Este abril cumplimos un año en la representación estudiantil en la Universidad Autónoma Metropolitana, Unidad Iztapalapa. Un año de intenso y fructífero trabajo, en especial cuando ésta herramienta ha sido utilizada para la defensa de nuestros derechos como tener una educación íntegra, que nos permita realizarnos como estudiantes plenos. Posición contraria a la que es conscientemente impulsada por las autoridades para quienes aspiran sólo a hacer una carrera política sin principios.
Desde un comienzo sabíamos que el panorama era poco alentador, pues era claro que contaríamos con la oposición de las autoridades. Quienes desde nuestra candidatura como representantes, hicieron uso de la intimidación como herramienta para detener cualquier iniciativa de cambio y oposición por parte del estudiantado. Frases como “recuerden la leyenda del consejero que no regreso a su casa” hasta “si hacemos las cosas como ustedes las hacen no vamos a obtener que nuestras demandas sean atendidas en consejo, sólo obtendremos rechazo de las autoridades” decían los representantes fieles a la política de rectoría. Conforme fue avanzando el tiempo, comenzamos a hacer cambios en la forma rutinaria en que gestiones anteriores llevaban a cabo el trabajo, por ejemplo, realizamos reuniones informativas para hacer llegar la información a los compañeros respecto de las cuestiones que se tratan en consejo académico como los recientes procesos de elección de rector de unidad y directores de división, el proyecto de presupuesto, entre otras. Se hizo una colecta de firmas para pedir la gratuidad en la reposición de la credencial de estudiante (actualmente la reposición tiene un costo de 100 pesos) dicha solicitud se presentó en consejo y el secretario de la unidad la mandó a la comisión de seguridad, de la cual hasta la fecha no hemos obtenido respuesta ya que la comisión no se ha reunido.
Las autoridades como respuesta han aumentado el hostigamiento en contra nuestra, ante el temor de que nuestra política evidencíe las irregularidades existentes en nuestra Universidad. El colmo ha llegado el pasado lunes 7 de abril, cuando han citado a nuestra compañera Luisa Salazar en la secretaría de consejo académico para hacerle saber que ya no podía pertenecer más al consejo académico de la unidad, bajo el fundamento de no cumplir con el artículo 28 fracción V del reglamento orgánico. El cual establece “No haber estado inscrito más de siete años en el nivel licenciatura”. Evidentemente las autoridades han usado la ambivalencia de tal fracción para impulsar un ataque contra quienes nos hemos conformado como una oposición política y firme contra su política. En el trimestre 14-I nuestra compañera cumplió siete años de haber entrado al nivel licenciatura, pero las autoridades omiten concienzudamente señalar que nuestra compañera ingreso a una licenciatura distinta de en la que ahora se desempeña. Además es de destacar que en la fracción usada para implementar el ataque, se refiere a los requisitos para poder ser miembro representante de los alumnos ante el Consejo Académico a partir de su elección y no para su permanencia como miembro, que se establece claramente en el artículo 22 de la Ley Orgánica y que a letra dice “durarán en su cargo dos años”. Las autoridades mañosamente han interpretado el Reglamento Orgánico para atacar a quienes franca y abiertamente nos hemos opuestos a su política.
Evidentemente las autoridades conocen la existencia de representantes estudiantiles ante consejo académico del departamento de física y el del departamento de hidrobiología que no cumplen con uno de los requisitos que establece el reglamento orgánico. Como lo son los artículos 28 fracción Vl (no formar parte del personal académico o administrativo de la Universidad) y el artículo 28 fracción V (no haber estado inscrito más de siete años en el nivel licenciatura) respectivamente. Sin embargo ellos no han sido dados de baja del consejo académico a pesar de no cumplir los lineamientos establecidos por más de 2 trimestres. El uso a modo del Reglamento Orgánico y su finalidad política contra quienes se oponen a la política de las autoridades queda de esta forma demostrada.
Esta es una clara táctica por parte de las autoridades para deshacerse de quienes defendemos los intereses de los estudiantes, ya que en el año que hemos llevado la representación estudiantil hemos defendido el derecho de los estudiantes a tener mejores condiciones de estudio, esto resulta más evidente cuando a finales del trimestre pasado encabezamos una lucha por la apertura de los baños del edificio AT, cerrados por la autoridades tras su remodelación con el simple argumento de mantenerlos limpios para los profesores. En esa ocasión, como en las anteriores, los ataques de las autoridades y de los otros representantes como sus lacayos no se dejaron sentir al quitar nuestros carteles, o bien ofreciéndonos llaves de esos baños en lugar de la apertura para todos los estudiantes, e incluso, con agresiones verbales directas en nuestro cubículo de la representación. De esa forma se ha develado el cinismo en su discurso: “Nuestra universidad es muy democrática”, por supuesto, es democrática para aquellos que se pliegan a las autoridades, para los que no protestan por los abusos contra los estudiantes, para los que aceptan estos ataques a cambio de unas cuantas migajas y prebendas personales. Es obvio que los estudiantes no somos la prioridad para la universidad y esto se refleja en la forma que se asigna el presupuesto pues no toma en cuenta nuestras necesidades reales como estudiantes, o también en el modo para designar a los directores de división, rector de unidad e incluso los mismos representantes estudiantiles, donde se utilizan métodos antidemocráticos que evitan y obstaculizan cualquier oposición a su política.
Esto es un ataque a las formas de organización estudiantil, a nuestro derecho a la libre expresión, a nuestro derecho a opinar sobre los procesos de gobierno de nuestra universidad, que lejos de frenarnos, nos da más argumentos y ánimos de luchar por transformar nuestras condiciones de estudio.
¡Por la reincorporación de Luisa Salazar como representante estudiantil ante el Consejo Académico!
¡Alto al hostigamiento contra los representantes de oposición: En defensa de los derechos democráticos en las Universidades!
¡Unidos y organizados venceremos!