Como en anteriores ocasiones, la Junta de Gobierno iniciará el proceso de auscultación y tomará en cuenta las propuestas de las cúpulas universitarias para imponer nuevamente al que será el próximo Rector de la máxima casa de estudios.

El proceso de auscultación es por demás antidemocrático en todos los sentidos, no sólo por el hecho de que un pequeño grupo de burócratas decidirán el futuro de la Universidad sino también porque la comunidad universitaria, la real interesada, no tendrá injerencia en dicho proceso.

La Junta de Gobierno fue el resultado de la Rectoría de Rodolfo Brito Fouchet (electo en 1942), quien fue apoyado por organizaciones católicas y que impuso en la Universidad un régimen de violencia organizando un grupo de choque comandado por el mismo oficial mayor de la Universidad, que alcanzó celebridad por tener el hábito de pasear en los recintos universitarios con pistola al cinto.

Brito manipuló las direcciones de escuelas y facultades e impuso a gente afín a su persona en los puestos, sin embargo su política desencadenó una huelga estudiantil que finalizó con la muerte de un estudiante en la escuela de Veterinaria y la renuncia de Brito.

A partir de ese acontecimiento, Manuel Ávila Camacho, presidente en ese entonces, intervino aprovechando la coyuntura e implementando la Ley Orgánica de este mismo año que planteaba, entre otras cosas, la reorganización por completo de los órganos de dirección de la Universidad, impulsando entonces la Junta de Gobierno como máximo órgano de dirección de la UNAM

De 1945, año en el que es aprobada la Ley orgánica y hasta 1999 la Junta de Gobierno tomaba en cuenta, para la elección del rector, la opinión del presidente. Y es hasta 2003 cuando la Junta de Gobierno procede con plena autonomía.

La Junta de Gobierno ha tomado las decisiones más importantes en la máxima casa de estudios desde hace 71 años. Ésta Junta se reduce a quince personas que tienen que elegir al rector, a los directores de las facultades, escuelas e institutos, designar a los integrantes del patronato, resolver cuando el rector veta acuerdos del Consejo, resolver los conflictos que surjan entre autoridades universitarias y lo más trágico: expedir su propio reglamento.

Pero más allá de la burocracia universitaria la UNAM enfrenta un problema mucho mayor, el hecho de que está supeditada a lo que acontece en la realidad nacional.

La UNAM no es una institución aislada del resto en las que el Estado puede tener injerencia, de hecho la propia autonomía no la salva de estar supeditada a los mandatos del gobierno priísta y los organismos internacionales tales como la ANUIES o el FMI, por mencionar algunas.

El hecho de que la burocracia universitaria se encuentre al frente de la institución no asegura que el Estado no tenga intervención en los asuntos universitarios. Ya desde el momento en que la elección del nuevo Rector recae en un grupo de 15 personas el proceso se muestra totalmente antidemocrático.

Históricamente la UNAM se ha caracterizado por ser antidemocrática en sus formas de gobierno. Incluso en momentos históricos en los que el movimiento estudiantil mediante la lucha logró ganar demandas como la creación de un Congreso Universitario democrático, la burocracia manipuló el proceso de tal manera que desgastó al movimiento universitario y al final impuso nuevamente su antidemocrática política.

Los temas más importantes al interior de la Universidad recaen en una Junta de Gobierno de 15 notables y un Congreso Universitario amañado para que la comunidad estudiantil y los trabajadores de base no tengan ningún peso en la toma de decisiones. Aunado a ello la comunidad universitaria termina no enterándose de los mandatos de dichos organismo hasta que están aplicándose en la práctica.

Un ejemplo de ello es la reciente acusación que pesa sobre la tesorería universitaria y su titular José Manuel Covarrubias Solís, quien desvió recursos del presupuesto universitario por 2 millones 301 mil 318 pesos para financiar las Olimpiadas Nacionales 2014.1

El tema de la carrera por la Rectoría no se limita solamente a quién queda al frente, sino al hecho de que la derecha universitaria atenta todos los días contra los derechos de los hijos de los trabajadores.

El porrismo, que recientemente ha resurgido en algunas escuelas tales como el CCH-Naucalpan; la modificación reaccionaria a programas y planes de estudio; la reducción del presupuesto universitario, anunciado el 22 de agosto pasado por la Secretaría de Hacienda y Crédito Público y que plantea una reducción 350.4 millones de pesos al pasar de 7 mil 291.5 millones a 6 mil 941.2 millones, una baja del 4.8 por ciento2; así como la criminalización y asesinato de la juventud universitaria visible en el hecho de que grupos de narcotraficantes se pasean con total impunidad al interior del campus universitario envenendando a la comunidad estudiantil son los reales problemas de la UNAM.

¿Qué hacer?

Si bien el tema de la rectoría universitaria tiene importancia, lo realmente importante es el hecho de que la comunidad universitaria debe organizarse para echar para atrás los ataques de la burguesía que se ciernen no sólo sobre la UNAM sino sobre la educación pública en su conjunto.

Los estudiantes universitarios han impulsado en los últimos años sendas movilizaciones por la defensa de los derechos estudiantiles pero sobre todo por los temas del acontecer nacional.

Como lo hemos comentado anteriormente, la UNAM no es un ente aislado de la sociedad y los problemas que aquejan a millones de mexicanos explotados son los mismos que aquejan a los hijos de los trabajadores.

Los jóvenes universitarios debemos organizarnos y luchar por:

  • Una universidad democrática en donde los estudiantes y los trabajadores podamos decidir realmente el curso de la máxima casa de estudios

  • Mayor presupuesto universitario. Exigimos un aumento mínimo del 10% del PIB a educación.

  • Exigir la salida de la universidad de todos los grupos de narcotraficantes que envenenan al estudiantado.

  • Exigir el aumento a la matrícula universitaria.

  • Exigir el alto a los cobros velados en las escuelas de la Universidad, desde el campus central hasta los campus periféricos.

  • Exigir mejores planes y programas de estudio.

Los estudiantes pertenecientes al Comité Estudiantil en Defensa de la Educación Pública te invitamos a organizarte con nosotros y luchar por una Universidad de calidad para los hijos de los trabajadores.

¡Estudiantes, trabajadores y profesores debemos elegir a quien nos representa!

¡Desaparición de la Junta de Gobierno!

¡Mayor presupuesto universitario!

Unidos y organizados...¡Venceremos!

Fuentes:

- Gilberto Guevara Niebla. La educación superior en el ciclo desarrollista de México. Cuadernos políticos, número 25, Editorial Era, México, D.F., julio- septiembre, 1980, pp.54-70.

- Pulido A. Alberto. Historia del Sindicalismo Universitario. STUNAM. Disponible en: http://www.stunam.org.mx/22historia/22histsindiuniver/22histsin2.htm

- UNAM, más de 13 millones en sueldos de exfuncionarios. Contralínea. Disponible en: http://contralinea.info/archivo-revista/index.php/2012/01/15/unam-mas-de-13-millones-en-sueldos-de-exfuncionarios/

2 . Recortará Hacienda presupuesto a la UNAM, IPN y UAM en 2016. Proceso. 22 de agosto de 2015


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