El proceso  antidemocrático de la reforma curricular al plan de estudios -los 12 puntos- abierto por las autoridades de los CCH´s ha dejando de lado la opinión de más de 50 mil alumnos que no estamos dispuestos a embaucar nuestro futuro en manos de quienes demagógicamente pretenden engañarnos con un lenguaje confuso. La contrarreforma ha sido presentada como una modernización de los CCH´s pero en ningún punto se contemplan las necesidades reales de los estudiantes como los comedores subsidiados o el incremento de los turnos así como la construcción de nuevas instalaciones para satisfacer la demanda de aspirantes a la educación superior.

En el marco de la imposición de Peña Nieto los ataques por parte de la derecha con el fin de arrebatar derechos a la clase trabajadora y a la juventud con reformas que agravan profundamente las condiciones de vida de las clases explotadas, los jóvenes tenemos importantes lecciones que extraer de las luchas recientes que sirvan de base para defender nuestro presente y futuro. Hemos presenciado el ánimo de millones de jóvenes para poner fin a esos ataques, sin embargo, con el objetivo de lograr sus propósitos y al toparse con una  política que no logra alcanzarlos, en el movimiento estudiantil se han implementado métodos que en lugar de acercar a más jóvenes  y trabajadores a la lucha, aíslan y provocan el desvinculamiento con las masas , haciendo que el Estado burgués tenga un mayor margen de maniobra para atacar y reprimir fácilmente éstos movimientos, significando también el estancamiento del mismo movimiento.

Sin duda uno de los elementos más comunes es la llamada “acción directa” en donde por medio de acciones “contundentes” pretenden catalizar la conciencia de los estudiantes para involucrarlos en la lucha, pero las más de las veces sirve para hacer exactamente lo contrario. Y es que en realidad un pequeño grupo no puede sustituir el papel de toda la comunidad en actos radicales –en cuanto su estridencia-  sin haber discutido y organizado en conjunto las acciones a desarrollar, en un trabajo de convencimiento e involucramiento pacientemente, con gran parte de esa misma  comunidad un plan elaborado de acuerdo a las necesidades, fuerzas y posibilidades concretas de esa comunidad.

La toma de instalaciones –como la Dirección General de los CCH´s el pasado 6 de febrero- sin previo trabajo y discusión amplia en una asamblea realmente representativa, podría tener mucha más contundencia e importancia si fuera parte de un proceso de movilización masiva en las calles, acompañada con una intensa campaña por atraerse el apoyo de los sindicatos, trabajadores y la clase explotada en general. Con lo cual se atraería el apoyo de la comunidad aplicando una política coherente,-al involucrarse en el desarrollo de las acciones-   que logre el cumplimiento de sus demandas. Sin embargo al no ser esto así y al tomar decisiones unilaterales un pequeño grupo por encima del resto del movimiento,  las acciones desarrolladas de forma aislada al no tener la fuerza que se requiere pierden contundencia y en no pocas veces termina transformándose en la  oportunidad que necesitaba el Estado para justificar el empleo de la fuerza sobre el movimiento y desprestigiarlo en la opinión pública.

Por eso desde el Comité en Defensa de la Educación Pública (CEDEP) y la Tendencia Marxista Militante defendemos los métodos y tradiciones de los trabajadores y estudiantes, en una política realmente revolucionaria que defienda sus derechos más básicos.

¡Por una política revolucionaria!

¡Estudiante, intégrate al CEDEP y luchemos por el socialismo!


banner libres y combativas

banner

banner

banner libres y combativas

banner revolutionary left

banner sindicato de estudiantes

banner revolucion rusa