Lo relevante es en qué contexto se da este atentado. En el contexto de la lucha que los estudiantes del IPN están dando y de la solidaridad que la UNAM ha manifestado, esto no puede verse más que como una provocación; sobre todo si se tiene en cuenta que el ataque se da horas después de la histórica marcha a gobernación del IPN, en la que íbamos muchos universitarios, y menos de dos días antes de la marcha del 2 de octubre. Esta acción evidentemente no se hizo para favorecer al movimiento estudiantil. Evidentemente se trata de una acción provocadora para justificar ataques contra el movimiento estudiantil que hoy se desarrolla en las distintas instituciones de educación superior. Desde esta perspectiva, no es más que una prueba de lo aterradas que están las autoridades por el desarrollo de dicho movimiento. Hay que estar atentos frente a esta provocación y prepararnos para cerrarle la puerta a este tipo de acciones con la organización de nuestras escuelas. Particularmente como preparativo rumbo al 2 de octubre en donde las provocaciones suelen hallar donde esconderse. Este 2 de octubre hay que frenar toda provocación de este tipo y responder a las intenciones represivas del gobierno con organización. Este es el mejor modo de contraatacar frente a este tipo de acciones.