Soy Jesús Eduardo Montes Solano, trabajador de la COMISIÓN FEDERAL DE ELECTRICIDAD desde el 25 de octubre de 2004 en el norte de México y a partir del 3 de enero de 2011 en la Ciudad de México en la División Valle de México Sur. Desde el comienzo de mis labores en la CDMX observé una dinámica laboral y sindical atípica, de cierta forma comprensible por la emergencia de dar continuidad al servicio de energía eléctrica ante el decreto de extinción de Luz y Fuerza del Centro por parte de Felipe Calderón.
La vida sindical que se vivió dentro del Sindicato Único de Trabajadores Electricistas de la República Mexicana (SUTERM) en el Valle de México fue y ha sido en la que más que una organización de lucha obrera es un gran negocio para quienes por décadas han administrado el comité ejecutivo nacional del SUTERM. Esto lo vivimos en carne propia los Sutermistas en el Valle de México, cuando a aproximadamente 12 mil trabajadores se nos impuso una representación directa con su comité ejecutivo nacional, en lugar de crear secciones sindicales en las que se pudiera llevar a cabo asambleas y una vida sindical real.
Es por ello que durante junio del 2020 a marzo del 2022 nos manifestamos, a través de redes sociales y marchas de protestas, un conjunto de compañeros y compañeras trabajadores de la CFE afiliados al SUTERM y pertenecientes a diferentes centros de trabajo de distintas partes del país, nos expresamos proponiendo iniciativas de carácter sindical, laboral, así como el apoyo a una iniciativa de reforma constitucional, siendo estas:
a) La modificación del artículo 11 de los estatutos del SUTERM que limitaba la creación de secciones sindicales en el Valle de México, pues desde la creación de las Áreas Operativas de la CFE en el Valle de México en el año 2010 no se habían realizado asambleas ni la rendición la cuenta completa y detallada de la administración del patrimonio sindical.
Lo anterior es una situación que violenta la garantía de rendirles cuenta completa y detallada de la administración del patrimonio sindical de los trabajadores sindicalizados asociados al SUTERM, misma que se encuentra establecida en el artículo 358, fracción IV, de la Ley Federal del Trabajo.
b) La derogación del apartado B de la cláusula 69 del Contrato Colectivo CFE-SUTERM vigente y que establece un esquema de ahorro para el retiro (denominado CIJUBILA) apartado que fue incorporado mediante convenio celebrado entre CFE-SUTERM 20/2008 de fecha 18 de agosto de 2008 y como consecuencia dejando únicamente el apartado A de esa misma cláusula que establece las jubilaciones como una prestación contractual.
c) El apoyo al proyecto de decreto, por el que se reforman los artículos 25, 27 y 28 de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, en materia energética (presentada por el presidente de la República ante la Cámara de Diputados el 30 de septiembre de 2021 y publicada en la Gaceta Parlamentaria el día 01 de octubre del 2021) tanto a través de redes sociales, como a través de diferentes movilizaciones ciudadanas y en calidad de trabajadores de la misma CFE.
Derivado de esta actividad sindical legítima realizada fuera del horario laboral, el SUTERM inició una campaña de incitación al odio y al repudio de aquellos que tratamos de democratizar al SUTERM y ejercer plenamente nuestros derechos legales y sindicales. Lo hizo a través de comunicados del Secretario General del SUTERM, Víctor Fuentes del Villar, y posteriormente con acusaciones falsas y con procedimientos disciplinarios ILEGALES me suspendieron indefinidamente mis derechos sindicales, represión en la que quienes la llevaron a cabo, quedaron expuestos confabulando para DARLE CUELLO al que hoy expone a la luz pública estos hechos.
Lamentablemente la CFE a través de algunos funcionarios directivos en la División Valle de México Sur, una vez que ilegalmente se me retiraron los derechos sindicales, iniciaron una campaña de afectación a mis derechos laborales, y conjuntamente con el SUTERM, llevaron a cabo una campaña de exclusión y discriminación en mi contra, con la finalidad de mandar un mensaje de castigo y desgaste de mi imagen y honorabilidad frente a mis compañeros de trabajo, lo que finalmente concluyó con la notoriamente ilegal rescisión de contrato de trabajo el pasado 21 de febrero de 2024.
Derivado de esta persecución y afectación a mis derechos laborales y sindicales es que se inició con una serie de acciones legales penales y laborales, de las cuales hasta el día de hoy se ha conseguido la declaración de la violencia y discriminación sindical y la ilegalidad del procedimiento disciplinario con el que se coartó mi libertad sindical, al obstruirme participar en la actividad interna del SUTERM, lo que demuestra el dolo y la alevosía con la que actúa la pandilla de charros sindicales para afectar a quienes piensan y opinan diferente con la ÚNICA FINALIDAD DE PERPETUARSE EN LA DIRECTIVA SINDICAL.
Aunado a lo anterior, nos hemos encontrado con un sistema de justica lento e ineficiente, con un ministerio público que no actúa y con jueces laborales que obstaculizan los procesos judiciales con determinaciones notoriamente protectoras del charrismo sindical, lo que fomenta la impunidad y un sistema de opresión que violenta y discrimina a los trabajadores para someterlos, lo que se traduce en una aspiración inalcanzable de libertad, democracia y transparencia sindical dentro del SUTERM y una vida laboral dentro de la CFE con condiciones de violencia y discriminación en contra de quienes defienden su dignidad humana, sus derechos laborales y su libertad sindical.