La Universidad Autónoma Metropolitana es una de las casas de estudio más importantes a nivel nacional, que a lo largo de 34 años de servicio académico ha forjado a brillantes profesionistas con una visión social en su formación. Como un antecedente histórico, la UAM, antes de la Universidad Autónoma de la Ciudad de México, fue la última universidad pública—con tres unidades construidas—en el D.F., derivado del movimiento estudiantil de 1968. Cuenta con una infraestructura moderna y servicios indispensables que cubren la mayoría de las necesidades de los universitarios, provenientes de esta Ciudad y diferentes Estados de la República Mexicana.
El año pasado, en el 2007, la administración del Rector Adrián de Garay de la unidad Azcapotzalco, llevó a cabo una serie de remodelaciones de las diferentes instalaciones de los edificios con mayor importancia en la vida académica; tales como: departamentos administrativos, nueva librería, la biblioteca y cafetería, ésta última junto con la librería aún no han sido concluidas tras un año de dar largas para su apertura total. En relación a la cafetería, remodelado para un mejor servicio según la administración, las autoridades ya habían dado una fecha para su funcionamiento total, el cual correspondió al ciclo escolar 08-P (junio-julio de 2008) el cual no sucedió.
Si bien es cierto que el servicio de la cafetería seguía funcionando, cabe mencionar que era muy carente y poco higiénico, a base de alimentos fríos (literalmente las verduras congeladas) como: enlatados, pasta y ensaladas. La higiene fue cada vez menos, debido a esto, a mediados del trimestre ya mencionado, se sufrió una fuerte infección (salmonelosis) en la mayoría de los estudiantes que asistieron a la cafetería ese día. Tras protestas del alumnado, la administración de la cafetería justificó que debido al tipo de alimentos (enlatado y verduras) y el clima, debían consumirse de inmediato para evitar descomposición, lavándose las manos de su responsabilidad para procurar buena higiene y adquirir alimentos de buena calidad. Actualmente está funcionando la mitad de la cafetería con alimento caliente, pero los compañeros aún siguen enfermándose del estómago provocando desconfianza en el servicio, además el abasto es insuficiente con filas de horas para poder comer. El servicio de cafetería es indispensable para los universitarios, ya que muchas veces dependen de ello, como de otros servicios subsidiados, para poder seguir con sus estudios debido a su situación económica.
Las obras de remodelación fueron algo novedoso para la unidad Azcapotzalco, pero al rector se le olvidó que existen necesidades primordiales para los universitarios que deberían ser cubiertas, claro ejemplo es el aumento del acervo bibliotecario que es carente y posteriormente se debió colocarle piso nuevo, techo, mobiliario y puertas automáticas, que no son indispensables. Adquirir equipos de cómputo suficientes para el edificio correspondiente, ya que siguen varias descompuestas e insuficientes y después construir la nueva librería (ya teniendo una) o colocar un elevador en el departamento académico, ya que tener elevador no es una necesidad, sino un lujo, que en nada beneficia a los estudiantes.
Para los universitarios son bienvenidos las mejoras que se realicen a la universidad, que para ello es el presupuesto que se le destina, pero antes de gastar en remodelaciones o construcciones no necesarias, se debe destinar los recursos para el beneficio de la comunidad universitaria, aumentando los servicios y mejorando los que ya tenemos: biblioteca; exigiendo más ejemplares y actualizados, cafetería; apertura total para evitar horas en la fila y con buena higiene, fotocopiado; con más personal para evitar largas filas, aulas, talleres de calidad, para que los futuros profesionistas desarrollen todo su potencial académico y físico, de esta manera ejerzan su carrera en beneficio de la sociedad y nuestra nación.
La Universidad Autónoma Metropolitana es una de las casas de estudio más importantes a nivel nacional, que a lo largo de 34 años de servicio académico ha forjado a brillantes profesionistas con una visión social en su formación. Como un antecedente histórico, la UAM, antes de la Universidad Autónoma de la Ciudad de México, fue la última universidad pública—con tres unidades construidas—en el D.F., derivado del movimiento estudiantil de 1968. Cuenta con una infraestructura moderna y servicios indispensables que cubren la mayoría de las necesidades de los universitarios, provenientes de esta Ciudad y diferentes Estados de la República Mexicana.
El año pasado, en el 2007, la administración del Rector Adrián de Garay de la unidad Azcapotzalco, llevó a cabo una serie de remodelaciones de las diferentes instalaciones de los edificios con mayor importancia en la vida académica; tales como: departamentos administrativos, nueva librería, la biblioteca y cafetería, ésta última junto con la librería aún no han sido concluidas tras un año de dar largas para su apertura total. En relación a la cafetería, remodelado para un mejor servicio según la administración, las autoridades ya habían dado una fecha para su funcionamiento total, el cual correspondió al ciclo escolar 08-P (junio-julio de 2008) el cual no sucedió.
Si bien es cierto que el servicio de la cafetería seguía funcionando, cabe mencionar que era muy carente y poco higiénico, a base de alimentos fríos (literalmente las verduras congeladas) como: enlatados, pasta y ensaladas. La higiene fue cada vez menos, debido a esto, a mediados del trimestre ya mencionado, se sufrió una fuerte infección (salmonelosis) en la mayoría de los estudiantes que asistieron a la cafetería ese día. Tras protestas del alumnado, la administración de la cafetería justificó que debido al tipo de alimentos (enlatado y verduras) y el clima, debían consumirse de inmediato para evitar descomposición, lavándose las manos de su responsabilidad para procurar buena higiene y adquirir alimentos de buena calidad. Actualmente está funcionando la mitad de la cafetería con alimento caliente, pero los compañeros aún siguen enfermándose del estómago provocando desconfianza en el servicio, además el abasto es insuficiente con filas de horas para poder comer. El servicio de cafetería es indispensable para los universitarios, ya que muchas veces dependen de ello, como de otros servicios subsidiados, para poder seguir con sus estudios debido a su situación económica.
Las obras de remodelación fueron algo novedoso para la unidad Azcapotzalco, pero al rector se le olvidó que existen necesidades primordiales para los universitarios que deberían ser cubiertas, claro ejemplo es el aumento del acervo bibliotecario que es carente y posteriormente se debió colocarle piso nuevo, techo, mobiliario y puertas automáticas, que no son indispensables. Adquirir equipos de cómputo suficientes para el edificio correspondiente, ya que siguen varias descompuestas e insuficientes y después construir la nueva librería (ya teniendo una) o colocar un elevador en el departamento académico, ya que tener elevador no es una necesidad, sino un lujo, que en nada beneficia a los estudiantes.
Para los universitarios son bienvenidos las mejoras que se realicen a la universidad, que para ello es el presupuesto que se le destina, pero antes de gastar en remodelaciones o construcciones no necesarias, se debe destinar los recursos para el beneficio de la comunidad universitaria, aumentando los servicios y mejorando los que ya tenemos: biblioteca; exigiendo más ejemplares y actualizados, cafetería; apertura total para evitar horas en la fila y con buena higiene, fotocopiado; con más personal para evitar largas filas, aulas, talleres de calidad, para que los futuros profesionistas desarrollen todo su potencial académico y físico, de esta manera ejerzan su carrera en beneficio de la sociedad y nuestra nación. 
