La respuesta de la SGEIA va más allá de las presiones de “grupos de poder”, es un intento de cortar el cambio que se ha gestado desde abajo. Esta gente está comprometida, aunque sea de forma velada con la política nefasta de un gobierno que asfixia a cada paso la educación y las artes en México. Sólo basta recordar que, mientras la lucha de los profesores es por elevar la calidad educativa y a llegar a más alumnos cada vez, Jorge Gutiérrez declara como una locura ampliar la matrícula de las Escuelas del INBA.
No se trata de elegir entre uno u otro personaje ni facción. Partimos de la idea de que, en el momento actual, ninguno de los proyectos existentes cumple a cabalidad con la necesidad de poner la educación al servicio la mayoría y al arte como herramienta de reflexión y transformación social. Y, más importante aún, que cualquier solución real y a largo plazo va más allá de quién sea el titular de un nombramiento cuya duración y alcance son limitados.
La solución sigue, como al principio, en nuestras manos. En proseguir ese camino que convirtió a estudiantes y profesores, a través de la organización democrática y solidaria en partícipes efectivos de un cambio en la Escuela y parte de la transformación social del país. Cortemos con el nuevo ambiente de aparente normalidad. Las carencias y necesidades siguen ahí, y se verán aun más afectadas ante los recortes que se anuncian. Preparemos el terreno, discutamos una plataforma reivindicativa para llamar a la organización y la lucha.