Escrito por Mauro Espínola. El aumento en los últimos años de las escuelas garaje o patito, el aumento de aspirantes a la educación superior y el miserable aumento de la matricula en las universidades públicas resulta a los ojos de un ciego contrario a las declaraciones oficiales. El cinismo de las autoridades de las instituciones de educación superior es cada vez mayor. Mientras hacen declaraciones sobre la educación pública, sus beneficiaros dueños de las universidades privadas, muchas de ellas patito, se frotan las manos ante el jugosos negocio que se les presenta. Y no es la falta de cupo lo que impide que miles de jóvenes dejen sus estudios, con lo que algunos tratan de lavarse las manos, sino el embolso de miles de pesos por parte de las autoridades y de algunos de sus fieles seguidores, que reciben sueldos atractivos con el fin de ir aniquilando la educación pública. Y es que año con año el número de aspirantes a recibir educación superior aumenta significativamente y a lo cual las autoridades universitarias no han podido ni mucho menos querido responder. Mientras tanto el número de escuelas patito aumenta significativamente. Simplemente en 2006 la educación privada significaba el 66% de las escuelas, atendiendo al 34% de los estudiantes. Mientras el sector público representaba al 34% restante de escuelas atendiendo al 66% de la población estudiantil. Cabe señalar que de estas instituciones una gran cantidad de ellas se autodenominaban como universidades, cuando en su mayoría sólo impartían un área del conocimiento. A su ves sólo el 10% de las instituciones de educación superior (IES) privadas tenían alguna acreditación en el 2003. Situación que en porcentaje no ha cambiado mucho. Según datos de la Secretaria de Educación Pública del Distrito Federal, del ciclo escolar 2006-2007, las instituciones públicas de educación media superior atendieron a 329 770 alumnos de 412 678 es decir al 80% de la población. Y el mismo año en educación superior atendieron a 275 626 de 413 181, es decir al 67% de la población estudiantil. Un ejemplo claro de la situación es la UAM que en 2006 rechazó a 13 653 aspirantes de 18 124, representando los rechazados el 75% de los aspirantes. La política es clara, atacar a como de lugar la educación pública, ya sea mediante el recorte presupuestal a la educación o tachando a sus estudiantes de guerrilleros miembros de las FARC. Un ejemplo claro de lo que se hace con la educación superior de carácter público es la UNAM que del ciclo escolar 2005-2006 al ciclo 2006-2007, aumentó su matrícula en la insignificante cantidad de 6 934 lugares para pasar de uno a otro ciclo de 156 434 a 163 368 alumnos. Ante esto las autoridades se deslindan recordando el recorte presupuestal que han venido sufriendo, Mientras tanto, otros atacan por flancos distintos, el ex rector Francisco Barnés de Castro apoya la privatización de PEMEX, a pesar de que esta empresa (propiedad de los trabajadores mexicanos) aporta el 40% del presupuesto de la UNAM. Es decir que el 40% del salario de un profesor lo aporta directamente PEMEX. Hace pocos días, el rector de la UNAM, José Narro Robles denunció la deplorable situación de la educación. Para ser congruente, Narro debió anunciar la eliminación de los salarios vitalicios de los exrectores, la disminución salarial de todos los altos funcionarios, la destrucción de todos los apoyos económicos a los grupos porriles, etc. Pero Narro no es ningún apóstol de la educación pública, sus palabras sólo buscan curarse en salud. Para echar abajo todos estos ataques a la educación pública, es necesaria la movilización de los estudiantes, profesores y trabajadores, y no sólo para defender a la UNAM, al IPN o a la UAM, sino para defender a PEMEX de la rapiña capitalista y a todos los derechos de los trabajadores. De la misma forma es necesaria la movilización ante los ataques del gobierno federal, tanto políticos como económicos. Compañero estudiante te invitamos a que te organices y luches por un lugar para seguir tus estudios junto con nosotros que año con año luchamos por el aumento en la matrícula de las instituciones públicas. ¡¡Educación primero al hijo del obrero, educación después al hijo del burgués!! ¡¡Alto a los ataques a la educación publica!! ¡¡Unidos y organizador, venceremos!!