generación de luchadores, que se están forjando en la lucha, necesita estas ideas más que siempre. La única solución para los problemas de la humanidad es el socialismo mundial. Por lo tanto, el socialismo no es una utopía sino una necesidad. En las palabras de Marx, solo hay dos alternativas para la humanidad: Socialismo o Barbarie.

Hay muchísimo por hacer. Empezando por superar nuestras carencias. El futuro es de nuestra clase obrera. ¡Únete!


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