Después de una serie de ataques y de intentonas de desprestigiar al profesor Juan Olguín Ortiz y a nuestro periódico obrero Militante por parte de la patronal del plantel “Felipe Carrillo Puerto”, este lunes 4 de agosto, nuestro camarada académico firmó su contrato con vencimiento indefinido para dar clases en el plantel “Ricardo Flores Magón”, ubicado en Coyoacán.
Una historia que se repite
¿Cómo comenzó el hostigamiento hacia el compañero? Después de participar en el primer paro que hacía el plantel Iztacalco y jugar un papel bastante importante en el mismo, el director de dicho plantel, Juan Salvador Santana comenzó a preparar un montaje que pudiera justificar la expulsión de nuestro camarada. Este montaje comenzó acusando al profesor de hacker, y esta campaña se intensificó hasta el grado de llegar a acusar al profesor de acosador sexual. De principio a fin, todo lo que dijo la patronal acerca de Juan Olguín fueron mentiras y calumnias, tan burdas que no se sostuvieron por su propio peso.
Vale la pena mencionar que no es la primera vez que a un profesor que se le ataca políticamente en el IEMS se le calumnia con la acusación de acoso sexual. Cuando se llegaba a ese extremo, el profesor involucrado era invariablemente despedido injustamente, pero…
Un final “inesperado”
Además del terreno legal, que era importante cuidar, se hicieron dos mítines, se enviaron múltiples correos electrónicos, se entregaron resoluciones del Sindicato de Estudiantes, de la Fundación Federico Engels y se hizo una gira con los diputados del PRD para hacer de su conocimiento la situación; esto se hizo del conocimiento del director del IEMS, junto con nuestra resolución de continuar y aumentar las movilizaciones en caso de continuar con su obstinación de rescindir injustamente a Juan.
En este contexto y junto con los elementos legales de nuestro lado, pues las acusaciones de Juan Salvador Santana y compañía no tenían el más mínimo sustento, después de dos meses de incertidumbre y chismorreos en los pasillos de la escuela, combatidos con la explicación paciente y la organización dentro y fuera del plantel, fue que al profesor Juan Olguín finalmente se le reconoció su legítimo derecho de laborar en el IEMS.
Ésta es la primera ocasión en la historia del IEMS que a un profesor que ya se le había acusado injustamente de acoso sexual (pues se preparaba su despido por motivos políticos) logra resistir dicho embate y mantenerse en la institución. Esto no fue casualidad; fueron justamente las pequeñas movilizaciones y la perspectiva de más y más grandes movilizaciones las que echaron para atrás a la patronal.
La cuestión legal, que también fue cuidada, sólo fue el corolario, pues sabemos que en última instancia, la ley que encierra a un albañil por romper una banqueta sin permiso es la que exonera a Pinochet de las miles de muertes debidas a él.
Siempre se puede más
No hay batalla de los trabajadores que se gane únicamente en el terreno legal. No hay derecho, prestación ni reinstalación que valga la pena para nosotros que no haya sido arrancada a los poderosos a través de la lucha organizada de los trabajadores.
Si bien no dejamos de hacer la denuncia de la injusticia de haber cambiado al profesor del plantel el IEMS, en esta ocasión el IEMS no pudo despedir al profesor y eso, por supuesto es un triunfo.
Ahora Juan conservó su fuente de empleo, pero en Iztacalco los profesores siguen sin tener acceso a internet en sus cubículos, siguen revisándoles la cajuela al salir de las instalaciones, como si fueran delincuentes y así seguirán hasta que la organización de los profesores avance a un estadio superior. Si los académicos de éste y los demás planteles desean mejorar sus condiciones laborales, tendrán que luchar por ellas, a través de la lucha sindical y trascendiéndola.
Fuera del movimiento obrero…
… no hay nada. Esta frase, acuñada por uno de los más grandes marxistas revolucionarios de toda la historia, Ted Grant, encierra una verdad de alcances brutales. La campaña en defensa de Juan Olguín demostró una vez más que el apoyo y la solidaridad de la clase trabajadora nos hace siempre mucho más fuertes. La recontratación del profesor es una pequeña victoria más que el movimiento obrero se anota. Un pasito más cerca de la meta final: la emancipación de la humanidad.
Damos las gracias a todos los compañeros que se sumaron y apoyaron la campaña en defensa del periódico Militante en el IEMS, porque lo que realmente ocurrió no fue el ataque a la persona de un humilde profesor, sino el ataque de la patronal del IEMS contra las ideas del marxismo revolucionario.