El pasado 2 de octubre miles de jóvenes, trabajadores y campesinos volvimos a llenar el Eje Central de la CDMX. Contingentes de las Normales Superiores y Rurales, así como de la UAM, IPN, UPN, UACM, UNAM, Chapingo, Bachilleres, Atenco, profesores, electricistas, mujeres trabajadoras, ceceaches, prepas y miles de jóvenes más; nos uníamos bajo una misma bandera y objetivos: Tenemos memoria, exigimos castigo a los culpables de estos crímenes de Estado y deseamos un futuro libre de represión y violencia. 

¡Este día no es de fiesta, es de lucha y de protesta!

El 2 de octubre se ha convertido en un día de la y para la juventud que lucha. Diversas escuelas frenaron sus actividades académicas por acuerdo de asambleas, miles somos el hilo conductor de la historia de nuestros abuelos y padres, gracias a estas batallas muchos de nosotrxs tenemos educación pública y derechos democráticos. Las generaciones pasadas no se consideraban héroes o heroínas, sólo estaban sumamente convencidos de que otra sociedad era y es posible; pero para ello se tenía que dar una lucha constante, disciplinada y militante. Organizados por comités de lucha permanentes por escuela y unidos en un órgano central llamado Consejo General de Huelga.

Las luchas contra el Estado sabían que era cosa seria y como tal se tenía que afrontar. Pero esto no tenía nada que ver con poner el pecho frente a la policía de no ser necesario, sabían que eran más útiles vivos y libres que siendo camicaces. Los enfrentamientos con la policía y el ejército siempre les fueron impuestos, los combates siempre eran para defenderse del avance de la reacción, ellos no los provocaban, de hecho, su mayor inversión de fuerza se destinó para ganar al pueblo pobre y trabajador del lado de su barricada.

Millones de volantes, miles de carteles, cientos de mítines creativos, fueron realizados por las brigadas para explicarle al pueblo que la lucha de la juventud era seria y útil para todos; que no eran rebeldes sin causa, ni revoltosos sin nada que hacer, ni drogadictos hippies de cabezas huecas o agentes externos soviéticos; sino que eran estudiantes hijos de trabajadores en defensa del derecho a la educación para el pueblo y contra la represión del Estado.

Fue sólo mediante la explicación y trabajo militante paciente y permanente que se ganó al pueblo al movimiento y así a la vez avanzó y se fortaleció. Dieron la batalla contra el capitalismo sumando más trabajadores, campesinos, mujeres y jóvenes a la lucha organizada, lograron que la conciencia avanzara mediante la discusión democrática y explicación paciente y tomar confianza y fuerza a través de las acciones colectivas y no aisladas para así obtener resultados o soluciones a nuestras batallas.

No a las provocaciones del Estado

Estas lecciones están ahí y hay que retomarlas, no podemos ser arrogantes y menospreciar las enseñanzas de nuestras generaciones pasadas. Nuestro movimiento no es una lucha aparte de los oprimidos, es la misma. Por eso este 2 de octubre de 2019 no fue cualquier aniversario, es el primero que ocurre en un gobierno de AMLO, un gobierno lanzado a la presidencia por la fuerza de cambio de millones de jóvenes y trabajadores.

Para la burguesía el gobierno de AMLO no es del todo cómodo y útil por esa base social que lo respalda y lo hace zigzaguear. Sectores de la derecha y sus medios de comunicación se frotan las manos para ver actuar al gobierno tanto local como federal de la manera que ellos nos trataban y les gustaría tratar a la juventud, a punta de golpe y porrazo.

Es por eso que nos parece indignante que un gobierno que se dice gobernar para el pueblo, haya hecho un despliegue tan amplio de policía uniformada y de civil a nuestra manifestación. El simple hecho de hacerse presente fue un acto de provocación, pero no sólo eso, es nauseabundo la forma en que se obligó a muchos trabajadores a conformar el “cordón de paz”, a la vieja usanza del corporativismo priista. Una cosa es que diversos trabajadores se sumaran a conformar comisiones de seguridad para cubrir la manifestación de las provocaciones, incluso en muchos de nuestros contingentes hacemos eso, pero otra es colocar una vaya de pueblo trabajador contra “los revoltosos estudiantes”, esto sólo ocasiona que se criminalice a las manifestaciones y genera divisiones entre los oprimidos.

¡Por un movimiento democrático y combativo!

Repudiamos estas acciones y exigimos al gobierno desistir de actuar así en cualquiera de nuestras manifestaciones. Desde dentro del movimiento daremos el debate amplio y democrático para debatir los métodos que nuestra lucha debe recoger y reivindicar.

Desde el Sindicato de Estudiantes insistimos en recuperar los métodos democráticos de la clase obrera como es el centralismo democrático y las acciones colectivas. Caer en las provocaciones y acciones aisladas sólo sirve a la derecha, a la reacción y los enemigos de nuestra lucha, porque desprestigian nuestro movimiento, desorganizan y rompen las manifestaciones y nos alejan de nuestros aliados, el pueblo. Por eso rechazamos las acciones de provocación a la policía o caer en ella, y más cuando la manifestación está transcurriendo exitosa y masivamente.

No somos pacifistas, pero tampoco somos mártires, no somos el detonante para que la policía se abalance hacia los contingentes de la marcha y resistimos las provocaciones y represión de manera organizada y colectiva. De lo contrario se impone la voluntad de unos cuantos sobre los miles que nos movilizamos y eso no es democrático por ningún lado que lo veamos.

Es precisamente porque nuestra lucha es fuerte y se está desarrollando que la quieren romper, intimidar y fragmentar, debatamos dentro de nuestras escuelas y comités de manera fraterna los métodos que nuestra lucha debe seguir. Como lo hizo la generación del 68, demostramos que somos jóvenes, pero no cortos de entendimiento, perspectiva y métodos. No vamos a permitir que seamos usados para golpear políticamente al gobierno actual por parte de los medios de la burguesía que causalmente ahora si se indignan y repudian esas acciones ¡qué hipocresía tan grande!

¡Unidos y organizados...venceremos!

¡Trabajadores y estudiantes, unidos y adelante!