Tanto el movimiento estudiantil cubano como el mexicano tienen fuertes tradiciones revolucionarias. La llamada revolución universitaria, en la década de los 20 en Cuba, vio nacer a la que se convertiría en la organización tradicional de los estudiantes universitarios de Cuba, la Federación Estudiantil Universitaria, teniendo como primer dirigente a Julio Antonio Mella quien siempre pugnó por la unidad del movimiento estudiantil con la clase obrera. La FEU, nacida el 20 de noviembre de 1920 ha sobrevivido a todos estos años, pasando por el fuerte periodo de represión del Machadato con la constitución del ala Izquierda Estudiantil, siendo la FEU una de las tres organizaciones estudiantiles más antiguas de Latinoamérica.
En el caso de México las tradiciones son distintas, no existe una organización tradicional a nivel nacional de los estudiantes. El gran corporativismo que se desarrollo en los años posteriores a la revolución mexicana y el gran predominio del PRI en todos los niveles de gobierno, truncaron la posibilidad de constituir una organización de esta naturaleza. La Federación Nacional de Estudiantes Técnicos (FNET), por ejemplo, que surge como una organización progresista que tenía un carácter de masas en la educación técnica a nivel nacional, fue cooptada y se convirtió en un instrumento de control del estudiantado que finalizó siendo un grupo de choque contra el mismo, es decir, una organización porril. El movimiento estudiantil de 1968 barrió con ella y al finalizar la huelga se constituyeron los Comités de Lucha que se convertirían en las organizaciones tradicionales de la segunda institución universitaria más grande del país, el Instituto Politécnico Nacional y que es el origen de lo que hoy es el CLEP-CEDEP que mantiene una línea ininterrumpida de lucha desde hace 40 años a la fecha.
El movimiento estudiantil puede ser un buen auxiliar en la lucha por la transformación de la sociedad, pero como señalara Julio Antonio Mella debe estar vinculada a la clase obrera la lucha por transformar las universidades y la lucha por la transformación socialista de la sociedad. Es necesario además luchar con una política claramente internacionalista.
En ese ambiente socialista e internacionalista se dio un encuentro entre el CLEP-CEDEP y miembros dirigentes de la FEU cubana, encabezada por su presidente nacional Adalberto Hernández. El objetivo era, además del intercambio de ideas y el estrechamiento de relaciones del estudiantado mexicano y cubano, brindar un breve homenaje a los primeros 50 años de la Revolución Cubana.
En el local histórico del CLEP-CEDEP, ubicado en las instalaciones de Zacatenco del IPN, que ha servido como cuartel general para planificar las más importantes luchas del estudiantado politécnico en las ultimas 4 décadas, Adalberto Hernández dio una breve introducción resaltando la unidad que siempre ha vivido del pueblo cubano y mexicano. Todos los revolucionarios cubanos de trascendencia han tenido algo que ver con México. Mencionó casos como Martí, Fidel y Mella. Recordó que fue en este país donde se firma la llamada Carta de México donde se unifica la FEU y el movimiento 26 de Julio en su lucha contra Batista. Después pidió que se pudieran hacer preguntas o intervenciones para, a partir de ahí, desarrollar la charla.
En prácticamente todas las intervenciones se dieron muestras de afecto y solidaridad con la Revolución Cubana. Se decían palabras como “Cuba es un farol de esperanza para la revolución en América Latina”, “Generaciones enteras de luchadores han surgido con el apoyo a la revolución Cubana”, “Los imperialistas quisieran ver derrotada a la revolución pero no se lo debemos permitir”, “El capitalismo no nos brinda ninguna alternativa a los jóvenes y la mejor forma de apoyar a la revolución es extendiéndola a nuestro país”.
También hubo varios cuestionamientos, varios de ellos con respecto a la FEU, su forma de organización, sus métodos de lucha, etc. Pero también observaciones y dudas sobre la situación actual de Cuba como el surgimiento de una diferenciación económica más marcada a partir del periodo especial, las reformas que está implementando Raúl, los peligros internos de la Revolución Cubana de los cuales habló Fidel en su célebre discurso del 2005 en la Universidad de la Habana y sobre la política internacionalista que está desarrollando Cuba para extender la revolución, entre otras cosas.
La delegación de la FEU conformada por Adalberto Hernández (presidente nacional de la FEU), Yilian Fonseca (miembro del Secretariado Nacional de la FEU), Raúl López (presidente provincial de Holguín), Irenaldo Martínez (presidente provincial de las Tunas) y Miguel Ángel Fuente (presidente provincial Ciudad de La Habana), respondieron ampliamente a las preguntas en un sano y democrático ambiente de fraternidad.
Como era natural el compañero Adalberto Hernández, el presidente de la FEU, fue el que desarrolló más los temas. Los compañeros hablaron de la estructura de la FEU basada en brigadas que surgen a nivel de los salones de clase, con directivas municipales, provinciales y nacionales, donde todo dirigente debe ser primeramente dirigente de su brigada y ser elegido por ésta antes de ocupar cualquier otro cargo y puede ser revocado en cualquier momento si las bases así lo quisieran.
Los compañeros explicaron cómo Cuba tuvo que implementar algunas medidas orientadas al turismo durante el periodo especial e incluso implementar empresas mixtas donde hubiera participación de capital privado, para poder salvar la revolución que era lo fundamental. Pero en terrenos como acceso a la salud o educación no se restringe a ninguna persona y a la gente con mayor ingreso es a quien se le suele cobrar más una serie de servicios y no al revés.
Cuba, señalaron, es el único gobierno que se vincula a los movimientos sociales, Cuba no envía a hombres armados a Venezuela o Bolivia, sino a médicos y maestros, esa es una forma de apoyar a los pueblos en lucha.
Finalmente los compañeros nos obsequiaron varios ejemplares de “El ABC de la FEU”, resaltando a varios revolucionarios de primera fila que han participado en dicha organización estudiantil como Frank País y José Antonio Echeverría. Nosotros como CLEP-CEDEP les obsequiamos el libro “México en la órbita de la revolución latinoamericana” que habla del proceso revolucionario de 2006 en nuestro país y el manifiesto contra la crisis capitalista que defendemos los marxistas a nivel internacional.
Pese a que estamos en periodo vacacional en las universidades y a que el horario de la charla no fue el más adecuado, hubo una buena asistencia de alrededor de 40 compañeros. Estuvieron presentes también Peter Gellert, dirigente del Movimiento Mexicano de Solidaridad con Cuba y Carlos Chao de la embajada de Cuba en México.
Este es el inicio del establecimiento de una relación entre el CLEP-CEDEP y la FEU que esperemos perdure, se desarrolle y ayude a la lucha revolucionaria de nuestros pueblos, a la defensa de la revolución Cubana y a su extensión a México y Latinoamérica.
¡Viva la revolución cubana!
¡Vivan los obreros y estudiantes de Cuba y México!